miércoles, 28 de octubre de 2015

La Revolución es Inminente

La Revolución es Inminente



poderpopular
La Revolución Popular en el territorio español es inminente. Quizás no la podamos visualizar hoy ni mañana, pero está fraguándose ya y no hay alternativa. Y por qué:
Si la Revolución no se ha dado todavía es por varios motivos entre los que podemos concretar la desafección del pueblo español a la movilización tras la aparición de partidos como Podemos o Ciudadanos, que aseguran la paz social, y por tanto, la política de turno; la intencionada y dramática postura de los dos grandes sindicatos españoles, UGT y CC.OO, que han aceptado como cobardes las inclemencias del temporal de extrema derecha impuesto por la Troika, el FMI y el Gobierno Español, sin movilizar a la población en una huelga general desde 2013; y posiblemente el carácter de los españoles, alienado desde el ficticio proceso constituyente de 1978 denominado “la Transición”, que impone como fuerza mayor el desánimo y la confianza en la sucesión de sucesos que de manera azarosa les salven de la oscura pero visible estrategia del capitalismo más salvaje, que les lleva al barranco de la pobreza; y ésto no es azar…
Examinando con lupa un poco los motivos principales, podemos perfilar dos cláusulas, entre tantas otras que podemos encontrar, que influyen mucho en el proceso revolucionario y nos ayuda a comprender por qué dicho proceso aún no se ha fraguado del todo:
    • La sociedad española se mantiene al filo del abismo económico, gracias a la economía sumergida que no cesa de hacer dinero a costa de la precariedad laboral y la pobreza social en la que nos encontramos. Gracias a dicha economía, muchas familias se mantienen siendo partícipes de uno de los mayores problemas que nos conciernen, pero sin más remedio que aceptar el sucio chantaje económico al que nos han expuesto el capitalismo y sus lacayos.
    • Y la otra gran causa que podemos determinar es la que enmarca las pensiones de los trabajadores, que han generado con su labor diaria la riqueza de la que nos están despojando ahora, y siempre. Gracias a los pensionistas y sus pensiones, valga la redundancia, sobreviven muchisimas familias que trataban de subsistir con salarios inferiores a 1.000 euros. Familias que aun trabajando, son pobres. Esa es la recuperación que intentan vender desde las élites. Gracias al continuo esfuerzo de esas personas mayores, y del sufrimiento de todas esas familias, la balanza se mantiene sobrepasada como a un ahorcado asfixiándose que aún no halla muerte…
Y después de analizar estos puntos que consideramos clave ¿qué ocurrirá cuando esos pensionistas, que ahora viven con pensiones paupérrimas, pero alabadas sean, ya no estén? ¿qué pasará cuando no haya mayor sustento en el seno familiar que la venta de “trabajo”, y entrecomillamos trabajo porque ni el horario ni las condiciones ni el salario serán cuanto menos dignos, de la propia familia incluyendo los niños? ¿sobrevivirá la sociedad española el varapalo de mendigar entre el mercado negro y economía sumergida, aunque exista una economía paralela que mantenga entre laureles a los ricos?
La respuesta es clara y concisa, no. Entonces no habrá marcha atrás, cuando ya no quede nada que perder excepto la vida, ya puede ser el carácter español una piedra que la avalancha social será inevitable. Asegurar la dorada vida de un 5% de la población no puede costearse acosta de la pobreza del tanto porciento restante. Cuando el campo está arado, solo faltan las lluvias y el continuo cuidado para alcanzar la cosecha…
La Revolución está por venir.
Mario Guillamó.

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