Congreso mexicano encara denuncias de corrupción |
2014-04-10 00:00:00 Visitas: 185 |
MEXICO
(AP) — "Quería comentar un tema que es un tanto cuanto delicado", se le
escucha decir al alcalde de la ciudad mexicana de Celaya, quien acto
seguido suelta la bomba: diputados federales le han pedido inflar en 35%
contratos de pavimentación a cambio de recibir el equivalente a 12,2
millones de dólares en fondos públicos.
No sólo eso, también le dijeron que tenía que ir con una empresa constructora que ellos elegirían.
La conversación entre Ismael
Pérez Ordaz, alcalde de Celaya, en el estado central de Guanajuato y a
unos 263 kilómetros al noroeste de la Ciudad de México, y varios
funcionarios fue grabada y entregada al diario Reforma. Su difusión puso
sobre el tapete una corrupción a base de coimas que muchos reconocen en
privado, pero de la que pocos se atreven a hablar en público.
Coloquialmente se conocen como
"moches", una palabra que en México se usa cuando alguien entrega algo
-digamos dinero- en espera de recibir otra cosa y que hoy son parte de
un escándalo político que por haber salpicado al mismo Congreso federal
ha sorprendido incluso a un país que históricamente ha padecido la
corrupción en distintos aspectos de la vida diaria.
Algunos alcaldes del centro y
norte de México han dicho en privado que legisladores federales, de
manera directa o a través de enviados, les exigen "moches" para
agilizarles la llegada de recursos federales, que en muchos casos
representan la mayor parte del dinero que un municipio puede disponer
para realizar obras públicas. Dicen que también se les pide escoger
empresas relacionadas con los congresistas para realizar los trabajos en
sus localidades.
"Es inédito que (el episodio
de Celaya) saliera a la luz pública", comentó Bárbara Botello, alcaldesa
de León, Guanajuato, y presidenta de una asociación de municipios de
México. "Se está manchando la imagen de estas instituciones, pero de
alguna forma espero que esto sirva para que transitemos a la
transparencia".
Botello dijo a la AP que ella
no ha sido víctima de los "moches", pero que se han acercado entre
cuatro y cinco alcaldes para denunciar que se les pide, y aunque le han
mencionado nombres nadie le ha presentado ninguna prueba específica.
"Hay temor de muchos de alguna
represalia, de que no se baje el recurso", declaró Botello sobre la
posibilidad de que no se les entreguen fondos por hablar abiertamente de
los mecanismos de corrupción. "He estado invitando a los alcaldes a que
den pruebas", añadió.
México conoció de esta
práctica a finales de 2013 a través de dichos en su mayoría anónimos en
la prensa, aunque un nombre comenzó a repetirse como quien sería uno de
los principales involucrados en el cobro de coimas, o "moches": Luis
Alberto Villarreal, diputado federal y coordinador del conservador
Partido Acción Nacional (PAN) en la cámara baja, quien ha negado en todo
momento los señalamientos y ha pedido una investigación.
A petición del propio
Villarreal, la Procuraduría General de la República abrió una
investigación que varios ven como una prueba de la capacidad del
gobierno del presidente Enrique Peña Nieto para aplicar la justicia en
un flagelo que su gobierno ha prometido extirpar: el de la corrupción.
El caso de "los moches" es
también considerado un reflejo de los graves problemas de corrupción que
desde la época colonial se arraigaron en el país y que no logran
erradicarse pese a ciertos avances en la construcción de algunos
contrapesos institucionales.
El funcionamiento de los
"moches" se conoció de manera más clara en enero, cuando el diario
Reforma divulgó el audio de Pérez Ordaz.
Ningún nombre es mencionado,
aunque en el transcurso de las semanas la prensa local señaló que la
trama habría sido orquestada por Villarreal. Como él, Pérez Ordaz
también es militante del PAN.
En respuesta a una solicitud
de The Associated Press para hablar con Pérez Ordaz, su oficina de
prensa envió un audio en el que el alcalde reconoce que la grabación es
real y que sí dijo lo que se escuchó. "Hay una grabación en una plática
privada de mi parte con personal del ayuntamiento en donde yo explicaba
todo este tema", señaló. Sin embargo, aseguró que pese a la petición, él
no incurrió en ninguna ilegalidad.
El dinero para la
pavimentación de Celaya representa poco más del 10% de los recursos del
presupuesto de Celaya. Sin embargo, recursos federales que reciben
algunos municipios en el país representan hasta tres cuartas partes de
todo su presupuesto, como en Calvillo, una municipalidad del estado
norteño de Aguascalientes.
Javier Luévano Núñez asumió en
enero la alcaldía del municipio de Calvillo por el PAN y también ha
sido mencionado en la prensa como una de las víctimas de extorsión por
legisladores federales.
Luévano aseguró a la AP que no
es verdad, que nadie le ha exigido "moches". Dijo que él mismo, en el
último trimestre del 2013, acudió al Congreso para gestionar sin ningún
intermediario recursos federales para su municipio. Al final, dijo,
logró conseguir unos 100 millones de pesos, que representan unas tres
cuartas partes del presupuesto total para 2014.
Comentó que él ha escuchado que sí se exigen "moches", pero insiste que "nunca se nos hizo esta petición".
Villarreal no contestó a una
solicitud de entrevista, aunque ha dicho que son mentiras. La
indagatoria que abrieron las autoridades sigue en la etapa de solicitud
de información a los alcaldes para que presenten alguna prueba.
En el lenguaje jurídico, los
"moches" se traducen en el delito de cohecho, es decir que un servidor
público solicite o reciba directa o indirectamente dinero de manera
indebida para hacer algo. El castigo puede llegar hasta los 14 años de
prisión.
Pero en un país con una larga
historia de corrupción y desconfianza ante la aplicación de la justicia,
el caso de los "moches" representa un importante desafío para las
autoridades.
Para José Fernández Santillán,
politólogo e investigador del Tecnológico de Monterrey, la corrupción
en México encuentra sus raíces durante la colonia española hace cinco
siglos y que entonces se veía reflejada, por ejemplo, en la venta de
cargos oficiales.
"El problema de la corrupción
en México es endémico, de larga data", dijo. De hecho, añadió, "el
aceite que lubricó todo el engranaje del sistema político mexicano
durante décadas fue la corrupción".
La corrupción se ha mantenido,
aunque con variantes, a lo largo de los últimos 500 años de la historia
del país, aunque Fernández consideró que en los últimos tiempos la
alternancia democrática ha permitido crear contrapesos y, sobre todo, ha
permitido exponerla.
"El escándalo es una reacción de la democracia contra la corrupción", consideró.
Luévano, el alcalde de
Calvillo, dijo que no había recibido ninguna solicitud de la
Procuraduría para declarar sobre el tema, pero que estará dispuesto a
hacerlo.
"Estamos tranquilos", expresó.
Y es que en sus propias palabras, el tema de los "moches" es como "un
fantasma" al que "nosotros nunca vimos".
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domingo, 13 de abril de 2014
Congreso mexicano encara denuncias de corrupción
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