6/10/2015 08:15:43
Doce
países de ambas márgenes del océano Pacífico alcanzaron, luego de siete
años de negociaciones, un histórico acuerdo de libre comercio que
podría servir de estímulo y modelo a otros en curso, como el de Estados
Unidos y la Unión Europea. El acuerdo alcanza a algunas de las economías
más dinámicas del mundo y a dos de las tres más grandes y
desarrolladas: Estados Unidos y Japón, y entre los doce firmantes suman
el 40 por ciento de la economía global. Sin embargo, China fue dejada
por ahora al margen de las negociaciones, un dato de evidente
significado geopolítico. El tratado enfrentó y seguramente enfrentará
presiones de sectores proteccionistas y contrarios al libre comercio.
"Terminamos
las negociaciones con éxito", afirmó el representante estadounidense
para el Comercio Michael Froman, en Atlanta, junto a los otros 11
negociadores. Las conversaciones habían comenzado en 2008 y finalizaron
en esta ciudad estadounidense ayer, tras más de cinco días. En las
intensas conversaciones participaron Australia, Brunei, Canadá, Chile,
Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y
Vietnam. El Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica
(TPP, en inglés) suma el 40 por ciento de la economía mundial. Pero el
TPP no incluye a la segunda potencia económica, China, mantenida al
margen. Estados Unidos busca que China acepte el TPP una vez que
comience a funcionar. Otros países, como Corea del Sur, también podrían
integrarse al tratado.
El TPP podría también
servir de modelo a otros acuerdos que Estados Unidos negocia con otros
socios comerciales, como la Unión Europea. La Comisionada europea para
el Comercio, Cecilia Malmstrom se congratuló en un tweet el lunes del
éxito de las negociaciones sobre el TTP, pero las conversaciones
transatlánticas lanzadas en 2013 están estancadas por el momento y
provocan una fuerte reticencia en algunos países, entre ellos Alemania y
Francia.
El acuerdo no sólo crea la mayor zona
económica del mundo, sino que logra el objetivo del presidente Barack
Obama de aumentar la influencia de Estados Unidos en Asia y
contrarrestar al mismo tiempo el peso de China. Washington no está
dispuesto a que sea China quien imponga las reglas de la economía
mundial, sino que quiere asegurarse de que las reglas del juego sean
claras y transparentes para que Estados Unidos y el resto de países del
TPP puedan competir y no estén en desventaja.
Para
negociar el TPP la administración de Obama obtuvo la aprobación del
procedimiento llamado "Trade Promotion Authority" (TPA) que obliga al
Congreso a pronunciarse a favor o en contra del acuerdo comercial, sin
posibilidad de enmendarlo. Para lograrlo, la Casa Blanca debió enfrentar
una rebelión en sus propias filas.
Valores en juego.
Obama saludó la conclusión del acuerdo, considerando que refleja "los
valores estadounidenses". "Podemos ayudar a nuestras empresas a vender
más productos y servicios en el mundo", dijo el mandatario, que había
hecho de este tema una prioridad de su segundo mandato. "Cuando más del
95 por ciento de nuestros potenciales consumidores vive fuera de
nuestras fronteras, no podemos dejar que China escriba las reglas de la
economía mundial", señaló el presidente estadounidense.╠□"Nosotros
deberíamos fijar esas reglas, abrir nuevos mercados a los productos
estadounidenses mientras establecemos estándares altos para proteger a
nuestros trabajadores y preservamos nuestro medio ambiente", añadió
Obama.
Según algunos expertos, un fracaso de las
negociaciones hubiera tenido consecuencias negativas para el liderazgo
de Estados Unidos en la región, para la promoción de reformas del
mercado en economías emergentes y para el futuro de la agenda comercial.
"Simbólicamente
es un gran paso porque muestra que todavía es posible alcanzar acuerdos
comerciales de gran envergadura", dijo a dpa Juan Carlos Hidalgo,
experto del Instituto Cato, quien considera, sin embargo, que en la
práctica el acuerdo va tener "un alcance muy limitado".
"Así
como los opositores de estos acuerdos le achacan todo tipo de males y
plagas a la firma de estos tratados, tampoco podemos caer nosotros en lo
contrario, en decir que estos acuerdos son una panacea o que va a venir
a potenciar de una manera significativa las economías de los países
latinoamericanos", explica Hidalgo.
□Los
principales puntos conflictivos de las negociaciones son la duración de
los derechos de propiedad intelectual sobre medicamentos "biológicos",
importaciones de lácteos provenientes de Australia y Nueva Zelanda hacia
Canadá y las de autopartes japonesas hacia América del Norte. El debate
en el Congreso estadounidense para la ratificación del TPP se realizará
en plena campaña presidencial y ya uno de los candidatos demócratas, el
izquierdista senador Bernie Sanders, calificó el acuerdo como
"desastroso". "Wall Street y las grandes empresas ganaron otra vez. Es
hora de impedir que las grandes multinacionales manipulen el sistema
para incrementar sus beneficios a costa nuestra", afirmó. Por su parte
el senador republicano Orrin Hatch estimó que los detalles que emergen
del acuerdo muestran que es "largamente insuficiente".
Chile,
en cambio, saludó el acuerdo. "Estamos satisfechos", dijo el canciller
socialista Heraldo Muñoz. "Hemos resguardado todas las sensibilidades de
nuestro país", añadió. El primer ministro canadiense, Stephen Harper,
enfrenta elecciones legislativas en menos de dos semanas y estuvo bajo
fuerte presión del lobby de los productores lácteos. Pero Harper afirmó
que el TPP "es un elemento clave de nuestra política para administrar y
hacer crecer la economía" de Canadá, que atraviesa una fase de recesión.
Artículo original aquíLa entrada Acuerdo de libre comercio en el Pacífico suma 12 países pero deja de lado a China aparece primero en Noticias de China en español, últimas noticias internacionales | La Gran Época.
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