Presidente de Colombia ordena militarizar Bogotá tras violentos disturbios
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Por Luis Jaime Acosta
BOGOTA (Reuters) - El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenó el viernes militarizar Bogotá, un día después de los disturbios que dejaron dos personas muertas y millonarias pérdidas económicas, acudiendo a una medida no usada en más de una década.
Aunque los desordenes más graves se registraron en Bogotá, otras tres personas murieron en ciudades de los departamentos de Cundinamarca, Tolima y Antioquia en donde también hubo saqueos y enfrentamientos entre manifestantes y la policía.
Cientos de soldados en uniforme de combate y armados con fusiles automáticos patrullaban las calles del centro de la capital colombiana de 8 millones de habitantes, montando guardia frente a almacenes, restaurantes y edificios gubernamentales.
Santos busca evitar nuevos saqueos de comercios, ataques a la policía y actos de vandalismo como los que estremecieron el jueves a Bogotá durante una movilización de campesinos contra el elevado costo de los fertilizantes, el bajo precio que reciben por sus cosechas y la creciente competencia de los productos importados al amparo de tratados de libre comercio.
"Ordené la militarización de Bogotá y así lo haré a partir de hoy en cualquier municipio o en cualquier zona en donde sea necesaria la presencia de nuestros soldados", dijo el mandatario en una alocución por radio y televisión.
"Con los vándalos y con los violentos, tengan la absoluta seguridad, no habrá ninguna contemplación", advirtió.
Los saqueos y actos de violencia llevaron al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, a declarar el toque de queda en cuatro zonas de la ciudad entre la noche del jueves y la madrugada del viernes.
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Infografía sobre zonas de protestas en Bogotá link.reuters.com/cuk72v
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Las autoridades militares y de policía reportaron normalidad en Bogotá después de la medida de Santos, sin que se registraran nuevas protestas ni actos de violencia.
El bloqueo de carreteras interdepartamentales durante las protestas campesinas, que comenzaron hace casi dos semanas y en medio de la que han sido incendiados vehículos, afectó el suministro de alimentos en Bogotá y otras ciudades del país, provocando alzas en los precios.
Los actos de violencia durante la movilización campesina aumentaron la presión sobre Santos, un político de centro derecha de 62 años que en los próximos tres meses debe decidir si buscará la reelección en el 2014.
En una decisión que pareció funcionar, el presidente mandó a
50.000 militares apoyar a la policía para despejar las carreteras,
mientras que ordenó utilizar aviones militares para restablecer el
suministro de alimentos y dijo que el ejército y la policía escoltarían a
los camiones de carga.
CAMPESINOS LEVANTAN BLOQUEOS
Horas después del anuncio de Santos, los líderes de la protesta campesina dijeron que han logrado acuerdos parciales con el Gobierno y pidieron a los manifestantes levantar los bloqueos de las carreteras.
"Se han logrado acuerdos parciales, lo cual nos da la potestad para invitar a los manifestantes a permitir el libre tránsito vehicular", precisó un comunicado de los organizadores de la manifestación.
Los dirigentes campesinos aclararon, sin embargo, que se mantendrán a la orilla de las vías, mientras que condenaron la violencia e instaron a los negociadores del Gobierno a regresar a la mesa de diálogo que abandonaron por orden de Santos.
Previamente, el presidente también hizo algunas concesiones, eliminando los aranceles a los fertilizantes e imponiendo salvaguardias para reducir la importación de alimentos.
Los desordenes se producen en momentos en que Santos busca
acelerar negociaciones de paz con la guerrilla izquierdista de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Cuba, para poner
fin a casi medio siglo de violencia que ha dejado más de 200.000 muertos
y millones de desplazados.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, acusó el jueves a las FARC de haber infiltrado la protesta agrícola para atacar a la policía, bloquear carreteras y cometer actos de vandalismo.
Aunque Santos no mencionó directamente al grupo, denunció la que era una "protesta obligada a punta de fusil o de amenazas" para obligar a los campesinos a participar en el movimiento.
Los campesinos rechazaron cualquier influencia política en su protesta como lo denunció el mandatario.
(Reporte de Luis Jaime Acosta; editado por Esteban Israel)
BOGOTA (Reuters) - El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenó el viernes militarizar Bogotá, un día después de los disturbios que dejaron dos personas muertas y millonarias pérdidas económicas, acudiendo a una medida no usada en más de una década.
Aunque los desordenes más graves se registraron en Bogotá, otras tres personas murieron en ciudades de los departamentos de Cundinamarca, Tolima y Antioquia en donde también hubo saqueos y enfrentamientos entre manifestantes y la policía.
Cientos de soldados en uniforme de combate y armados con fusiles automáticos patrullaban las calles del centro de la capital colombiana de 8 millones de habitantes, montando guardia frente a almacenes, restaurantes y edificios gubernamentales.
Santos busca evitar nuevos saqueos de comercios, ataques a la policía y actos de vandalismo como los que estremecieron el jueves a Bogotá durante una movilización de campesinos contra el elevado costo de los fertilizantes, el bajo precio que reciben por sus cosechas y la creciente competencia de los productos importados al amparo de tratados de libre comercio.
"Ordené la militarización de Bogotá y así lo haré a partir de hoy en cualquier municipio o en cualquier zona en donde sea necesaria la presencia de nuestros soldados", dijo el mandatario en una alocución por radio y televisión.
"Con los vándalos y con los violentos, tengan la absoluta seguridad, no habrá ninguna contemplación", advirtió.
Los saqueos y actos de violencia llevaron al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, a declarar el toque de queda en cuatro zonas de la ciudad entre la noche del jueves y la madrugada del viernes.
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Infografía sobre zonas de protestas en Bogotá link.reuters.com/cuk72v
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Las autoridades militares y de policía reportaron normalidad en Bogotá después de la medida de Santos, sin que se registraran nuevas protestas ni actos de violencia.
El bloqueo de carreteras interdepartamentales durante las protestas campesinas, que comenzaron hace casi dos semanas y en medio de la que han sido incendiados vehículos, afectó el suministro de alimentos en Bogotá y otras ciudades del país, provocando alzas en los precios.
Los actos de violencia durante la movilización campesina aumentaron la presión sobre Santos, un político de centro derecha de 62 años que en los próximos tres meses debe decidir si buscará la reelección en el 2014.
En una decisión que pareció funcionar, el presidente mandó a
50.000 militares apoyar a la policía para despejar las carreteras,
mientras que ordenó utilizar aviones militares para restablecer el
suministro de alimentos y dijo que el ejército y la policía escoltarían a
los camiones de carga.CAMPESINOS LEVANTAN BLOQUEOS
Horas después del anuncio de Santos, los líderes de la protesta campesina dijeron que han logrado acuerdos parciales con el Gobierno y pidieron a los manifestantes levantar los bloqueos de las carreteras.
"Se han logrado acuerdos parciales, lo cual nos da la potestad para invitar a los manifestantes a permitir el libre tránsito vehicular", precisó un comunicado de los organizadores de la manifestación.
Los dirigentes campesinos aclararon, sin embargo, que se mantendrán a la orilla de las vías, mientras que condenaron la violencia e instaron a los negociadores del Gobierno a regresar a la mesa de diálogo que abandonaron por orden de Santos.
Previamente, el presidente también hizo algunas concesiones, eliminando los aranceles a los fertilizantes e imponiendo salvaguardias para reducir la importación de alimentos.
Los desordenes se producen en momentos en que Santos busca
acelerar negociaciones de paz con la guerrilla izquierdista de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Cuba, para poner
fin a casi medio siglo de violencia que ha dejado más de 200.000 muertos
y millones de desplazados.El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, acusó el jueves a las FARC de haber infiltrado la protesta agrícola para atacar a la policía, bloquear carreteras y cometer actos de vandalismo.
Aunque Santos no mencionó directamente al grupo, denunció la que era una "protesta obligada a punta de fusil o de amenazas" para obligar a los campesinos a participar en el movimiento.
Los campesinos rechazaron cualquier influencia política en su protesta como lo denunció el mandatario.
(Reporte de Luis Jaime Acosta; editado por Esteban Israel)
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