Osorio Chong le presenta la renuncia al Presidente. Artículo Ciro Gómez Leyva / El Universal
19 de Enero, 2015
Se fueron las primeras semanas del año sin
que el presidente Peña Nieto toque al cuestionado, para algunos
quebrantado gabinete. Y de los secretarios queda una impresión de que el
común denominador es agarrarse al puesto, como sea y al precio que sea.
De ahí lo singular que puede resultar el lance de Miguel Ángel Osorio
Chong.
En las horas previas a la Navidad fue a presentar su renuncia como secretario de Gobernación. Expuso las razones con brevedad. El Presidente le dijo que descansara unos días sin quitarle la vista al país.
El lunes 5, subió a Osorio Chong al avión presidencial que despegaba rumbo a Washington (una irresponsabilidad que viajen juntos, se quejarían en privado legisladores panistas, por aquello del sustituto temporal del primer mandatario), y a juzgar por las crónicas, durante 24 horas le dio trato de primer ministro, no sólo en las reuniones de seguridad, sino que el protocolo se ocupó de hacerlo visible en las de economía. Para no dejar sospecha sobre quién estará a cargo de la política interior en 2015.
—¿Por qué renunciarle al Presidente en medio de la crisis?— lo llamo para confirmar la versión que me han contado.
—Yo fui gobernador y creo que un secretario, y más el de Gobernación, debe darle siempre el mayor margen de acción posible a su jefe para que pueda refrescar el gabinete— responde Osorio Chong.
—¿Sí fue a renunciar, secretario?
—Sí.
Y el secretario de Gobernación recobró vigor y presencia. Desconozco si alguien más en el gabinete hizo lo mismo. Hasta donde entiendo, no. Reservado, lejos del aparador, Gerardo Ruiz Esparza siente que lo más duro de su crisis pasó. Ildefonso Guajardo se desembarazó sin dolor de aventuradas andanzas electorales. Emilio Chuayffet duerme con aparente tranquilidad como secretario de Educación de 28 estados. Luis Videgaray, Rosario Robles, en fin. Poco importa que algunos de ellos no transmitan ya la inconmovible calma de los que se sienten en su lugar.
Porque el lugar era un gabinete luminoso, no uno en crisis, donde, enrevesada, reina la vieja, consoladora máxima de que al Presidente, nadie le renuncia.
EN MENOS DE 140. Le preguntaron al presidente Peña Nieto si César Camacho será diputado federal. No necesariamente, respondió.
gomezleyvaciro@gmail.com
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En las horas previas a la Navidad fue a presentar su renuncia como secretario de Gobernación. Expuso las razones con brevedad. El Presidente le dijo que descansara unos días sin quitarle la vista al país.
El lunes 5, subió a Osorio Chong al avión presidencial que despegaba rumbo a Washington (una irresponsabilidad que viajen juntos, se quejarían en privado legisladores panistas, por aquello del sustituto temporal del primer mandatario), y a juzgar por las crónicas, durante 24 horas le dio trato de primer ministro, no sólo en las reuniones de seguridad, sino que el protocolo se ocupó de hacerlo visible en las de economía. Para no dejar sospecha sobre quién estará a cargo de la política interior en 2015.
—¿Por qué renunciarle al Presidente en medio de la crisis?— lo llamo para confirmar la versión que me han contado.
—Yo fui gobernador y creo que un secretario, y más el de Gobernación, debe darle siempre el mayor margen de acción posible a su jefe para que pueda refrescar el gabinete— responde Osorio Chong.
—¿Sí fue a renunciar, secretario?
—Sí.
Y el secretario de Gobernación recobró vigor y presencia. Desconozco si alguien más en el gabinete hizo lo mismo. Hasta donde entiendo, no. Reservado, lejos del aparador, Gerardo Ruiz Esparza siente que lo más duro de su crisis pasó. Ildefonso Guajardo se desembarazó sin dolor de aventuradas andanzas electorales. Emilio Chuayffet duerme con aparente tranquilidad como secretario de Educación de 28 estados. Luis Videgaray, Rosario Robles, en fin. Poco importa que algunos de ellos no transmitan ya la inconmovible calma de los que se sienten en su lugar.
Porque el lugar era un gabinete luminoso, no uno en crisis, donde, enrevesada, reina la vieja, consoladora máxima de que al Presidente, nadie le renuncia.
EN MENOS DE 140. Le preguntaron al presidente Peña Nieto si César Camacho será diputado federal. No necesariamente, respondió.
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