EE.UU. incluye a Bolivia en su lista negra de países que no combaten el narcotráfico mientras la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito destaca sus logros en la lucha contra la droga. Varios expertos vinculan esa actitud con la venganza por aplicar una estrategia que respeta la milenaria cultura cocalera del país y está libre de la supervisión estadounidense.



Comentario: Tiene sentido, la industria del opio de Afganistán fue usada como razón para justificar la invasión, y una vez que cayó bajo el control de los marines ya no se dijo nada más al respecto y su producción se disparó. Suena mas a una rabieta por no tener acceso a ese pedazo del mercado.


Aunque EE.UU. es el país que registra el mayor consumo de cocaína del mundo, Washington no tiene ningún reparo a la hora de criticar a otras naciones en su lucha contra el narcotráfico. Para el presidente de Bolivia Evo Morales EE.UU. es "el centro del problema" y el narcotráfico es "un negocio del sistema capitalista" representado por este país.

Los datos presentados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito destacan que Bolivia sigue reduciendo sus plantaciones de hoja de coca, que en 2013 se situaron en 23.000 hectáreas.

Además el organismo internacional reconoce el trabajo de las autoridades bolivianas mientras que los expertos afirman que la decisión de EE.UU. es un ataque político.
Coca growers Bolivia
Antes de la llegada al poder de Evo Morales, la Administración para el Control de Drogas de EE.UU. (DEA), supervisaba el narcotráfico, lo cual hacía de una manera agresiva, criminalizando a los agricultores tradicionales mientras los verdaderos narcotraficantes llevaban sus fortunas al extranjero.

A este respecto, Sabino Mendoza, responsable de CONALTID (Consejo Nacional de Lucha Contra el Tráfico Ilícito de Drogas en Bolivia), califica la actitud de EE.UU. "como una parte de la venganza" por haber aplicado una política propia que respetara los derechos de los cocaleros tradicionales, ignorados por la DEA.

Aparte los cocaleros recuerdan de los usos ancestrales de esa "hoja de la discordia": "[Para el país latinoamericano] no es para droga, esto más bien es medicina, para el boleo (...) para la diabetes", opina Elsa, una cultivadora boliviana.