Los exportadores de gas defienden sus intereses
Foto: EPA
Fuente La Voz de Rusia. Vladímir Putin hizo un llamamiento al respecto en su discurso ante la segunda cumbre de Foro de los Países Exportadores de Gas (FPEG).
Durante
su intervención en la cumbre, el presidente de Rusia propuso aunar
esfuerzos para la defensa de los intereses de los suministradores de
este combustible. Una vez más, criticó las condiciones del tercer
paquete energético de la UE, así como el deseo de los europeos de
negarse a firmar contratos a largo plazo y “desvincular” los precios del
gas de las cotizaciones petroleras. El tercer paquete energético fue
aprobado en el año 2009. Dicho documento prohíbe a las compañías
extractoras poseer al mismo tiempo redes transportadoras y
distribuidoras. Estas condiciones más de una vez han creado obstáculos
en el funcionamiento de Gazprom en el mercado europeo. El director del
Instituto de Energética Nacional, Serguéi Pravosúdov, comenta:
—Tuvo
lugar una historia de mucha resonancia con el gasoducto OPAL, que no
fue construido según las normas del tercer paquete energético, y por
esta causa solo puede ser usado a la mitad de su capacidad. Pero no hay
quien lo explote. Esto inquieta no solamente a Gazprom, sino además, a
las compañías europeas que invirtieron su dinero en el mismo y también
son copropietarias. Es evidente que esto es una especie de locura contra
la cual pretenden luchar.
Las limitaciones del
tercer paquete energético no solo causan incomodidades a Rusia, sino
también a otros participantes del FPEG. Las reglas del juego que ahora
impone Europa en virtud de ser el más grande consumidor, ya sean los
contratos a largo plazo o las condiciones de “confía y paga”, garantizan
el resarcimiento del voluminoso capital de la rama gasífera con sus
largos ciclos inversionistas. Hacer concesiones serias, incluso en
condiciones de una creciente demanda de gas, es doblemente desventajoso
para todos los exportadores. Además, vincular los precios contractuales
del gas al mercado libre, como quiere la UE, podría, en perspectiva,
hacer que el combustible para Europa resulte más caro, consideran los
expertos. El jefe del Departamento de Investigaciones Analíticas de la
compañía Capital UNIVER, Dmitri Aleksándrov, presupone que la
obstinación de la UE está relacionada con la falta de perspectiva y el
deseo de obtener beneficios inmediatos:
—Esto
es una decisión puramente coyuntural, porque ellos ven determinadas
perspectivas de aumento en la oferta de gas natural y desean obtener
este recurso a precios más bajos. Esta es una ideología de mercado y
absolutamente comercial.
Sin embargo, el vínculo a
los precios al contado daña la estabilidad del mercado energético
global. Esto lo comprenden tanto Rusia con sus planificados
multimillonarios proyectos gasíferos, como otros exportadores de
combustible. Hasta ahora, la única manera de evitar las limitaciones del
paquete energético es otorgar a los proyectos rusos el estatus de
“gasoductos paneuropeos”, como fue el caso del Nord Stream. Pero Europa
no se apura a otorgar tal estatus. Sin embargo, el principio ya ha sido
establecido, señala Dmitri Aleksándrov:
—Ahora,
hay algunos avances en uno de los proyectos, en el Nord Stream, y el
problema seguramente será resuelto. Respecto a los gasoductos OPAL y NEL
el problema persiste, así como para el South Stream.
Rusia
tiene la oportunidad de acordar la derogación del tercer paquete
energético. Debido a la crisis, la UE ha recortado los gastos del
carísimo programa de la energética alternativa. El gas natural sigue
siendo el combustible más ecológico y eficiente. Además, más barato que
el de esquisto. En las condiciones de una economía cruel es poco
probable que los europeos renuncien al gas ruso, incluso a cambio de la
tan cacareada independencia energética.
fs/mo/sm
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