El Congreso de EEUU y el conflicto sirio
Foto: EPA
Aunque
Obama no necesita la autorización del Congreso para asestar el golpe,
la misma reviste suma importancia para el inquilino de la Casa Blanca,
ya que ni la ONU, ni la OTAN y ni siquiera Gran Bretaña han osado apoyar
sus planes.
Este
martes, 3 de septiembre, el Comité del Senado para asuntos extranjeros
estudiará la conveniencia de asestar el golpe contra Siria. Ante los
senadores harán uso de la palabra el secretario de Estado, John Kerry;
el jefe del Pentágono, Chuck Hagel, y el presidente del Estado Mayor
Conjunto, Martin Dempsey. En los oficios remitidos a los senadores se
afirma que la planeada operación militar busca el objetivo de privar al
régimen sirio de la posibilidad de emplear armas de exterminio en masa.
Pero
no todos los senadores, ni mucho menos, creen que la intervención
militar responda a los intereses nacionales de EEUU. Por ejemplo, el
republicano Alan Grayson, ha expresado que su país no es un “policía
global” y no puede permitirse “aventuras militares que duren una década e
incluso más”.
El
senador Rand Paul insiste en que Washington debería estrechar su
cooperación con Moscú y Pekín para arreglar la crisis siria, en vez de
plantear ultimátums, poniendo a sí mismo en situación delicada. Comenta
la situación Fiódor Voitolovski, experto del Instituto de Economía
Mundial y Relaciones Internacionales:
-Los
senadores y congresistas procuran no defraudar las esperanzas que en
ellos depositan sus electores. Pero en la sociedad estadounidense, según
recientes encuestas, no hay consenso respecto a este tema. Según
diversas fuentes, entre el 60% y el 70% de los estadounidenses se oponen
a la intervención militar en Siria. Así las cosas, los legisladores no
quieren una reacción negativas de sus votantes.
Entre
los partidarios de asestar golpe contra Siria figura el republicando
John McCain. Siendo “halcón” por excelencia, este senador plantea que
una operación limitada será insuficiente, insistiendo en la necesidad de
destruir toda la infraestructura de las tropas gubernamentales sirias.
Si el Congreso desaprueba el proyecto de resolución presentado por la
Casa Blanca, será un verdadero desastre nacional, opina.
Si
el Congreso vota en contra después de que el primer mandatario
anunciara su decisión de actuar, las consecuencias serán catastróficas,
socavando el prestigio de la nación a los ojos de nuestros amigos y
enemigos.
Entre
tanto, uno de los participantes en las audiencias en el Congreso, el
presidente del Estado Mayor Conjunto, Martin Dempsey, ya ha dado a
entender que desaprueba la eventual campaña militar contra Siria, ya
que, de un lado, sería un fardo adicional para el presupuesto y, de
otro, acarrearía unas consecuencias impredecibles.
Pero
únicamente los resultados de la votación en el Congreso revelará lo que
en realidad piensan sobre la conveniencia de atacar Siria el secretario
de Estado, John Kerry, y el Jefe del Pentágono, Chuck Hagel, subraya el
politólogo Fiódor Voitolovski:
-Quisiera
llamar la atención sobre la circunstancia de que ambos funcionarios
son exsenadores. John Kerry, además, presidió el comité senatorial para
asuntos internacionales. Ambos gozan de una considerable influencia en
el Congreso. En función de cuánto dure la tramitación del documento,
podremos formarnos una idea de si realmente Kerry y Hagel están
interesados en una intervención inmediata en Siria o simplemente se
empeñan en guardar las apariencias y eludir acciones militares con ayuda
de procedimientos políticos.
Cabe
añadir que los diputados rusos planean entrevistarse con sus colegas de
EEUU, según han revelado Serguéi Narishkin, presidente de la Duma de
Estado (cámara baja del parlamento), y Valentina Matvienko, presidenta
del Consejo de la Federación (cámara alta). En el curso de las pláticas,
parlamentarios rusos procurarán persuadir a los congresistas a asumir
una actitud más equilibrada respecto al problema sirio.
Es
sintomático que Gran Bretaña, aliada más leal de EEUU, haya dada una
sorpresa desagradable a Washington, cuando sus parlamentarios, por
mayoría de votos, se negaron a aprobar la participación en intervención.
Lo mismo ha hecho la OTAN. “No veo qué misión podría desempeñar la OTAN
dentro de las reacciones internacionales al régimen sirio”, manifestó
el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen.
Ach/sk/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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