martes, 15 de enero de 2013

El penacho (y copete) de Moactezuma II o Xocoyotzin

El penacho (y copete) de Moactezuma II o Xocoyotzin

 
 
Ya heridos de muerte a manos de Pedro de Alvarado, los aztecas apedrearon al noveno señor mexica: Moctezuma II o Xocoyotzin (1502-1520), por cobarde, cuando Cortés se los mostró para calmarlos. Moctezuma usaba, en ceremonias extraordinarias, un penacho impresionante que, entre los regalos (sobornos) a los invasores, entregaron a Cortés. ¿Cómo fue a dar a la patria del usurpador Maximiliano, quien de 1864 a 1867, con el clero español y sus simpatizantes, traidores mestizos y peninsulares, se ostentó como emperador de nuestro país, siendo Benito Juárez presidente constitucional? Se cuenta que Hernán Cortés se llevó el penacho, y que en España lo robaron o lo vendieron a los austriacos.
 
Otra versión asegura que Carlota se lo llevó. Y desde hace casi 200 años está en el departamento de etnología en un museo de Viena, Austria. Varias veces se ha restaurado y desde 2004 no se exhibe. Pero ahora más que antes (lleva años) progresa la negociación para que sea devuelto a México, incluso como préstamo o intercambio por la carroza que usó Maximiliano (Ariadna Ventura y Ana Mónica Rodríguez, El Universal y La Jornada, 27 y 28 de diciembre de 2012). Según especialistas, por su antigüedad y dado que está elaborado con plumas de aves y piedras preciosas, el viaje puede pulverizarlo.
 
Pero hace unos días se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Protocolo suscrito por Peña para adicionar el convenio de intercambio cultural con Austria y traer el penacho de regreso, en un acto populista espectacular y patriotero para congraciarse con la nación.
 
Los austriacos están decididos a devolverlo, aunque no se entregue la carroza de Maximiliano.  Y los priístas-peñistas montarían un circo para distraer a la población. Los peñistas, tan religiosos como los calderonistas, tientan al diablo, ya que la presencia del penacho puede revivir en algunos pueblos indígenas del centro del país la reivindicación de sus derechos (se dice que la catedral metropolitana defeña está construida sobre una pirámide majestuosa). Y el penacho es un símbolo. Y no como el copete de Peña, que si bien ha ido aplastando, aún se le identifica con él; como la fotografía que publica la revista Poder y negocios (diciembre de 2012), con su copete-penacho muy bien peinado con la pistola que usan en las estéticas.
 
Todo indica que las gestiones peñistas para traer ese adorno de Moctezuma va por camino de una transacción. Y para montar un espectáculo mediático. Cualquier suceso es bueno si con ello se logra, pues, entretener a los mexicanos, ya que el copete del mexiquense ha dejado de ser atractivo.
 
Los romanos organizaban lo que se llamó “pan y circo” (panem et circenses) con lo que los emperadores lograban el apoyo popular. El asunto es que ya no hay PAN (Partido Acción Nacional) ni pan, y no bastaría con el circo de pasear el penacho… Como hicieron alguna vez con la piedra labrada que representa a Tláloc, el dios de la lluvia, en un recorrido para instalarlo a la entrada del Museo Nacional de Antropología. Y la nueva secretaria de Turismo, sobrina de Salinas, doña Claudia Ruiz-Massieu, podría organizar excursiones. Toda una maniobra politiquera se esconde en traer el penacho de Moctezuma.
 
*Periodista

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