Elecciones en Cuba, un modelo diferente
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LA HABANA (AP) -- No hay campañas rimbombantes ni carteles
colgados en las calles que llaman a votar por tal o cual candidato;
tampoco caravanas de políticos besando bebés y a nadie se le ocurriría
contratar a un publicista para mejorar su imagen.
Las
elecciones en Cuba, según las autoridades, dan al pueblo una voz en el
gobierno y desmiente a sus críticos por su transparencia. Sus
detractores las consideran puro teatro, ya que los votantes no pueden
destronar al Partido Comunista ni a los hermanos Fidel y Raúl Castro.
Más
de 8 millones de cubanos elegirán este fin de semana a sus
representantes municipales, el primer paso de los comicios generales de
febrero en los que se renovará la presidencia del país, ocupada por Raúl
Castro desde 2008.
La forma en que los
futuros delegados de la Asamblea Municipal del Poder Popular -el primer
nivel del complejo sistema electoral isleño-, son nominados resulta
bastante singular, pues son los vecinos en cada "circunscripción" de
unas pocas cuadras los que postulan a sus representantes.
"El
actual es un proceso de elecciones generales que se celebra cada cinco
años. Ahora estamos en la primera etapa, nominar y elegir a los
candidatos a las asambleas municipales", explicó en entrevista exclusiva
con The Associated Press Rubén Pérez, secretario de la Comisión
Electoral Nacional.
Desde septiembre, cuando
el mecanismo se echó a andar, los vecinos nominaron a 32.000 candidatos y
cada circunscripción debe tener un mínimo de dos y un máximo de ocho
propuestos, agrego Pérez.
Los comicios de este
primer nivel se fijaron para el 21 de octubre y posteriormente se
convocarán los de delegados provinciales y diputados que formarán un
nuevo Parlamento.
A diferencia de otras
naciones, para elegir a sus representantes en cualquiera de sus niveles
-municipales, provinciales o nacionales- los cubanos tampoco verán en
sus calles carteles con siglas de partidos, llamativas publicidades
televisivas o mítines partidarios para recolectar fondos.
Ni
siquiera el Partido Comunista realiza actividad electoral, pues según
la constitución de la isla, esta organización política -la única de su
tipo con estatus legal-, no tiene por objetivo presentar candidatos o
imponer personas sino que su tarea es "dirigir" a la sociedad.
"Nuestro
sistema es totalmente transparente y lo defendemos así. Pensamos que es
muy democrático", comentó Pérez. "Es un concepto diferente: ningún
delegado que vaya a la Asamblea va a representar a ningún interés
particular, sino de la sociedad", agregó.
Cualquier
cubano de más de 16 años sin importar su nivel de ingresos, creencia
política, religiosa o preferencia sexual puede ser propuesto por su
vecinos para representante, explicó Pérez, mientras recordó que en la
isla los padrones electorales son de oficio -todos las personas entran
sin necesidad de trámite previo- y públicos.
"El voto es libre, no obligatorio y secreto", enfatizó el funcionario.
Para
proponer a sus candidatos, los vecinos suelen reunirse en espacios
comunes, un parque o los bajos de un edificio, donde se instala una
bandera y se canta el himno antes de comenzar. Poco a poco van surgiendo
los nombres de quienes irán a las listas de candidatos.
Unos
días después, las biografías de los nominados, sus nombres, fotografía y
currículum laboral se colocan en las esquinas o vidrieras más
importantes del barrio.
Para los defensores
del modelo, la ausencia de partidos políticos evita la corrupción, la
imposición de intereses de grupos minoritarios en detrimento de las
mayorías y las injusticias de las democracias representativas clásicas.
Pero precisamente para otros, estas fortalezas implican la carencia de la renovación de las ideas.
"Para
que sean realmente democráticas, además de libres deben ser
competitivas y que la gente pueda elegir entre programas alternativos y
aquí hay uno solo, el del partido único de gobierno", dijo a la AP el
opositor Elizardo Sánchez, quien dirige la organización no gubernamental
Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Sánchez
reconoció que "el modelo de democracia competitiva tiene muchas
deficiencias", pero en todo caso el cubano "no refleja el carácter
plural de la sociedad cubana".
En ocasiones,
algunos miembros de la pequeña y fragmentaria disidencia quisieron
presentarse ante sus vecinos para ser candidatos, pero éstos no los
eligieron.
En el proceso electoral 2007-2008,
un 96,8% de los cubanos asistieron a las urnas y una mínima cantidad fue
de boletas en blanco o inválidas.
Tampoco se avecinan cambios en el sistema electoral, tal como lo expresó el propio Raúl Castro en un discurso en enero de 2012.
"Nuestros
adversarios y hasta algunos que simpatizan con nosotros... nos exigen,
como si se tratara de un país en condiciones normales y no una plaza
sitiada, la reinstauración del modelo multipartidista", expresó el
mandatario para quien legalizar otras organizaciones además de la
comunista sería "sacrificar el arma estratégica de la unidad de los
cubanos, que ha hecho realidad los sueños de independencia y justicia
social".
Sin embargo, expertos miran con
interés el caso de Venezuela, donde el presidente Hugo Chávez lleva
adelante un proceso radical, pero permitiendo el pluripartidismo.
"En
términos teóricos e ideológicos la democracia cubana sería muy
representativa, pero en su práctica histórica no ha sido así", consideró
en entrevista con AP el politólogo peruano y experto en temas de
América de la Universidad Iberoamericana de México, Eduardo Bueno.
Según
Bueno, se generó un "déficit" democrático en la isla, pues aunque las
críticas a las democracias representativas que hace Cuba son ciertas
principalmente en América Latina, el modelo isleño "parece más un diseño
defensivo para oponerse al `enemigo interno' aliado de los Estados
Unidos, que la expresión de una democracia participativa de masas".
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Andrea Rodríguez está en Twitter como: http://www.twitter.com/ARodriguezAP
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