Los huracanes impactan ahora en sitios que antes estaban despoblados
Domingo, 02 de junio de 2013 a las 06:04
Lo más importante
- En México, hay 10 millones de personas viviendo en los 31 municipios más expuestos al impacto de los huracanes
- Los registros precisos sobre la intensidad de los huracanes datan de la década de los 80
- Antes de esas fechas ocurrían huracanes en zonas despobladas de los que no hay registro
(CNNMéxico) — Como si fuera el primer invitado en llegar a una cita, la tormenta tropical Alvin apareció puntualmente en el océano Pacífico el 15 de mayo.
Ese día comenzó oficialmente la temporada de huracanes en México, que cada año impacta de distintas maneras en la vida de millones de mexicanos, y además alienta la percepción de que los desastres por fenómenos hidrometeorológicos van en aumento.
"En zonas donde antes no había nada, ahora hay complejos turísticos, ciudades o pueblos, eso hace que la percepción (sobre el impacto de los huracanes) vaya cambiando", dijo Benjamín Martínez López, doctor en Ciencias Naturales e investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según datos del Atlas Nacional de Riesgos, 10 millones de personas viven en los 31 municipios expuestos al mayor impacto de los huracanes: lluvias, inundaciones, deslaves y derrumbes, según Centro Nacional de Prevencion de Desastres (Cenapred).
Teresa Cavazos Pérez, investigadora del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California, sostiene que sí se ha registrado un aumento de desastres por fenómenos hidrometeorológicos, en específico los relacionados con la mayor presencia de población en zonas de riesgo.
"Si comparas un huracán muy intenso en Los Cabos (Baja California Sur) donde la población es baja, los daños no son tan altos como cuando el mismo evento cruza por zonas —más habitadas— de Sonora o Sinaloa, donde produce mucho más desastre", añadió.
El mismo fenómeno ocurre en Estado Unidos, donde ya existen estudios extensos al respecto, asegura. En México, apenas comienza a estudiarse el tema, dice la investigadora.
Hasta hace algunas décadas no quedaban registros de ningún tipo de los huracanes que tocaban tierra porque a menudo impactaban en zonas deshabitadas, señaló Benjamín Martínez, investigador de la UNAM.
El registro de la intensidad y el impacto de los huracanes en el país es algo relativamente nuevo.
Los huracanes que más afectaciones han provocado en la historia de México, según los registros del Cenapred, ocurrieron en 1909, en Nuevo León, y en 1959 en Jalisco y Colima. En cada uno de ellos murieron 1,500 personas. El Cenapred no registró la intensidad de esos fenómenos.
Otro huracán sin nombre tocó Veracruz y Tabasco en 1933. Dañó 60% de las casas por donde pasó y dejó "miles" de muertos, de acuerdo con estadísticas del mismo Centro.
En las últimas décadas todo lo relacionado con ellos queda registrado a detalle, tanto desde la perspectiva meteorológica como desde los daños.
Este es el caso del huracán Alex, de categoría 2 (en una escala de menor a mayor donde el más intenso es 5), que golpeó a tres estados del noroeste del país en el 2010.
Alex provocó en Nuevo León la muerte de 10 personas; 2,639 familias perdieron sus bienes y el gobierno estatal contrajo una deuda que tardará 20 años en pagar para reconstruir calles, carreteras, puentes, escuelas y acueductos; en Tamaulipas, 40,000 familias estuvieron incomunicadas por días, y en Coahuila hubo problemas de comunicación, según información de los respectivos gobiernos estatales.
El estudio de los huracanes
El estudio a detalle del comportamiento de los huracanes en México data de hace apenas cuatro décadas.
"El registro confiable es de la época de los satélites, de la década de 1970 para acá, previo a eso, la claridad de la información no es muy confiable", dice Martínez López.
Hoy en día se pueden conocer indicadores como la velocidad exacta de los vientos máximos o el diámetro del ojo del huracán, según Jaime Albarrán, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
También se sabe que Baja California Sur, Michoacán, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas, son los estados donde los huracanes tocan tierra con más frecuencia, en promedio, uno cada dos o cuatro años, según en Cenapred.
Los meteorólogos saben que en México se presentan alrededor de 23 tormentas tropicales cada año (se convierten en huracán a partir de los vientos de 119 kilómetros por hora), de las cuales solo cuatro tocan tierra o se acercan a menos de 100 kilómetros de distancia.
Los datos históricos y el análisis de información nueva permiten saber que para este año se esperan 15 tormentas tropicales en el Pacífico, una cifra normal. En el Atlántico se espera que se formen alrededor de 18, de las cuales cinco podrían convertirse en huracanes, una cifra "arriba de lo normal", según Arturo Quintanar, del Centro de Ciencias de la Atmósfera.
Lo que todavía falta por saber es la trayectoria de un huracán. Por ahora "no existe un modelo que la pronostique con exactitud", según Albarrán.
La importancia de hacer pronósticos precisos es que estos permiten transmitir rápidamente información relevante a la sociedad, de acuerdo con Cavazos Pérez.
La investigadora forma parte de la Red de Desastres Hidrometeorológicos y Climáticos (REDESClim), en la que participan medio centenar de académicos. Su objetivo es entender las causas físicas y sociales de los desastres, y reducir su impacto en la sociedad y los ecosistemas, según su sitio de internet.
Teresa Cavazos considera que los pronósticos del SMN son eficientes en general, pero que es necesario hacer pronósticos regionales y mejorar la comunicación con quienes toman las decisiones para hacer llegar la voz de alarma de forma eficiente, en caso que sea necesario.
El gobierno federal anunció el martes que "transformará" el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) a fin de minimizar las consecuencias de siniestros y desastres naturales.
La transformación incluirá la creación de un Sistema Nacional de Alertas que permita contar con información que permita informar a los mexicanos sobre situaciones de peligro inminente.
CNNMéxico solicitó una entrevista al Sinaproc a fin de conocer el alcance de esta transformación, pero no obtuvo respuesta.
Ese día comenzó oficialmente la temporada de huracanes en México, que cada año impacta de distintas maneras en la vida de millones de mexicanos, y además alienta la percepción de que los desastres por fenómenos hidrometeorológicos van en aumento.
"En zonas donde antes no había nada, ahora hay complejos turísticos, ciudades o pueblos, eso hace que la percepción (sobre el impacto de los huracanes) vaya cambiando", dijo Benjamín Martínez López, doctor en Ciencias Naturales e investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según datos del Atlas Nacional de Riesgos, 10 millones de personas viven en los 31 municipios expuestos al mayor impacto de los huracanes: lluvias, inundaciones, deslaves y derrumbes, según Centro Nacional de Prevencion de Desastres (Cenapred).
Teresa Cavazos Pérez, investigadora del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California, sostiene que sí se ha registrado un aumento de desastres por fenómenos hidrometeorológicos, en específico los relacionados con la mayor presencia de población en zonas de riesgo.
"Si comparas un huracán muy intenso en Los Cabos (Baja California Sur) donde la población es baja, los daños no son tan altos como cuando el mismo evento cruza por zonas —más habitadas— de Sonora o Sinaloa, donde produce mucho más desastre", añadió.
El mismo fenómeno ocurre en Estado Unidos, donde ya existen estudios extensos al respecto, asegura. En México, apenas comienza a estudiarse el tema, dice la investigadora.
Hasta hace algunas décadas no quedaban registros de ningún tipo de los huracanes que tocaban tierra porque a menudo impactaban en zonas deshabitadas, señaló Benjamín Martínez, investigador de la UNAM.
El registro de la intensidad y el impacto de los huracanes en el país es algo relativamente nuevo.
Los huracanes que más afectaciones han provocado en la historia de México, según los registros del Cenapred, ocurrieron en 1909, en Nuevo León, y en 1959 en Jalisco y Colima. En cada uno de ellos murieron 1,500 personas. El Cenapred no registró la intensidad de esos fenómenos.
Otro huracán sin nombre tocó Veracruz y Tabasco en 1933. Dañó 60% de las casas por donde pasó y dejó "miles" de muertos, de acuerdo con estadísticas del mismo Centro.
En las últimas décadas todo lo relacionado con ellos queda registrado a detalle, tanto desde la perspectiva meteorológica como desde los daños.
Este es el caso del huracán Alex, de categoría 2 (en una escala de menor a mayor donde el más intenso es 5), que golpeó a tres estados del noroeste del país en el 2010.
Alex provocó en Nuevo León la muerte de 10 personas; 2,639 familias perdieron sus bienes y el gobierno estatal contrajo una deuda que tardará 20 años en pagar para reconstruir calles, carreteras, puentes, escuelas y acueductos; en Tamaulipas, 40,000 familias estuvieron incomunicadas por días, y en Coahuila hubo problemas de comunicación, según información de los respectivos gobiernos estatales.
El estudio de los huracanes
El estudio a detalle del comportamiento de los huracanes en México data de hace apenas cuatro décadas.
"El registro confiable es de la época de los satélites, de la década de 1970 para acá, previo a eso, la claridad de la información no es muy confiable", dice Martínez López.
Hoy en día se pueden conocer indicadores como la velocidad exacta de los vientos máximos o el diámetro del ojo del huracán, según Jaime Albarrán, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
También se sabe que Baja California Sur, Michoacán, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas, son los estados donde los huracanes tocan tierra con más frecuencia, en promedio, uno cada dos o cuatro años, según en Cenapred.
Los meteorólogos saben que en México se presentan alrededor de 23 tormentas tropicales cada año (se convierten en huracán a partir de los vientos de 119 kilómetros por hora), de las cuales solo cuatro tocan tierra o se acercan a menos de 100 kilómetros de distancia.
Los datos históricos y el análisis de información nueva permiten saber que para este año se esperan 15 tormentas tropicales en el Pacífico, una cifra normal. En el Atlántico se espera que se formen alrededor de 18, de las cuales cinco podrían convertirse en huracanes, una cifra "arriba de lo normal", según Arturo Quintanar, del Centro de Ciencias de la Atmósfera.
Lo que todavía falta por saber es la trayectoria de un huracán. Por ahora "no existe un modelo que la pronostique con exactitud", según Albarrán.
La importancia de hacer pronósticos precisos es que estos permiten transmitir rápidamente información relevante a la sociedad, de acuerdo con Cavazos Pérez.
La investigadora forma parte de la Red de Desastres Hidrometeorológicos y Climáticos (REDESClim), en la que participan medio centenar de académicos. Su objetivo es entender las causas físicas y sociales de los desastres, y reducir su impacto en la sociedad y los ecosistemas, según su sitio de internet.
Teresa Cavazos considera que los pronósticos del SMN son eficientes en general, pero que es necesario hacer pronósticos regionales y mejorar la comunicación con quienes toman las decisiones para hacer llegar la voz de alarma de forma eficiente, en caso que sea necesario.
El gobierno federal anunció el martes que "transformará" el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) a fin de minimizar las consecuencias de siniestros y desastres naturales.
La transformación incluirá la creación de un Sistema Nacional de Alertas que permita contar con información que permita informar a los mexicanos sobre situaciones de peligro inminente.
CNNMéxico solicitó una entrevista al Sinaproc a fin de conocer el alcance de esta transformación, pero no obtuvo respuesta.
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