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Una vez protegido por la lógica de la implacable rotación de innovación de Silicon Valley – que dictó que ningún imperio tecnológico reinante podría gobernar por mucho tiempo antes de seguir el camino de Yahoo y AOL – gigantes tecnológicos como Facebook, Amazon y Google han sido sometidos a una creciente presión antimonopolio – El cartel de Elizabeth Warren “Break up Big Tech” es solo el último ejemplo. De hecho, la big tech que quita la confianza se ha convertido en uno de los pocos temas en el Washington contemporáneo que obtiene un apoyo bipartidista genuino.
Desde que la administración Trump llegó al poder hace dos años, a pesar de la oposición velada de Silicon Valley. – como se reveló más tarde, la big tech conspiró efectivamente con la campaña de Clinton para perjudicar las posibilidades de Trump – el ritmo de un escrutinio antimonopolio sin precedentes se ha hecho cada vez más fuerte, Facilitado por las propias sospechas expresadas públicamente por el propio presidente.
Y el viernes, el dique finalmente se rompió.
Justo antes de la medianoche del viernes, al final de lo que fue un mes agitado para los mercados, WSJ dejó caer una bomba de un articulo:
El periódico informó que el Departamento de Justicia abrió una investigación antimonopolio de Alphabet Inc., que podría “presentar una nueva y importante capa de control regulatorio para el gigante de las búsquedas, según personas familiarizadas con el tema”. El informe se basó en “personas familiarizadas con el asunto”, pero fue rápidamente corroborado por el New York Times, Bloomberg y otros.
Desde hace meses, parece que la FTC se está preparando para un enfrentamiento con la big tech. La agencia, que comparte la autoridad antimonopolio con el DoJ, ha creado una nueva comisión que podría ayudar a deshacer los vínculos de grandes tecnologías como la adquisición de Instagram en Facebook por parte de Facebook. y abogados contratados que han avanzado nuevas teorías antimonopolio que ayudarían a justificar la disolución de compañías como Amazon.
Pero resulta que la primera salva de la administración de Trump contra la gran tecnología no vino de la FTC; en cambio, esta responsabilidad se ha delegado en el Departamento de Justicia, que, según se informa, se encargó de supervisar la investigación de Google.
Eso no es muy sorprendente, ya que la FTC ya tuvo la oportunidad de atacar a Google con una investigación antimonopolio en 2013. Pero la agencia se quedó corta. Por lo que podemos decir, parece que la administración compartirá la responsabilidad de cualquier investigación antimonopolio futura entre las dos agencias, lo que significa que la FTC – que ya se está preparando para imponer una multa masiva contra Facebook – Podría acabar tomando la delantera en esos casos.
Aunque WSJ no especificó qué aspectos de los negocios de Google podrían estar bajo el microscopio, una serie de multas de miles de millones de euros recientemente impuestas por la UE podría ofrecer alguna orientación. La autoridad antimonopolio del bloque, que ha estado mucho más dispuesta a enfrentarse a los gigantes tecnológicos estadounidenses que a su homólogo estadounidense (por razones que deberían ser obvias para todos), ha multado a Google por su práctica de empaquetar software con su licencia estándar de Android, la forma en que su posicionamiento en los buscadores favorece sus propios listados de productos, y las formas en que ha perjudicado a la competencia en el mercado de la publicidad digital.
Durante el apogeo de la controversia sobre los abusos de la big tech de datos confidenciales de usuarios el año pasado The Verge publicó una historia que especulaba acerca de cómo podrían remediarse las tendencias monopolísticas de cada uno de los gigantes tecnológicos dominantes de Silicon Valley. Para Google, argumentó the Verge, el mejor remedio sería prohibir las adquisiciones, una estrategia que se ha desarrollado en el Congreso.
Dejando de lado lo que podría significar para Silicon Valley, La investigación también tendrá importantes ramificaciones para los mercados, desde entonces, las acciones de las grandes compañías tecnológicas han estado a la vanguardia del tórrido mercado alcista posterior a la crisis. Aunque la influencia de las acciones de FANG en el desempeño general del mercado ha disminuido este año, siguen siendo enormemente influyentes.
Los gigantes tecnológicos son, de lejos, los mayores contribuyentes al crecimiento de las ventas de SPX …
… y han generado casi todo el margen de beneficio ajustado después de impuestos de SPX desde la crisis.
Las noticias de la investigación podrían afectar negativamente a las acciones de las grandes compañías de tecnología, que a su vez creará un arrastre serio para los índices principales. Para los inversionistas, será una amenaza más para un mercado alcista que ya se está tambaleando gracias a la guerra comercial del presidente Trump con China (y ahora México).
Imaginamos que escucharemos más sobre la investigación a través de canales oficiales y no oficiales en las próximas semanas.
Trump declara la guerra a Silicon Valley: DoJ lanza la sonda antimonopolio de Google
Una vez protegido por la lógica de la implacable rotación de innovación de Silicon Valley – que dictó que ningún imperio tecnológico reinante podría gobernar por mucho tiempo antes de seguir el camino de Yahoo y AOL – gigantes tecnológicos como Facebook, Amazon y Google han sido sometidos a una creciente presión antimonopolio – El cartel de Elizabeth Warren “Break up Big Tech” es solo el último ejemplo. De hecho, la big tech que quita la confianza se ha convertido en uno de los pocos temas en el Washington contemporáneo que obtiene un apoyo bipartidista genuino.
Desde que la administración Trump llegó al poder hace dos años, a pesar de la oposición velada de Silicon Valley. – como se reveló más tarde, la big tech conspiró efectivamente con la campaña de Clinton para perjudicar las posibilidades de Trump – el ritmo de un escrutinio antimonopolio sin precedentes se ha hecho cada vez más fuerte, Facilitado por las propias sospechas expresadas públicamente por el propio presidente.
Y el viernes, el dique finalmente se rompió.
Justo antes de la medianoche del viernes, al final de lo que fue un mes agitado para los mercados, WSJ dejó caer una bomba de un articulo:
El periódico informó que el Departamento de Justicia abrió una investigación antimonopolio de Alphabet Inc., que podría “presentar una nueva y importante capa de control regulatorio para el gigante de las búsquedas, según personas familiarizadas con el tema”. El informe se basó en “personas familiarizadas con el asunto”, pero fue rápidamente corroborado por el New York Times, Bloomberg y otros.
Desde hace meses, parece que la FTC se está preparando para un enfrentamiento con la big tech. La agencia, que comparte la autoridad antimonopolio con el DoJ, ha creado una nueva comisión que podría ayudar a deshacer los vínculos de grandes tecnologías como la adquisición de Instagram en Facebook por parte de Facebook. y abogados contratados que han avanzado nuevas teorías antimonopolio que ayudarían a justificar la disolución de compañías como Amazon.
Pero resulta que la primera salva de la administración de Trump contra la gran tecnología no vino de la FTC; en cambio, esta responsabilidad se ha delegado en el Departamento de Justicia, que, según se informa, se encargó de supervisar la investigación de Google.
Eso no es muy sorprendente, ya que la FTC ya tuvo la oportunidad de atacar a Google con una investigación antimonopolio en 2013. Pero la agencia se quedó corta. Por lo que podemos decir, parece que la administración compartirá la responsabilidad de cualquier investigación antimonopolio futura entre las dos agencias, lo que significa que la FTC – que ya se está preparando para imponer una multa masiva contra Facebook – Podría acabar tomando la delantera en esos casos.
Aunque WSJ no especificó qué aspectos de los negocios de Google podrían estar bajo el microscopio, una serie de multas de miles de millones de euros recientemente impuestas por la UE podría ofrecer alguna orientación. La autoridad antimonopolio del bloque, que ha estado mucho más dispuesta a enfrentarse a los gigantes tecnológicos estadounidenses que a su homólogo estadounidense (por razones que deberían ser obvias para todos), ha multado a Google por su práctica de empaquetar software con su licencia estándar de Android, la forma en que su posicionamiento en los buscadores favorece sus propios listados de productos, y las formas en que ha perjudicado a la competencia en el mercado de la publicidad digital.
Durante el apogeo de la controversia sobre los abusos de la big tech de datos confidenciales de usuarios el año pasado The Verge publicó una historia que especulaba acerca de cómo podrían remediarse las tendencias monopolísticas de cada uno de los gigantes tecnológicos dominantes de Silicon Valley. Para Google, argumentó the Verge, el mejor remedio sería prohibir las adquisiciones, una estrategia que se ha desarrollado en el Congreso.
Nuestro mejor modelo para la tecnología antimonopolio es el caso contra el empaquetamiento del Departamento de Justicia contra Microsoft en los años 90, que argumentaba que Microsoft estaba usando su control sobre el mercado de PC para forzar a los sistemas operativos y navegadores de la competencia. Si está buscando un equivalente contemporáneo, Google es probablemente el más adecuado. En un buen día, Google (o Alfabeto, si lo prefiere) es la empresa más valiosa del mundo por capitalización de mercado, con docenas de productos diferentes soportados por una red publicitaria que lo abarca todo. Google también tiene enemigos claros y comprometidos, con Microsoft, Oracle, Yelp, e incluso la Motion Picture Association of America que exige restricciones en el poder de la compañía.Creemos que no es exagerado decir que esto es solo el comienzo de lo que podría convertirse en un arco de la historia que define la época. Y como toda buena historia, esta tendrá personajes principales y jugadores de bits. Por lo que podemos decir, uno de los papeles principales probablemente será el jefe antimonopolio del Departamento de Justicia, Makan Delrahim, un oficial de la Administración de Trump antes oscuro que ahora está a cargo de una de las investigaciones más importantes en la memoria reciente.
Pero según Matthew Stoller, de Open Markets, el mejor remedio a largo plazo para el dominio de Google tiene más que ver con las adquisiciones de Google. “Si buscas una bala de plata, probablemente lo mejor sería bloquear a Google para que no pueda comprar ninguna compañía”, dice Stoller. “De repente, tienes que competir con Google, no puedes ser comprado por Google”.
Esto podría sonar manso comparado con las multas de mil millones de dólares de Europa, pero se reduce al núcleo de la organización de Google. La compañía ha adquirido más de 200 nuevas empresas desde su fundación, incluidos productos centrales como YouTube, Android y DoubleClick. La estructura modular de la compañía es posiblemente un resultado directo de esa juerga de compras, y es difícil imaginar cómo se vería Google sin él. Las compras más recientes como Nest han caído bajo el paraguas más amplio del alfabeto, pero la estrategia central no ha cambiado. ¿Google seguiría siendo un gigante de la IA si no hubiera comprado DeepMind? Probablemente, pero todos los involucrados habrían tenido que trabajar mucho más duro.
Aún mejor, los activistas antimonopolios tendrían un montón de formas diferentes para bloquear esas adquisiciones. La división antimonopolio del Departamento de Justicia no ha cuestionado las adquisiciones de Google hasta ahora, pero siempre podría cambiar su enfoque. La solución más fuerte vendría del Congreso, donde Sen. Amy Klobuchar (D-MN) ha presentado un proyecto de ley que impondría una prohibición total de las adquisiciones por parte de cualquier empresa con un capital de mercado superior a $ 100 mil millones. (A la fecha de publicación, Google vale aproximadamente $ 840 mil millones).
Dejando de lado lo que podría significar para Silicon Valley, La investigación también tendrá importantes ramificaciones para los mercados, desde entonces, las acciones de las grandes compañías tecnológicas han estado a la vanguardia del tórrido mercado alcista posterior a la crisis. Aunque la influencia de las acciones de FANG en el desempeño general del mercado ha disminuido este año, siguen siendo enormemente influyentes.
Los gigantes tecnológicos son, de lejos, los mayores contribuyentes al crecimiento de las ventas de SPX …
… y han generado casi todo el margen de beneficio ajustado después de impuestos de SPX desde la crisis.
Las noticias de la investigación podrían afectar negativamente a las acciones de las grandes compañías de tecnología, que a su vez creará un arrastre serio para los índices principales. Para los inversionistas, será una amenaza más para un mercado alcista que ya se está tambaleando gracias a la guerra comercial del presidente Trump con China (y ahora México).
Imaginamos que escucharemos más sobre la investigación a través de canales oficiales y no oficiales en las próximas semanas.
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