El gran engaño: Así se está planificando un ataque contra Irán
El gran engaño: Así se está planificando un ataque contra Irán
Como hemos podido ver estas últimas semanas, se está
viviendo un enfrentamiento político cada vez más agrio entre EEUU e
Israel y especialmente entre sus líderes, Barack Obama y Benjamin
Netanyahu.
Su enfrentamiento gira entorno al programa nuclear iraní. Mientras
Obama apuesta por un pacto con los iraníes que les permita llevar a cabo
un programa nuclear controlado a nivel internacional de uso
estrictamente civil, Israel denuncia que Irán está engañando a la
comunidad internacional y que en realidad pretende fabricar armas
nucleares.
Esta es la historia oficial del desencuentro entre EEUU e Israel…pero
según algunas personas, todo esto podría ser puro teatro y este
aparente desencuentro habría sido planeado con mucha antelación por un
think tank estadounidense.
De nuevo, un artículo de Tony Cartalucci arroja luz sobre el asunto…
Un documento de 2009 difundido por la Brookings Institution,
un think tank estadounidense próximo a la administración Bush, dejó en
claro que los EEUU estaba decidido a provocar a Irán para llevarlo a un
conflicto y que debía conseguir un cambio de régimen en Irán a cualquier
precio, aunque esto implicara una invasión militar directa y la
ocupación de Irán por tropas estadounidenses.
Sin embargo, antes de llegar a ese punto, las autoridades de la
Brookings Institution exploraron otras opciones, que incluían fomentar
un malestar político en Irán respaldado por Estados Unidos junto con la
intervención de fuerzas violentas encubiertas, la instrumentalización de
organizaciones terroristas extranjeras a sueldo de EEUU para llevar a
cabo asesinatos y ataques dentro de Irán y incluso ataques aéreos
limitados llevados a cabo por EEUU o Israel.
Si nos fijamos bien, veremos que 6 años después, éstas son
precisamente las maniobras exactas que se han empleado para debilitar y
destruir a la vecina Siria, algo que según el Brookings Institute, es el
requisito previo indispensable antes de iniciar una guerra contra Irán.
Pero hay un aspecto en los planes redactados por la Brookings
Institution que resultan de especial interés en estos momentos, teniendo
en cuenta que estamos asisitiendo a lo que parece ser un conflicto
diplomático cada vez más enconado entre los Estados Unidos e Israel.
Y es que en tales documentos, se valoraba la posibilidad de que EEUU
encubriera secretamente un primer ataque unilateral de Israel contra
Irán, un ataque que parece estar siendo planeado en estos momentos y que
según los indicios, acabaría siendo justificado de cara a la opinión
pública Occidental mediante una cuidadosa campaña de propaganda, de la
que ya estamos viendo los primeros indicios.
El documento de la Institución Brookings de 2009 titulado: “¿Qué camino hay que seguir para llegar a Persia? Opciones para una nueva estrategia estadounidense contra Irán”,
deja en claro que las negociaciones con Irán sobre su programa nuclear
no son más que teatro, y que serán utilizadas para dar al mundo la
impresión de que Estados Unidos explora todas las opciones pacíficas
posibles, antes de verse obligado a recurrir a un cambio de régimen
violento.
El informe establece específicamente que:
…Cualquier operación militar contra Irán
probablemente resultaría muy impopular en todo el mundo y requeriría del
contexto internacional adecuado, tanto para garantizar el apoyo
logístico que la operación requeriría, como para minimizar tanto como
sea posible las reacciones negativas que un ataque de este tipo
provocaría.
La mejor manera de minimizar el oprobio internacional y maximizar el
apoyo, (aunque sea a regañadientes o de forma encubierta) es atacar solo
cuando el resto del mundo esté convencido de que a los iraníes se les
ofreció una oferta generosa, excelente e inmejorable que ellos acabaron
rechazando.
Una oferta tan extremadamente generosa, que dé la impresión de que
solo un régimen obsesionado por conseguir armas nucleares podría
rechazar.
En estas circunstancias, los Estados Unidos (o Israel) podrían vender
sus operaciones de ataque a Irán de cara a la opinión pública, como “un
mal doloroso pero necesario para evitar males mayores”, con la
intención de que la comunidad internacional concluyera que los iraníes
“se habían ganado con creces ese castigo” por negarse a cerrar un trato
tan generoso como el que les habían ofrecido.
Obviamente, Irán, tal y como admite el propio documento de Brookings,
no está dirigido por gente tan irracional como para rechazar una
“oferta tan generosa y excelente para sus intereses”.
Por esa razón, la Brookings Institution admite abiertamente que para
conseguir esto, los EEUU deberían seguir una doble estrategia política;
una enfocada al consumo público (es decir, mostrando a la opinión
pública internacional que hacen “ofertas magníficas”) y otra destinada a
garantizar que Irán pareciera lo menos razonable posible.
Para conseguir implementar tal estrategia, el documento de Brookings indica que:
Conseguir esto sería un auténtico desafío. Por esta
razón, sería preferible que los Estados Unidos pudieran aludir a alguna
provocación iraní como justificación para sus ataques aéreos antes de
lanzarlos.
Evidentemente, como más escandalosa, más letal, y más injustificable fuera la acción iraní, mejor sería para los Estados Unidos.
Por supuesto, sería muy difícil para los Estados Unidos incitar a
Irán a una provocación de este calibre sin que el resto del mundo se
diera cuenta de la jugada, algo que acabaría girándose en contra de los
propios EEUU.
Uno de los métodos que podría tener alguna posibilidad de éxito sería
apoyar encubiertamente a las fuerzas internas de Irán que quisieran
provocar un cambio de régimen, con la esperanza de que Teherán tomara
represalias abiertamente, o que incluso las tomara de forma indirecta,
algo que podría ser interpretado como un acto de agresión no provocada
por parte de Irán.
Como podemos ver en este fragmento, los políticos de Brookings
abiertamente conspiran para socavar la paz mundial “tratando de incitar”
a otra nación a que inicie una guerra.
Provocar a una nación que no representa una amenaza directa a la
seguridad nacional de los Estados Unidos es una clara violación del
derecho internacional, y el propio documento de la Brookings Institution
podría ser utilizado prácticamente como una confesión firmada del
crimen.
Quizás por la dificultad de llevar a cabo todos los planes indicados
anteriormente, que tanto podrían dañar la imagen de EEUU en todo el
mundo, el Brookings Institute plantea una alternativa que le permite a
los EEUU negar cualquier responsabilidad por una ataque contra Irán.
Esa maniobra consiste en que sea Israel, su socio regional, la que
ataque a Irán unilateralmente, una opción a la que dedican un capítulo
específico titulado: “Permitir o animar a un ataque militar israelí”:
…lo que hace que esta opción sea mejor que la opción
de una campaña aérea estadounidense, es el hecho de que solo Israel
sería culpado por el ataque.
En tal caso, los Estados Unidos no tendrían que hacer frente a la
represalia iraní o a la reacción diplomática que acompañaría a una
operación militar estadounidense contra Irán.
Eso podría permitir que Washington consiguiera su objetivo: retrasar
la adquisición de una arma nuclear por parte de Irán y a la vez seguir
manteniendo intactas muchas otras iniciativas diplomáticas regionales de
Estados Unidos sin perjudicarlas, como sí le sucedería si atacara a
Irán directamente.
A nadie le debería sorprender que el diario británico Daily Mail
informara hace poco, basándose en informaciones de un diario kuwaití,
que Obama amenazó con derribar aviones israelíes si atacaban las
instalaciones nucleares iraníes año pasado.
“El periódico de Kuwait Al Jarida informa que el
Presidente Obama, enfurecido por los planes israelíes de atacar las
instalaciones nucleares de Irán en 2014, amenazó con derribar los
aviones israelíes antes de que pudieran llegar a sus objetivos.
La amenaza de los EEUU obligó al Primer Ministro Benjamin Netanyahu a abortar el ataque planeado”
Como vemos, los medios repiten una narrativa que encaja perfectamente
con la estrategia descrita por el documento de la Brookings Institution
en 2009, al pie de la letra. De hecho, la perspectiva de “derribar”
aviones israelíes se discutió como uno de los muchos accesorios
utilizados en este teatro geopolítico.
Los EEUU, según lo prescrito por el documento de Brookings, debería
mostrarse ante la comunidad internacional como si estuvieran
desesperados por tratar de forjar un pacto casi injustificable con Irán,
mientras que los “locos” de Israel, actuando de “poli malo”, buscarían
atacar unilateralmente a Irán, dando así a los EEUU la opción de la
negación plausible.
Tengamos en cuenta que la enorme fuerza militar de Israel se debe en
gran parte al largo, extenso y continuado apoyo militar de Estados
Unidos durante décadas, lo que significa que la operación militar
israelí ya sería posible sin la intervención directa de EEUU.
También es interesante destacar que esta maniobra unilateral de
Israel encajaría plenamente con sus habituales actos beligerantes y sus
actividades inhumanas tanto contra su propio pueblo como contra los
palestinos, de cuyas tierras Tel Aviv se ha apoderado y sigue ocupando.
La naturaleza de todos estos actos no es el de la autoconservación,
sino el de la provocación intencionada; actos que crean divisiones
políticas predecibles y fácilmente manipulables en todo Occidente y que
resultan muy útiles ahora que está sobre la mesa la posibilidad de un
“lamentable” ataque contra Irán, una nación con la que Occidente ha
fracasado una y otra vez, en sus intentos de derrocarla a través de
terrorismo, sediciones respaldadas por EEUU, sanciones y provocaciones
encubiertas.
También está claro que el documento de la Brookings Institution “¿Qué camino hay que seguir para llegar a Persia? Opciones para una nueva estrategia estadounidense contra Irán”,
representa el vivo retrato de una doctrina profunda y bien arraigada
utilizada para reordenar el Medio Oriente a conveniencia de los
intereses especiales occidentales.
Es una ventana abierta a las sucias actividades conspirativas de muchos de los Think Tanks occidentales.
Y es la confesión firmada de una conspiración contra la paz y la estabilidad mundiales.
Este documento debe ser leído en su totalidad, antes de que el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aquellos que lo escribieron
y los intereses de las corporaciones financieras que lo patrocinaron,
sean llevados ante la justicia internacional.
Este documento demuestra claramente que son los Estados Unidos y sus
aliados regionales, y no Irán, los auténticos canallas que trabajan
contra la paz y la estabilidad mundial, con un amplio historial
acumulado de atrocidades y abusos…y por lo que vemos, con muchos más por
venir.
TONY CARTALUCCI, investigador geopolítico y escritor establecido en Bangkok
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