Caos, desabasto y rapiña en Los Cabos tras 'Odile'
EL UNIVERSAL/LOS CABOS, BAJA CALIFORNIA SUR / Publicada el 18/09/2014El Gobierno Federal ya ha enviado a la Gendarmería Nacional para mantener el orden en la ciudad. Foto: Especial.
Los
habitantes de Los Cabos han pasado de la incredulidad a la
desesperación total. El desabasto de alimentos es un problema que los ha
comenzado a rebasar.
“Estamos viviendo los momentos más críticos", dice Roberto, uno de vecinos que se encuentra formado a las afueras del destacamento militar de San José del Cabo, en espera de que pueda obtener una caja de despensa con los productos de la canasta básica.
“No tenemos donde comprar alimentos, la mayoría de la tiendas ya fueron saqueadas, no hay nada”, señala angustiado.
Es casi media noche, y la ciudad se encuentra en la oscuridad, sólo la escasa luz de los vehículos que circulan alumbran las calles. La gente camina en la penumbra, quienes tienen baterías para sus lámparas son los más privilegiados.
Durante el recorrido en las calles de Los Cabos, hay que sortear los postes de luz que no resistieron ante el embate de “Odile” y a las barricadas que los vecinos que han instalado para protegerse de la rapiña que ha crecido considerablemente en los últimos días ante la falta de luz eléctrica en la mayor parte de la ciudad.
“Es muy lamentable que las autoridades policiacas no puedan brindar la seguridad en la zona, ya quedaron rebasados ante este grupo de personas que se aprovecha de las circunstancias”, dice Dalia, quien tuvo que contratar a varios vigilantes para que protegieran su negocio de los saqueos.
Además cada vez escasea más la gasolina, pues sólo tres estaciones de servicio -las únicas que tienen planta de luz- están abasteciendo de combustible a Los Cabos.
Las largas filas de vehículos se forman en los alrededores de las gasolineras, mientras sus ansiosos conductores esperan varias horas con la esperanza de llenar sus tanques.
“Llevamos alrededor de cinco horas para que nos puedan vender 25 litros de gasolina, y de esta manera podamos trasladarnos a realizar nuestras actividades cotidianas”, comentó Miguel, uno de los conductores.
Agrega que de empeorar la situación buscará salir del estado con su familia para evitar sufrir la escasez de alimentos.
“Ya es una situación desesperante, sólo estamos dependiendo de las despensas que las autoridades nos están facilitando, en el momento que dejen de ayudarnos, esto va colapsar”, dice el vecino de la colonia Oasis, en San José del Cabo.
Conforme se van recorriendo las calles, se puede apreciar la magnitud con que “Odile” pegó a este centro turístico, prácticamente desmantelado.
“Por favor manden agua”, la suplica es la misma desde el martes. Los turistas que se encontraban varados en Baja California Sur siguen siendo trasladados a Tijuana y su petición continúa siendo el envió de víveres a los que se quedaron en Los Cabos y La Paz.
La tarde de este miércoles, un avión pequeño, Spartan, arribó a la Base Aérea número 12 de Tijuana. Trasladó a más de 40 personas que solicitaron su traslado a la frontera, para regresar a sus lugares de origen en Estados Unidos.
Hasta este miércoles, 771 personas habían sido transportadas en aviones de la Fuerza Aérea y el Ejército a la ciudad de Tijuana, lo que se ha convertido en su única oportunidad para salir de la Península de Baja California, ya que tanto el Aeropuerto de La Paz como de Los Cabos siguen cerrados.
“Estamos viviendo los momentos más críticos", dice Roberto, uno de vecinos que se encuentra formado a las afueras del destacamento militar de San José del Cabo, en espera de que pueda obtener una caja de despensa con los productos de la canasta básica.
“No tenemos donde comprar alimentos, la mayoría de la tiendas ya fueron saqueadas, no hay nada”, señala angustiado.
Es casi media noche, y la ciudad se encuentra en la oscuridad, sólo la escasa luz de los vehículos que circulan alumbran las calles. La gente camina en la penumbra, quienes tienen baterías para sus lámparas son los más privilegiados.
Durante el recorrido en las calles de Los Cabos, hay que sortear los postes de luz que no resistieron ante el embate de “Odile” y a las barricadas que los vecinos que han instalado para protegerse de la rapiña que ha crecido considerablemente en los últimos días ante la falta de luz eléctrica en la mayor parte de la ciudad.
“Es muy lamentable que las autoridades policiacas no puedan brindar la seguridad en la zona, ya quedaron rebasados ante este grupo de personas que se aprovecha de las circunstancias”, dice Dalia, quien tuvo que contratar a varios vigilantes para que protegieran su negocio de los saqueos.
Además cada vez escasea más la gasolina, pues sólo tres estaciones de servicio -las únicas que tienen planta de luz- están abasteciendo de combustible a Los Cabos.
Las largas filas de vehículos se forman en los alrededores de las gasolineras, mientras sus ansiosos conductores esperan varias horas con la esperanza de llenar sus tanques.
“Llevamos alrededor de cinco horas para que nos puedan vender 25 litros de gasolina, y de esta manera podamos trasladarnos a realizar nuestras actividades cotidianas”, comentó Miguel, uno de los conductores.
Agrega que de empeorar la situación buscará salir del estado con su familia para evitar sufrir la escasez de alimentos.
“Ya es una situación desesperante, sólo estamos dependiendo de las despensas que las autoridades nos están facilitando, en el momento que dejen de ayudarnos, esto va colapsar”, dice el vecino de la colonia Oasis, en San José del Cabo.
Conforme se van recorriendo las calles, se puede apreciar la magnitud con que “Odile” pegó a este centro turístico, prácticamente desmantelado.
“Por favor manden agua”, la suplica es la misma desde el martes. Los turistas que se encontraban varados en Baja California Sur siguen siendo trasladados a Tijuana y su petición continúa siendo el envió de víveres a los que se quedaron en Los Cabos y La Paz.
La tarde de este miércoles, un avión pequeño, Spartan, arribó a la Base Aérea número 12 de Tijuana. Trasladó a más de 40 personas que solicitaron su traslado a la frontera, para regresar a sus lugares de origen en Estados Unidos.
Hasta este miércoles, 771 personas habían sido transportadas en aviones de la Fuerza Aérea y el Ejército a la ciudad de Tijuana, lo que se ha convertido en su única oportunidad para salir de la Península de Baja California, ya que tanto el Aeropuerto de La Paz como de Los Cabos siguen cerrados.
Vecinos de Los Cabos conforman brigadas de seguridad
Vecinos
de zonas residenciales en Los Cabos, Baja California Sur, conforman ya
brigadas de seguridad ante la llegada de personas armadas que buscan
invadir sus casas para robarlas.
Jessica, de 32 años y residente en esa ciudad, afirma que los víveres escasean. Gasolina ya hay, aunque las filas son larguísimas, mientras que se les ha dicho que restablecer la electricidad llevará por lo menos tres semanas.
Ella, quien tiene un niño de tres años y un bebé de seis meses, ha tenido que salir a buscar leche para dar a sus pequeños. Con dificultad ha conseguido seis latas de leche en polvo.
Refugiada en uno de los hoteles de Los Cabos, al regresar a su casa confirmó daños, aunque no en la dimensión de otras viviendas. Mientras, sus vecinos comienzan a formar grupos para vigilar la zona pues se han dado agresiones con armas: pistolas, machetes e incluso piedras, para despojar a la gente de sus pertenencias.
En el aeropuerto de Mazatlán, Sinaloa, se han dado testimonios que confirman el clima de inseguridad que priva en Los Cabos.
Recién llegados en el puente aéreo presentan lesiones tras ser asaltados, y confirman la creación de grupos de vigilantes para defender sus propiedades y bienes.
Jessica, de 32 años y residente en esa ciudad, afirma que los víveres escasean. Gasolina ya hay, aunque las filas son larguísimas, mientras que se les ha dicho que restablecer la electricidad llevará por lo menos tres semanas.
Ella, quien tiene un niño de tres años y un bebé de seis meses, ha tenido que salir a buscar leche para dar a sus pequeños. Con dificultad ha conseguido seis latas de leche en polvo.
Refugiada en uno de los hoteles de Los Cabos, al regresar a su casa confirmó daños, aunque no en la dimensión de otras viviendas. Mientras, sus vecinos comienzan a formar grupos para vigilar la zona pues se han dado agresiones con armas: pistolas, machetes e incluso piedras, para despojar a la gente de sus pertenencias.
En el aeropuerto de Mazatlán, Sinaloa, se han dado testimonios que confirman el clima de inseguridad que priva en Los Cabos.
Recién llegados en el puente aéreo presentan lesiones tras ser asaltados, y confirman la creación de grupos de vigilantes para defender sus propiedades y bienes.
Osorio Chong confirmó el envío de la Gendarmería Nacional a BCS
El
secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, advirtió que no
permitirá los saqueos ni la violencia en el estado y anunció el envío de
elementos de la Gendarmería.
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