¿Fascismo 2.0?
La
economía de España hoy en día tiene algunas similitudes sorprendentes
con la Alemania nazi y la Sudáfrica del apartheid. La imagen dominante
del fascismo es la bota nazi, pisoteando los países democráticos
valientes de Europa, y el propio fascismo siempre estará asociado con un
estado totalitario, la superioridad racial, campos de concentración y,
sobre todo, la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el sistema económico
y financiero que suscribió el fascismo político no ha recibido mucha
publicidad ya que los vencedores siempre escriben la historia ¿por
qué? Alemania perdió la Segunda Guerra Mundial, pero mucho antes de la
derrota final, los aliados occidentales estaban librando una nueva
guerra - la guerra fría - en contra de Rusia, su antiguo aliado, y el
comunismo. Alemania Occidental era el nuevo aliado en la primera línea
frente a los soviéticos, por lo que era mejor enterrar gran parte de la
verdad del nazismo, incluyendo el sistema económico.
En
el mundo totalitario de la Unión Soviética, con la propiedad estatal,
existía una economía de planificación centralizada. En la Alemania nazi
sobre todo contrató empresas privadas para producir los bienes y
servicios necesarios, dándoles el monopolio absoluto, o dejando que
formaran parte de un cártel. Hoy en día, está convenientemente olvidado
que nombres tan conocidos como ThyssenKrupp, Mercedes, BMW, VW, Porsche y
Hugo Boss hicieron grandes ganancias en un ambiente donde no había
sindicatos, ni reglamentos y mano de obra barata, y muy a menudo mano de
obra esclava de los campos de concentración .
IG
Farben, fabricante del Zyklon B - el gas utilizado en las cámaras de
gas - se dividó después de la guerra, y de esta ruptura, Bayer y BASF
llegaron a existir. A cambio de la generosidad del gobierno nazi, las
empresas no se involucraban en la política.
En
la Sudáfrica del apartheid, las empresas tenían mano de obra barata de
los no-blancos que vivían en condiciones atroces en los poblados, y, a
menudo, cuando la mano de obra barata se encontraba en una parte del
país y el trabajo en otro, los trabajadores fueron transportados y
alojados hacinados en hostales de mala calidad. Estaban sin contratos,
sin sindicatos. Los trabajadores enviaban dinero a sus hogares y,
normalmente, sólo iban a su casa una vez al año. Estas empresas operaban
en la minería, la construcción, el transporte por carretera, el vino y
en la elaboración de cerveza. Los más conocidos son probablemente South
African Breweries, que ahora es SABMiller, la segunda compañía cervecera
más grande del mundo. Gencor, ahora BHP Bilton, es un conglomerado de
minería global, y Investec, ahora un banco normal. Estas tres empresas
son ahora respetables y cotizan en la Bolsa de Valores de Londres.
Después
de la Segunda Guerra Mundial, los principales partidos políticos
aceptaron que el Reino Unido era una economía mixta, con líneas
divisorias claras entre el Estado y la empresa privada. El transporte
público, la vivienda social, salud, educación, servicios sociales,
servicios de readaptación social, los servicios de capacitación laboral,
servicios públicos, etc eran todos dirigidos y operados por el gobierno
central o local, directa o indirectamente.
Pero
en los últimos 30 años, la economía de mercado neoliberal ha cambiado
todo eso (está ocurriendo en España), y en la actualidad hay cuatro
principales formas en que el Estado y el poder corporativo se fusionaron
en el corporativismo - a través de la privatización total, las
franquicias, la subcontratación y la PFI (Iniciativa de Financiación
Privada). Lo que todas ellas tienen en común es, en primer lugar, la
pérdida de cualquier apariencia de responsabilidad democrática a nivel
local o nacional. En segundo lugar, proporcionan mano de obra barata, ya
que la UE y la legislación del Reino Unido permite a los “jefes”
contratar en economías de bajos ingresos, especialmente en Europa del
Este. Por último, están los incentivos fiscales inevitables, que son
realmente para evitar impuestos.
La
razón de ser, se nos dice repetidamente, es que la empresa privada es
más eficiente que las empresas públicas del estado, y esto se ha
convertido en una creencia religiosa cuasi-fundamentalista de todos los
gobiernos del Reino Unido durante más de 30 años. (Estableced el
paralelismo con lo que ocurre en España).
Sólo
hay un pequeño número de empresas que pueden competir por las
privatizaciones, la subcontratación, franquicias y contratos PFI. Un
estudio de los diferentes registros de accionistas mostró que los
accionistas son a menudo los mismos. Un ejemplo es G4S y Capita, ambos
tienen el mismo mayor accionista,un gran fondo de inversión de EE.UU.
llamado Investco. ¿Es esto realmente la competencia?
Se
puede argumentar que, si bien hay similitudes económicas con la
Alemania nazi y el apartheid de Sudáfrica, España es una “democracia” y
no un estado totalitario. Sin embargo, la democracia española siempre
tendrá fallas democráticas graves, sobre todo la legitimidad de un
gobierno elegido sobre la base de un sistema de reparto que sólo
favorecen a los dos partidos mayoritarios, por poner un ejemplo.
Sin embargo, cualquier auditoría democrática mostrará que en los últimos 30 años, nuestras libertades personales se han reducido, sobre todo para la protesta.
¿Estará ocurriendo otra vez?
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