Cambio Climático: ¿Por qué los científicos están tan desesperados?
Un destacado científico rompió en llanto durante una entrevista acerca de la contaminación causada por el carbono, mientras describía un sombrío futuro en el que los océanos están devastados. Depende de nosotros que ésta pesadilla se vuelva una realidad o no.
La cumbre contra el cambio climático más grande de la década se llevará a cabo en solo cuatro meses y nuestros líderes podrían llegar a un acuerdo revolucionario para librar al mundo de los combustibles fósiles. Este acuerdo, podría convertirse en un guía al cual seguir para navegar lejos de una catástrofe climática, enviando una señal a los políticos, a las juntas directivas y a los mercados de valores de todo el mundo de que la era de la energía sucia ha llegado a su fin. Ganar esta batalla no será fácil, pero si logramos que nuestros líderes sientan el poder de éste movimiento, podremos ganar.
Paris no es el destino final en la lucha para frenar el cambio climático, pero hay muchos motivos para pensar que un buen acuerdo allí puede desbloquear la inacción que vivimos. El Papa acaba de lanzar un llamamiento que exige acción real, los líderes del G7 ya se han comprometido a ir desprendiéndose de los combustibles fósiles y las renovables se van convirtiendo en una alternativa real día a día.
Por todo el planeta el movimiento contra el cambio climático está ganando importantes victorias, logrando que las energías limpias estén presentes en las agendas políticas de importantes líderes nacionales y logrando que se reduzca la inversión en energías contaminantes.
Ya tenemos la tecnología que necesitamos para prenderle la mecha a una revolución energética que nos aleje de la catástrofe. Pero durante décadas nuestros líderes han sucumbido a los intereses de las poderosísimas compañías de combustibles fósiles, y a menos que les hagamos saber que el planeta entero se está movilizando y luchando por su futuro, podrían caer otra vez en las redes de la industria.
Nuestro movimiento ciudadano de 42 millones de personas se ha construido para retos como este. Las marchas climáticas del año pasado pusieron a los principales líderes sobre aviso del nuevo mundo que se avecina. Ahora necesitamos una marcha que haga temblar París, y muchas más que, como réplicas del temblor, recorran las principales ciudades del mundo junto con miles de eventos más pequeños que recuerden cómo desde cada rincón, los pueblos del mundo se han unido para que los combustibles fósiles no ganen esta batalla.
(Fuente: lagranepoca.com)
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