La Operación Balboa, que consistió en un
ejercicio de simulación del ejército español realizado entre el 3 y el
18 de mayo de 2001, contemplaba con apoyo del gobierno de Estados Unidos
(EEUU), una intervención militar en Venezuela para acabar con la
Revolución Bolivariana e invadir la nación suramericana para apoderarse
de sus reservas de petróleo y gas.
En esos ejercicios simulados de ataques
aéreos, terrestres y navales, denominado en el ámbito castrense como
“juegos de guerra”, las fuerzas norteamericanas y de países aliados
simularon ataques a la zona occidental venezolana desde bases en Panamá y
Colombia.
“Se prepara una agresión militar desde
Colombia contra Venezuela, una provocación para obligarnos a dar una
respuesta que después pudiera prender una guerra en esta tierra, es
parte del plan de la Operación Balboa, así se llama el operativo contra
Venezuela”, denunció el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez,
durante una rueda de prensa, en 2008.
Pese a que la operación militar data del
2001, la acción se pretendía ejecutar en 2008, año en que el comandante
Chávez denunció la “casualidad” de que tres altos funcionarios de
Estados Unidos visiten Colombia en una semana, por ello acusó al
gobierno colombiano, en ese momento presidido por Álvaro Uribe, de estar
fraguando una conspiración, una provocación bélica contra Venezuela.
Afirmó que Colombia se subordinó al
gobierno norteamericano (encabezado en aquel entonces por George Bush) y
está en contra de la paz. “El Gobierno de Colombia levanta las banderas
de la guerra”, acusó Chávez.
De esta manera, el comandante Chávez
condenó este ejercicio y ratificó la defensa de la soberanía nacional
ante las pretensiones del imperio norteamericano y sus aliados de
intervenir territorio venezolano.
Aclaró que de ocurrir un escenario como
ese “no habría petróleo para nadie, porque hemos decidido que el
petróleo es de nosotros”.
“Aquí tendrían que pasar por nuestros
cadáveres los invasores (…) Que no se olviden los gringos que aquí están
los hijos de Bolívar dispuestos a ser libres. Denuncio esta amenaza y
el gobierno de Colombia de estarse prestando”, sentenció.
Detalles operación Balboa
La operación “Balboa” fue presentada a
los integrantes del II Curso de Estado Mayor de la Escuela Superior de
las Fuerzas Armadas (ESFAS) de España, entre el 3 y el 18 de mayo de
2001, en un documento de 26 páginas, donde dan los detalles de esta
práctica militar avaladas por una hipotética resolución del Consejo de
Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), refiere un
trabajo realizado por el periodista Ernesto Villegas, publicado en el
sitio web www.revolucionaldia.org.
En este documento, denominado “Ejercicio
Específico: Planeamiento Operativo Balboa”, se asientan los datos de
cuatro países identificados como azul, marrón, cyan y blanco que
corresponden a Estados Unidos, Venezuela, Panamá y Colombia,
respectivamente. Sobre cada nación se realiza una descripción histórica,
geográfica y económica.
Con el color Cyan identificaron la base
militar Howard, en Panamá, el color blanco Cartagena, en Colombia y en
marrón el Aeropuerto Internacional de La Chinita, en el estado Zulia,
Venezuela.
Además, se menciona como “prioridad de
objetivos” aviones, pistas, radares, torres de control y otras
infraestructuras aéreas en los estados Zulia, Táchira, Trujillo, Mérida,
Apure, Falcón, parte de Lara y Guárico, occidente y sur de Bolívar,
entre otras entidades.
Todos los estados con cercanía o límites
con Colombia y donde hay petróleo, hierro, bauxita, oro, agua, reservas
forestales y acceso a la Faja Petrolífera del Orinoco, la mayor reserva
certificada de hidrocarburos del planeta.
El reconocido periodista, Eleazar Díaz
Rangel, comentó que el plan Balboa pretendía que tropas de Estados
Unidos y otros países actuaran sobre territorio venezolano,
supuestamente “con el fin de recuperar a los residentes extranjeros”.
Esa vez, el pretexto fue que en Venezuela se habría producido una
confrontación interna próxima a la guerra civil y la situación se tornó
tan grave que, hipotéticamente, el Consejo de Seguridad de la ONU debió
intervenir.
Con ello, una vez más quedó demostrado
las pretensiones del gobierno norteamericano en apoyo con países
europeos de intervenir Venezuela y acabar con sus reservas petroleras.
Esta acción injerencista, se ha intentado realizar por distintas vías,
la más reciente con la firma del decreto por parte del presidente de
Estados Unidos, Barack Obama, que declara a Venezuela como “una amenaza
inusual y extraordinaria”, con el propósito único de socavar la
soberanía y la autodeterminación de la nación socialista.
En respuesta a esta arremetida
imperialista, el poder popular se organizó y con respaldo de los pueblos
de América Latina y el Caribe, alzaron su voz en rechazo a la decisión
norteamericana y a través de más de 10 millones de firmas exigieron la
derogatoria del decreto que atenta contra la soberanía de Venezuela.
AVN
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