miércoles, 4 de septiembre de 2013

La Primavera Árabe: el fin del cristianismo en Oriente Medio

La Primavera Árabe: el fin del cristianismo en Oriente Medio

La Primavera Árabe: el fin del cristianismo en Oriente Medio

La caída del régimen de Bashar Asad puede marcar el fin de la civilización cristiana no solo en Siria, sino en todo Oriente Medio, según expertos.

Los adeptos a la doctrina de Jesucristo en dicha región ya están siendo sometidos a una cruel persecución y peligros mortales. No solo el cristianismo, sino también el resto de las religiones tradicionales pueden desaparecer.
Los que hoy en día están combatiendo contra Bashar Asad en Siria tienen vinculación con el terrorismo internacional y concretamente Al Qaeda. No respetan los valores de ninguna otra religión, salvo la suya propia. De ahí que todos los que no compartan su visión de la vida y la política sean proclamados “enemigos”. El muftí Farid Salman, jefe del Consejo de Ulemas de la Asociación rusa para la Concordia Islámica, explica:
Al Qaeda es una de las corrientes islamistas que desprecia a los cristianos. De acuerdo al islam tradicional, los cristianos y judíos son pueblos de la Santa Escritura, pero los radicales, islamistas y sus similares rehúsan reconocerlos como socios de un diálogo interreligioso ni los tratan como a seres humanos. Ahí está el ejemplo de Egipto. En cuanto los salafistas y Hermanos Musulmanes se hicieron con un mínimo poder bajo la presidencia de Morsi, enseguida estallaron conflictos y enfrentamientos interreligiosos. La mayoría de los cristianos coptos tuvieron que abandonar el país. Y es que los coptos no solo son la población autóctona de Egipto, sino que fueron los que abrieron las puertas del islam para los árabes en ese país. Lo mismo está sucediendo en Siria.
Farid Salman sostiene que si los islamistas obtienen el poder en Siria, el escenario de eliminación del cristianismo será mucho más cruel que el que se observó en el vecino Iraq.
En Siria, las relaciones entre cristianos y musulmanes siempre han sido más sólidas y profundas que en Iraq. Si en Iraq se trataba de una mera relación de socios, en Siria estos vínculos tienen carácter humano y humanitario. Por eso, la actitud de los islamistas hacia los cristianos será muy distinta. Desde el punto de vista de los islamistas, todo lo que tenga que ver con el cristianismo debe ser destruido. He visto con mis propios ojos cómo se está eliminando en Siria el acervo cristiano de ese país.
Los temores respecto al destino del cristianismo en Medio Oriente expresados por el muftí ruso son bien justificados, ya que en más de una ocasión se concretaron en episodios trágicos de la historia regional. El teólogo experto en islam, Román Suilántiev, comenta:
Hay un montón de ejemplos cuando el triunfo de los wahabíes culminaba con masacres contra la población cristiana. Quedan muy pocos cristianos en Iraq. Casi no los hay en Afganistán. Hace ya mucho que no existen en Arabia Saudí, a pasar de haberla poblado mucho antes que los musulmanes. En todos los países donde los wahabíes ascienden al poder los cristianos se ven discriminados, exterminados o expulsados. Es un problema de trascendencia global. Lo mismo está sucediendo en Nigeria, Pakistán y algunos otros países.
Al anunciar la “cruzada” contra el Gobierno de Bashar Asad, Occidente, obviamente, no se daba cuenta de que, en realidad, estaba firmando una sentencia de muerte al cristianismo en Siria. El analista político Adzhar Kúrtov, del Instituto ruso de Pesquisas Estratégicas, aclara:
Cabe señalar que lo que dicen los políticos occidentales sobre Siria y lo que comentan al respecto los medios de comunicación en Occidente, normalmente, tiene que ver con infracciones del Derecho Internacional Humanitario en relación a la población civil. En cambio, la problemática interreligiosa queda prácticamente sin cobertura, o de repente deliberadamente silenciada, lo cual es por un lado bastante comprensivo, porque no son las tropas gubernamentales las que atacan a los cristianos y a otros infieles y las comunidades ajenas al radicalismo suní, más por otro, si el objetivo que se plantean los políticos occidentales en Siria es de hecho hacer respetar las normas de la alta moral, incluidos los derechos humanos, les convendría dejar de ignorar los deplorables hechos de exacerbación de la violencia interreligiosa en sus formas más drásticas.
Muchos historiadores y analistas políticos estiman que la presencia de cristianos en Siria y Oriente Medio sirvió de garantía para la preservación y consolidación de las tradicionales formas civilizadas de islam en esa región.
nv/kg/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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