domingo, 6 de marzo de 2016

Geopolítica de la paz

Geopolítica de la paz 
 
 
  
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Por Rodolfo Bueno
La declaración conjunta de Rusia y EE.UU., publicada el 22 de febrero, establece el alto el fuego en Siria, da un respiro a la paz y genera la posibilidad de que no estalle una guerra atómica, en un futuro cercano. Por qué el mundo se llegó a encontrar al borde de su destrucción se explica a continuación.
El geógrafo Sir John Mackinder (1861-1947) desarrolló la Teoría del Heartland, también llamada “Isla Mundial”. Según la cual, el poder global no radicará en el futuro en dominar las vías marítimas, como imaginaban sus compatriotas británicos, sino en controlar una vasta masa de tierra, que él denominó Eurasia, o sea, Europa Oriental y Asia Central. Su teoría establece que en la zona, que se extiende entre los ríos Volga y el Yangtze y desde el Himalaya hasta el Océano Ártico, por su inaccesibilidad por mar, el aprovechamiento de los rápidos medios de comunicación terrestres y por la explotación de los recursos del área, el poder terrestre tiene más importancia que el marítimo, por lo que, la nación que la conquiste se convertirá en una potencia mundial. Esta zona, con una superficie de 53.000.000 km², el 36,2% del área terrestre, actualmente habitada por 5.000 millones de personas, lo que equivale al 72.5% de la población mundial, es el corazón del planeta, su Heartland.
Mackinder escribe: “El futuro del mundo… depende del mantenimiento de equilibrio de poder” entre las potencias marítimas como Gran Bretaña y Japón situados en el marginal marítimo y “las fuerzas internas expansivas” dentro Eurasia que se deben contener.Por lo que en el siglo XIX se dio una rivalidad estratégica, llamada a veces “el Gran Juego”, entre Rusia, que controlaba el Corazón de Eurasia e intentaba llegar a las aguas cálidas del Índico, y Gran Bretaña, que desde desde la India intentaba evitarlo. En pocas palabras, Mackinder concluyó que la realidad geopolítica de la edad moderna se daba entre el poder marítimo contra el poder terrestre o “la Isla Mundial versus el Corazón Continental”.
La geopolíticaformula las bases delestudio de cómo la realidad física-geografía de cada país determina su política, pues el clima, la vegetación, y la ausencia o abundancia de recursos naturales inciden en las decisiones que sus ciudadanos toman respecto a los problemas políticos que enfrenta. Así, la geografía, bajo determinadas circunstancias, puede conformar el destino de pueblos, naciones e imperios. Esta teoría explica la política mundial de los últimos siglos y por qué la política inglesa y con posterioridad la del imperialismo mundial globalizado, IMG, actualmente encabezado por EE.UU., se fundamente en evitar que Alemania y Rusia puedan aliarse para controlar Eurasia, pues ello implicaría la constitución de un imperio contrario al orden mundial que ellos pretenden establecer.

Sistema Financiero Mundial
Luego de la II Guerra Mundial surge este galimatías llamado Sistema Financiero Mundial, con vista a regular la vida monetaria y financiera internacional en tiempo de paz. La Conferencia de Bretton Woods se desarrolló entre desde el 1 al 22 de julio de 1944 y reunió a 730 delegados de 44 países aliados en el hotel Mount Washington, en Bretton Woods, Estado de New Hampshire. En Bretton Woods, se establecen las reglas para el comercio y las finanzas entre los países del mundo, se crea el BM, el FMI, se establece el dólar como moneda de intercambio internacional, se adopta el patrón oro, en el que sólo EE.UU. tiene respaldo oro, que se compromete a mantener su valor en 35 dólares la onza -ahora vale 1300- y se les concede la facultad de intercambiar “dólares por oro a ese precio sin restricciones ni limitaciones”. Los demás países deben fijar el precio de sus monedas en relación con el dólar. Con este convenio, EE.UU. conquista el mercado mundial para sus exportaciones y el libre acceso a las materias primas más importantes del planeta.
La Guerra de Viet Nam provoca el quiebre del sistema, pues para financiarla EE.UU. emite más dólares de lo debido, al extremo de que en la actualidad nadie, ni siquiera la misma FED, sabe cuántos dólares circulan por el mundo. En 1966, el General De Gaulle, Presidente de Francia, exige oro por las reservas francesas de dólares, lo que provoca una crisis financiera mundial, pues si todos los tenedores de dólares exigieran lo mismo no habría oro con que responder a dicha demanda. La situación se complica tanto que Nixon, en agosto de 1971, elimina la convertibilidad del dólar en oro. Desde ese entonces, cada vez que el presupuesto de EE.UU. tiene déficit, la FED emite dólares, que presta al gobierno de EE.UU., que a su vez le paga con bonos, que la FED coloca de manera casi obligatoria en la banca mundial.
Luego de la guerra, los EE.UU. se había apropiado de los bastiones imperiales en Europa Occidental y Japón. Con estos puntos axiales como pilares, Washington construye un arco de bases militares siguiendo el patrón marítimo británico, con las que rodea la isla mundial. Al momento de establecer la paz posbélica, lo primero y lo básico para contener el poder terrestre soviético sería la Armada estadounidense. Sus flotas rodean el continente euroasiático: la Sexta Flota se instala en Nápoles en 1946 para controlar el océano Atlántico y el mar Mediterráneo; la Séptima Flota se establece en la Bahía Subic, Filipinas, en 1947, para controlar el Pacífico Occidental; y desde 1995 la Quinta Flota se encuentra en Bahrein, en el golfo Pérsico. Durante los siguientes 70 años Estados Unidos aplica capas cada vez más gruesas de poder militar para contener a China y Rusia dentro del heartland euroasiático. La ambiciosa estrategia de Washington, despojada luego de la Guerra Fría de su cobertura ideológica anticomunista, se convertirá en un proceso pobre de dominación imperial.
A partir de la Crisis del Caribe se hizo patente de que una nueva contienda no dejaría títere con cabeza. Se cambia las reglas de juego y se logra infiltrar en el Campo Socialista una quinta columna muy difícil de ser detectada por cualquier órgano de seguridad, en este caso el KGB. Se vivía la Coexistencia Pacífica y el comercio entre ambos sistemas permitió a los altos miembros de la nomenclatura comunista la participación en chanchullos, con la correspondiente apertura de cuentas secretas; así se fomentaron y formaron las mafias al interior del Socialismo Real, luego se buscó el momento preciso para nombrar a un nuevo papa, crear el movimiento Solidaridad y, por fin, la Perestroika; lo demás es historia conocida, la URSS fue derrotada casi sin disparar un sólo tiro.
Este colapso empuja a Occidente a realizar un proyecto de un mundo unipolar que se debe encontrar bajo el control del IMG, la oposición a esta estrategia por parte de la Rusia de Putin y otros países se convirtió en una sorpresa desagradable. ¿Es capaz Rusia, si no de personificar un nuevo proyecto para la humanidad, al menos de encabezar un movimiento por la creación de las condiciones en las que sería posible un mundo multipolar? Tomando en consideración la historia de ese país, la experiencia acumulada, las tradiciones, la mentalidad nacional y un alto grado de unidad en la sociedad debido a los recientes acontecimientos mundiales, Rusia tiene el potencial necesario. Este potencial se concentra en el ámbito político y espiritual.
Según el filósofo Zinóviev, el comunismo representado por la Unión Soviética, no sufrió un colapso porque tuviese defectos como tal o porque fuese incompatible con la vida real, sino porque su desarrollo fue artificialmente interrumpido. Mientras es poco probable el renacimiento del comunismo en un futuro previsible, la búsqueda de la identidad nacional, la formación de la idea nacional de Rusia se realiza mediante el análisis de la historia, las tradiciones y el patrimonio espiritual. Se le reprocha a Rusia ser conservadora, pero es su conservadurismo el que asegura la continuidad del progreso, la conservación y el enriquecimiento de todo lo que pasó la prueba del tiempo y sirve como un seguro punto de referencia para el desarrollo.
La revolución iraní de 1979 significó la pérdida de un país clave en el arco del poder estadounidense alrededor del golfo y dejó a Washington en la difícil posición de tener que reconstruir su presencia en la región. Con este fin, por un lado apoyó a Sadam Husein en Iraq en su guerra contra el Irán revolucionario y, por el otro, armaría a los muyahidines afganos más extremistas contra la ocupación soviética de Afganistán.
Fue Zbigniew Brzezinski, asesor de Seguridad Nacional del presidente Jimmy Carter, puso en marcha su estrategia para derrotar a la Unión Soviética con una agilidad estratégica absoluta, que todavía sigue siendo poco comprendida. Brzezinski, un aristócrata polaco empobrecido que conocía como pocos las realidades geopolíticas de su continente natal, convenció en 1979 a Carter para “Operación Ciclón” con un enorme presupuesto anual que alcanzó los 500 millones de dólares a finales de los 80. El objetivo: movilizar combatientes musulmanes para atacar el vientre centro-asiático de la Unión Soviética y abrir una brecha profunda de radicalismo islamista en el heartland. Lo que simultáneamente iba a infligir una derrota desmoralizadora al Ejército Rojo en Afganistán y dejar a Europa Oriental fuera de la órbita de Moscú. “Nosotros no empujamos a los rusos a intervenir (en Afganistán)”, dijo Brzezinski, al explicar su hazaña geopolítica en esta versión Guerra Fría del Gran Juego, “pero aumentamos a sabiendas la probabilidad de que lo hicieran […] Esa operación secreta fue una idea excelente. Tuvo el efecto de hacer caer a los rusos en la trampa afgana”.

Geopolítica luego de derrumbe de la URSS
A partir de la “trampa afgana”, EE.UU. ha usado a los grupos integristas islámicos en Afganistán contra la URSS, en Irak contra Saddam Hussein, en Libia contra Gadafi, en Siria contra al Assad, en Chechenia contra Rusia y en Xinjiang contra China. No es que el Estado Islámico, EI, sea un problema que se les fue de las manos, es un tumor maligno generado en el caldo de cultivo de estos grupos.
Se trata de un ejército regular compuesto por contingentes de todo el mundo, “civilizado” o no, son guerreros efectivos que se multiplican como hongos después de la lluvia. Sus combatientes atacan objetivos específicos y consolidan los territorios conquistados; actualmente, luego de ocupar Libia, desgobiernan amplias zonas de Irak y Siria y planifican extender su dominio por Europa, Asia y África. Tienen a su disposición grandes recursos económicos y hacen uso efectivo de armas pesadas.
Todo esto no es casual ni se ha dado por generación espontánea. Según el senador Rand Paul, “el EI creció porque los halcones de nuestro partido republicano dieron armas indiscriminadamente, y la mayoría de esas armas fueron arrebatadas por los yihadistas”, lo que complementa la declaración de Joe Biden de que EE.UU. y sus aliados del Medio Oriente crearon al EI para derrocar al gobierno de al Assad.
Pero si el EI es enemigo de la humanidad, el deber del mundo sería combatirlo. ¿Mas cómo hacerlo si hasta ahora los bombardeos indiscriminados de EE.UU. solo lo han fortificado y si en Siria casi todo grupo armado irregular está vinculado al EI? Lo que reconoce el Pentágono cuando dice no tener noticias de los grupos moderados que entrenó para derrotar a al Assad y lo confirma el general Austin cuando responde en el Congreso que no más de cuatro o cinco de estos soldados son los que no se han pasado al EI. Confesión que hace exclamar al Senador McCain: ¡Hemos fracasado!

El IMG y Frankenstein
En el libro de Mary W. Shelley se intenta crear un hombre más perfecto que el diseñado por Dios; el proyecto fracasa y en su lugar se obtiene a Frankenstein, un monstruo. Lo mismo le pasa al IMG, que por construir un mundo mejor que, según afirma, sea el calco de su sociedad, está destruyendo el planeta junto con todos sus habitantes. El Estado Islámico y los yihadistas, que tanto pregona combatir, no son más que el Frankenstein evolucionado de los moudjahidines, llamados antes por el presidente Reagan “combatientes por la libertad” y que el IMG armó e instruyó para combatir a la URSS en Afganistán.
Parecería que el diablo del cuento de Robert Stevens se hubiera escapado de la botella y anduviese por el mundo ejecutando diablura y media, si no, ¿cómo entender que el intento de convertir Irak en una verdadera democracia hubiera terminado en el infierno actual, con millones de refugiados, contusos y muertos, con miserias por doquier y desgobierno total? Lo mismo puede decirse de los países a donde el IMG ha llevado sus ‘guerras humanitarias’ para establecer sociedades modelo. Que todas son un soberano fracaso.
En Libia, el desgobierno es absoluto. La embajada de EE.UU. fue tomada por el Frente al Nusra, de al Qaeda, que la convirtió en un burdel, luego de asesinar al embajador. Desde Libia el EI partió para conquistar Siria, adonde ingresaron a través de Turquía, tomaron Malula, ciudad cuya única importancia es ser cristiana desde hace unos 2.000 años; allí violaron mujeres, asesinaron hombres, profanaron iglesias e, incluso, decapitaron a un obispo cristiano. ¿Qué hizo el IMG, que pregona ser cristiano? Seguir apoyando a los terroristas con el argumento de que combaten la dictadura de al Assad.
Cuando los terroristas gasearon a los niños que previamente habían secuestrado, el IMG acusó al Gobierno sirio de genocidio y amenazó con declararle la guerra. La oportuna intervención de Lavrov evitó el conflicto. Entonces trasladaron su artillería pesada a Ucrania: golpe de Estado en Kiev; elecciones fraudulentas; apoyo a la quema de los refugiados en la Casa de los Sindicatos de Odessa; derribo del avión malasio; asesinatos de periodistas; violencia infinita contra el pueblo del sureste ucraniano; presión a Europa para que acolite las ilegales sanciones contra Rusia y censura absoluta sobre toda la información de lo que pasa en Ucrania.
Después de este accionar más mortífero y escalofriante que el ébola y sika juntos, ¿qué puede esperar el IMG? Tal vez lo que nunca esperó, que el tiro le salga por la culata: que las sanciones fortifiquen a Rusia; que se le reviren sus pupilos del EI; que Europa, hasta ahora su humilde vasalla, busque independizarse; que tanta mentira acumulada se desmorone, tal como advirtiera Lincoln; que se derrumbe la pirámide de tanto dólar emitido para mantener la estulticia reinante.
¿No sería mejor que reconsideren su política?, porque, pese a todos sus esfuerzos, casi nadie los odia todavía. Aún hay tiempo antes de que provoquen una guerra que nos extermine a todos.

Arabia Saudita contra Irán
Para entender por qué dos países musulmanes, Arabia Saudita e Irán, se han convertido en acérrimos rivales y están al borde de un conflicto, que ojalá nunca se dé, hay que recordar que en el pasado estas dos potencias regionales, más Israel, fueron para el Medio Oriente los pilares del IMG. La Revolución Iraní pateó el tablero y cambió el panorama de toda esa región y la del mundo. Los intentos del IMG por detener la avalancha de cambios en perspectiva fracasaron y lo obligaron a transar con la nueva realidad mediante el compromiso conseguido sobre el programa nuclear iraní; ni Israel ni Arabia Saudita aceptaron lo firmado.
La monarquía saudí comenzó entonces una guerra petrolera contra EE.UU., Rusia, Venezuela… lo que es equivalente a irse a pie, para sacarle pica al taxista. Como resultado de esta política suicida, el mundo está al borde del caos y la misma Arabia Saudita casi en la bancarrota: desempleo superior al 30%, recorte a las subvenciones de los servicios públicos más necesarios y subida de los precios de los productos básicos y los combustibles en un porcentaje entre el 30%, 50% y un 100%. ¿Cómo enfrentar estos problemas sin tomar al toro por los cuernos? Pues avivando los conflictos sectarios y acusando al enemigo externo, Irán, de ser el culpable de las luchas religiosas entre chiítas y sunitas. Esto explica el porqué Arabia Saudita invadió el reino de Baréin para aplastar el levantamiento de su población, mayoritariamente chiíta; su intervención militar sin precedentes en Yemen, donde sus habitantes claman por una ayuda humanitaria, que nunca llega; la presión a los países de la región para formar alianzas contra las hipotéticas amenazas del Estado Islámico (EI); la ejecución del clérigo chiíta, jeque Nimr Baqir al Nimr, acusado de terrorista en un país donde se entiende por terrorismo “cualquier acto que atente contra la reputación del Estado, dañe el orden público o altere la seguridad de la sociedad”, en pocas palabras, cualquier crítica al extremismo wahabista allí practicado; y explica su posterior ruptura de relaciones diplomáticas con lo que llama “el terrorismo iraní”. ¿Pero por qué, pese a que el Parlamento Europeo identificó al wahabismo, doctrina dominante en Arabia Saudita, como la principal fuente del terrorismo internacional, llámese este EI, al Qaeda, Boko Haram o Frente al Nusra, Gran Bretaña auspició el ingreso de este auténtico reino del terror al Comité de Derechos Humanos de la ONU, donde alcanzó la presidencia de la comisión encargada de la apertura y el seguimiento de los informes sobre las violaciones de los derechos humanos? ¡Se habrá visto mayor felonía, el ratón nombrado guardián de las queserías! ¿Y por qué se le rinde tanta pleitesía y no se ha hecho nada para frenar las actividades terroristas de este país? Pues por la simple razón que, según Marx, rige el destino de todas las sociedades, por la económica. El IMG no se enfrenta a Arabia Saudita por el petróleo y la jugosa troncha que obtiene de la venta de armas

Geopolítica de la guerra
A principios del 2011, los halcones del Congreso de Washington, temerosos de que una vez que EE.UU. abandonara Iraq se abriera un corredor directo entre Irán con el Líbano y Siria, lo que arraigaría la dominación regional iraní y reforzarían los lazos que unen a Irán con Siria, Iraq, el Líbano y los palestinos, lo que pondría en riesgo sus intereses hegemónicos, exigieron al Presidente Obama que atacara a Siria e Irán. Para sacar a Damasco de esta ecuación, el IMG estableció sanciones contra Damasco, objetivo previo para el ataque a Irán y para el debilitamiento de Rusia y China en la lucha por el control de eurasia.
¿Cómo hundir a Siria? Para ello, Obama le pide al Congreso la aprobación de una ayuda para la resistencia de Siria por 500 millones de dólares que, fácilmente, es aprobada. Y cualquiera debería preguntarse: ¿será para ayudara al Qaeda, la organización terrorista que aparentemente derribó las torres gemelas el 11 de noviembre y el contacto con cuyas redes está estrictamente prohibido y debe ser reprimirlo?Sí, aunque parezca mentira, así mismo es. Su ramificación en Siria se llama Frente al Nusra, parte de la llamada “oposición democrática de los luchadores por la libertad contra la feroz dictadura de Bashar al Assad”,en Iraq toma el nombre de Emirato Islámico de Iraq y el Levante, EIIL, y son parte//de las organizaciones “moderadas que buscan derrocar a un gobierno antidemocrático”, según las bautizaron quienes los auspician. En adelante los vamos a llamar con el genérico de Estado Islámico, EI.
Mientras que en Siria desde hace mucho EE.UU. le daba a al Nusra todo el apoyo posible parala guerra de exterminio contra el pueblo sirio, y para eso van a servir los 500 millones solicitados por Obama; en Irak, el Secretario de Estado John Kerry garantiza el sustento “intensivo y continuo” del gobierno de EE.UU. para combatir al EIIL, para lo cual se piensa bombardearlo con drones y enviar unos cuantos soldados de los mejor preparados.Qué contrasentido, ¿no? Ni tanto.
Este contrasentido tiene nombre, se llama Caos Organizado por el IMG y sirve para desmembrar Iraq en tres países, el norte para los kurdos, el centro para el EIIL y el sur para los chiitas. Algo parecido se piensa hacer con el resto del Medio Oriente, fomentar y exacerbar las diferencias culturales y religiosas y luego armar a los contrincantes para que se exterminen entre sí. Divide y vencerás, mejor dicho: Divide y obtendrás el petróleo.
Pero ahí no termina este galimatías. El Frente al Nusra tiene en Libiacampamentos a cielo abierto fácilmente detectables, por lo tanto destruibles sin dificultad, donde sus virulentos miembros se especializan en la colocación de explosivos, en la preparación de atentados con coches-bomba y demás actividades terroristas, además, entran en contacto con otras organizaciones semejantes, como la de Boko Haram, la misma que en Nigeria secuestró a centenares de niñas, que vendía a veinte dólares la unidad. Los alumnos mejor preparados en estas universidades terroríficas, cuyos profesores pertenecen a las más variadas nacionalidades, van a aplicar luego los conocimientos adquiridos en India, Líbano, Paquistán, Chechenia, Ucrania o en cualquier lugar donde los requieran; por ejemplo, a Siria llegaron miles y miles de estos yihadistas.
¿Se exagera? ¡No! El Almirante Guillaud, ex Director de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Francia, declaró cuando todavía ostentaba dicho puesto, que Libia es el centro gravitacional del terrorismo y se ha convertido en el espacio de regeneración y abastecimiento de armas para los terroristas. Sin tener que hilar muy fino, pues las pruebas abundan aunque la “prensa libre”no las publicite, se puede concluir que la UE y EE.UU., verdadero dueño del circo llamado OTAN, son los principales promotores del terrorismo mundial. Duro de digerir, pero muy cierto.
Además, no es un pelo de cochino trasladar a tanto “luchador por la libertad”desde la lejana Libia hasta Siria, a través de Turquía, algo que debería ser fácilmente detectado por los que tienen la obligación de combatirlos. Si no lo creen, prueben entrar a Turquía sin los papeles en orden o vean la película ‘Expreso de media noche’. Pero para los terroristas esto no es así, a las organizaciones terroristas se las puede encontrar cómodamente instaladas cerca de las principales bases militares norteamericanas en Turquía, razón por la que la oposición turca le pide al Presidente Erdogan que se separe de al Qaeda, organización que considera peligrosa para la seguridad de Turquía.
Ven por qué este misterioso engañabobos es un verdadero agujero negro, porque todo lo que pasa en este mundo es inverosímil si se lo intenta analizar con la ayuda de la lógica más elemental.

El manicomio turco
Lo de Turquía es manicomio aparte en este manicomio global. Cuando el presidente Recep Erdogan declara que considerará una agresión a Turquía cualquier derribo de aviones turcos sobre el territorio de Siria; óigase bien, sobre territorio sirio, no turco, demuestra que está apadrinado por EE.UU. y la OTAN, protectores del EI. Solo así se explica esta fanfarronada, y es de suponer que los atentados perpetrados en el mundo entero por el EI han contado con la venia de Erdogan, que concede a los terroristas paso libre a través de la frontera turca, por la que también sale el contrabando del petróleo que los financia. Es imposible imaginar que el servicio de Inteligencia de Turquía, MIT, y los de Occidente desconocieran lo que sucede; todo lo demás es un soberano embuste.
Erdogan, luego de que el presidente Vladimir Putin le propusiera una alianza económica, firmó la propuesta: ampliación del gasoducto submarino; la compra de gas ruso a bajo precio y la construcción de varias centrales nucleares. Pero tanta belleza no podía ser aceptada por Washington que, para que Erdogan escarmentara, lo debió agarrar por el cogollo hasta que recule. Eso explica el derribo del Su-24 y su declaración de que Turquía no se iba a disculpar y que, más bien, Putin debía disculparse por haber violado el espacio aéreo turco.
Para salir del berenjenal en que se hallaba, alegó desconocer la nacionalidad del avión derribado, lo que es una soberana mentira porque el presidente Putin había informado a la coalición encabezada por EE.UU., de la que Turquía forma parte, todo lo concerniente a las operaciones aéreas rusas sobre territorio sirio. Por su parte, el Presidente Obama respaldó a Erdogan y declaró que su administración estaba “muy comprometida con la seguridad y la soberanía de Turquía”, que mientras Rusia fuera aliada de al Assad “muchos recursos rusos estarán dedicados a atacar a los grupos de oposición… que nosotros respaldamos… no creo que debamos alimentar la ilusión de que Rusia atacará exclusivamente blancos de Daesh. No es lo que está sucediendo ahora. Nunca lo ha sido. Eso no sucederá en las próximas semanas”.
Según informa el ‘Daily News’, en Turquía se detuvo a altos oficiales del Ejército; se los acusó de alta traición por desvelar secretos de Estado. Habían impedido la partida de un convoy del MIT, con armas destinadas a terroristas (las autoridades habían declarado que esos camiones llevaban ayuda humanitaria). Por el mismo caso se arrestó a cuatro fiscales y al exjefe de la Gendarmería. Así, cae por los suelos la acusación de Erdogan de que Rusia había bombardeado a civiles turcomanos que recibían ayuda humanitaria.
Los periodistas que informaron de la presencia de armas en dichos vehículos fueron detenidos y encarcelados por igual motivo. Al pueblo que defendía a los arrestados, como siempre, palo con ellos. Según el presidente Putin, “Alá decidió castigar a los gobernantes turcos quitándoles la razón”, y añade: “Sabemos quién se está llenando sus bolsillos en Turquía y permite ganar dinero a los terroristas… Mientras tanto, el pueblo turco es bueno, trabajador y talentoso. En Turquía tenemos muchos amigos de confianza. Y hago hincapié en que no establecemos una igualdad entre ellos y los gobernantes, que son responsables directos de la muerte de nuestros militares en Siria”.
De lo antedicho se concluye que Erdogan hace el juego a EE.UU. y no es un impredecible, como lo intenta presentar la canciller Merkel. Lo que ha hecho pone fin a su carrera política, pues él, igual que todos los títeres, tiene sus días contados.

El wahabismo, doctrina terrorista
Arabia Saudita, otro de los protagonistas de este drama, es un país que produce unos doce millones de barriles diarios y sus reservas le dan para extraer la misma cantidad unos setenta años más. Se trata de un reino con leyes draconianas, donde toda reforma es vetada antes de ser siquiera pronunciada, se trata de un conglomerado de seis mil príncipes herederos que compiten entre sí por el poder. Ya se pueden imaginar el cúmulo de usurpaciones, traiciones, ruindades, intrigas, zancadillas y asesinatos que deben producirse entre tantos varones aspirantes al trono; se dice varones porque allá las mujeres no cuentan, ya que ni siquiera pueden vestirse como quisieran ni casarse con quien les gustare ni manejar un carro sin correr el riesgo de ir presas, peor dirigir un reino tan rico en dinero pero tan pobre en los derechos más elementales. Por eso, lo que sucede en ese país mantiene en vilo al mundo entero, pues su gobierno es factor fundamental en el mantenimiento de las caducas estructuras en toda esa conflictiva región del planeta.
La casta que allí gobierna basa su poder en el wahabismo, una doctrina contraria al islam tradicional por ser sectaria y fanática, algo semejante a adorar a satanás. En comparación con sus dogmas y prácticas, el catolicismo medieval es progresista; predica la obligación de convertir por la fuerza a los descreídos así como a los malos creyentes. Fundada por el jurista Abdul Wahhab (1703-1792), toma al pie de la letra cada palabra, cada frase del Corán y manipula su contenido para consolidar el gobierno terrenal de la familia Saud, reinante en Arabia Saudita.
El concepto de yihad, que es el esfuerzo por alcanzar la perfección, la guerra contra nuestras debilidades, pasiones y tentaciones generadas por el Mal que convive con nosotros en nuestro interior, no puede ser impuesto por nadie a nadie. Si embargo, al imponer la obligación de la yihad de combatir a los infieles y malos creyentes, el wahabismo comete lo que para los doctos en el Corán es una aberración que conduce al infierno.
De las arcas de este reino ha salido el financiamiento de casi todos los crímenes cometidos por al Qaeda, la Hermandad Musulmana y el Emirato Islámico, claro está, en contubernio con el IMG. De allí, no de los creyentes del Islam, salen los que decapitan al que capturan, acto que profana cualquier idea religiosa; de allí salen los fanáticos que cometen actos de terror en Francia, España, Rusia, EE.UU. y demás lugares del mundo; de allí salen los cabezas calientes que buscan imponer la guerra entre las civilizaciones.
¿Cómo va a ir la política de ese país? Solo Dios lo sabe y el tiempo lo dirá. Arabia Saudita es partidaria de mantener alta la producción de petróleo de la OPEP para eliminar del mercado a EE.UU., cuya extracción de hidrocarburos mediante la fractura hidráulica es muy costosa, además de ser dañina para el medio ambiente.
Pero no importa quién gobierne ese país, como siempre comete los mismos errores de toda dictadura, sus habitantes alcanzarán pronto la hoy tan escasa y ansiada libertad.

El terrorismo del Medio Oriente
Los terroristas de Medio Oriente son clasificados por el IMG en moderados e inmoderados, aunque los primeros no existan o sólo sean los encargados de pasar a los segundos las armas que les entregan. Es que en la guerra que el IMG lleva contra el mundo entero, el EI sirve a sus intereses.
Y como esta olla de grillos ya es un secreto a voces, el Secretario de Defensa de EE.UU., Ashton Carter, admitió “no estar contento con los resultados del programa”, cuyo objetivo es entrenar y equipar a 15.000 “luchadores moderados sirios”, pues sólo han logrado insertar al campo de batalla a “cuatro o cinco” combatientes, por lo que ordenó hacer una pausa. Cerró la boca sobre que EE.UU. y sus lacayos europeos actúan contra el derecho internacional.
Poco después, la cancillería moscovita confirmó la presencia militar rusa en Siria, encargada de suministrar armas al Ejército Sirio. Esta operación, que Rusia lleva adelante en común acuerdo con las Fuerzas Armadas de Siria y en correspondencia con sus intereses nacionales, no contempla la posibilidad de que sus tropas se involucren en operativos terrestres. Los servicios de inteligencia rusos y sirios recogen datos tras cuyo análisis la aviación rusa realiza bombardeos con exactitud casi milimétrica, asestando golpes, tanto de día como de noche, a objetivos del EI.
Las palabras de Ashton Carter, de que fue “poco profesional” la forma en que Moscú le notificó sobre el inicio de su ofensiva, y la negativa de EE.UU. a colaborar para coordinar acciones que permitan extirpar al EI, ocultan la verdad pero aclaran el panorama: Sólo simulaban combatir al EI. Por eso los ataques aéreos rusos destinados a destruir al EI no solo que continuarán sino que aumentarán de intensidad, porque demostraron capacidad para doblegar a todos los grupos terroristas que actúan en Siria, lo que no logró ninguna de las fuerzas que operaron antes.
El que la aviación rusa y las Fuerzas Armadas de Siria alcanzaren en tan corto tiempo los objetivos que el IMG no logró alcanzar en tantos años, causa gran detrimento a sus operaciones camufladas. Decía el IMG que combatía al EI, pero en el fondo, y no tan en el fondo, lo apoyaba. Si no, ¿cómo explicar que fuera el EI el que sacaba la mayor tajada de esas operaciones? La explicación de lo que realmente pasa la da Andréi Katapólov, el general que encabeza el operativo aéreo ruso: “Hemos visto que todo lo que está haciendo la coalición liderada por EE.UU. es una farsa. Son imitaciones de ataques… en realidad reducen el potencial de combate de las Fuerzas Armadas Sirias”.¿Por qué lo hacen? Sólo el diablo lo sabe, pero se sospecha que espara derrotar a Rusia, China e Irán, en la guerra no declarada contra los países que amenazan su hegemonía. Porque si la aviación de EE.UU. no es inferior a la rusa ni sus aviadores tampoco, surgen preguntas aparentemente sin respuestas: ¿Cómo es posible que los ataques aéreos contra el EI, que el IMG efectúa desde hace mucho, fueran un fracaso total? ¿Es que acaso bombardeaban las arenas del desierto? Si la lucha contra el EI resultó ser de mojiganga, ¿por qué mejor no se suman a la exitosa ofensiva rusa contra el terrorismo?
Posteriormente, el Presidente Putin habló de que en Siria el vacío de poder condujo a la creación de bolsas de anarquía que, de inmediato, comenzaron a llenarse de extremistas y terroristas, comparó la situación actual con la coalición antinazi, liderada por Roosevelt y Stalin durante la II Guerra Mundial e indicó que sin la colaboración de EE.UU. va a ser difícil derrotar a los terroristas; luego propuso la creación de una coalición para derrotar a los yihadistas, sean de la bandera que fueran, pero todo en el marco de las resoluciones adoptadas en el seno de la ONU y solo en respuesta a una eventual petición de las autoridades de Damasco. Su objetivo, evitar el colapso del Medio Oriente y derrotar al EI, que representa una amenaza para esa región, para no tener que combatirlos luego en toda Europa. No le hicieron caso. Parecería que la pregunta que hiciera en la ONU a los políticos de Occidente: ¿Es que ustedes no se han dado cuenta de la barrabasada que cometieron?, algunos no la entienden todavía. Pues la tendrá que repetir hasta que entiendan que el único camino para impedir que el EI lleve su barbarie a todos los rincones del planeta es aunar esfuerzos en la lucha conjunta en su contra.
El presidente Putin dice que Moscú busca “estabilizar a la autoridad legítima” en Damasco, que el terrorismo es peligroso tanto para EE.UU., tanto para Rusia, como para los países europeos y para todo el mundo e indica que nadie, a excepción de las Fuerzas Armadas Sirias, combaten al EI y a otros grupos terroristas, cuestiona la lucha de los demás: “¿Por qué no ha sido eficaz? Siempre es difícil llevar un doble juego. Declarar la guerra a los terroristas y, al mismo tiempo, utilizarlos… para sus propios intereses” y como EEUU arroja toneladas de municiones destinadas a los rebeldes moderados, se pregunta: “¿No caerá eso de nuevo en manos de los terroristas, como ocurrió al instruir a sus tropas, en manos del EI?”
Sucede que la Bestia apocalíptica, representada por el IMG, marca como territorio suyo el mundo entero. Y como hay países que no aceptan ser sus vasallos, la guerra va contra todos ellos. Por eso ‘el malo de la película’, el Presidente Putin, actúa en Siria, porque comprende que lo ocurrido en Yugoslavia, Afganistán, Irak y Libia, e iba a ocurrir en Siria, era el preámbulo de lo que debía ocurrir en Rusia. Según sus palabras, “Los extremistas en Siria claramente hablan de nuestra patria como de un enemigo y no tratan de ocultar sus planes de expandirse hacia el territorio ruso y los países de la Comunidad de Estados Independientes, CEI”. Por eso el ‘establishment’ de Occidente lo odia, porque se les anticipó en ese juego macabro y recuperó para Rusia la soberanía sobre sus recursos naturales.
“Rusia no da ningún paso sin el consentimiento de las autoridades de Damasco, a diferencia de los países que están bombardeando a Siria”, recalcó María Zajárova, representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia. Hace referencia a la coalición ilegal liderada por EE.UU., que realiza ataques en Siria contra el EI. En cambio a Washington le preocupa un altercado involuntario con el Ejército de Rusia y propone crear un “mecanismo de interacción” que evite eventuales situaciones críticas. El secretario de Estado, John Kerry, declara que Rusia debe participar en la resolución del conflicto en Siria. ¡Qué bien!, pues la paz mundial peligra sin un entendimiento entre Rusia y EE.UU. En cambio, el presidente Obama demuestra tener una sorprendente imaginación al sostener que para resolver la crisis en Siria va a trabajar con Rusia, “siempre que esté dispuesta a romper con Bashar al Assad”, y demuestra mucha maldad cuando acusa al presidente Putin de adoptar “una táctica que debilita a la oposición moderada”. Como escribe Paul C. Roberts, ex Secretario del Tesoro de EE.UU. al presidente Obama se le agotó la capacidad de mentir.

La desnudez del IMG
Pero tanta estulticia no podía continuar encubierta. El afamado periodista Seymour M. Hersh, especialista en temas militares y seguridad, que ganó el reconocimiento mundial cuando en 1969 sacó a la luz la masacre de My Lai durante la guerra de Vietnam, trabajo que le valió el premio Pulitzer en 1970, nos aclara los latines. Sostiene que la terquedad con la que el Presidente Barack Obama ha declarado que “Assad tiene que irse como condición previa a las negociaciones” y que en Siria había grupos rebeldes ‘moderados’ que podrían vencerlo, es lo más contraproducente que ha hecho, pues ha impedido poner fin a los combates y ha permitido que en los últimos años dentro del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de EE.UU. se generara disidencias entre muchos oficiales del Pentágono. En particular, estas críticas se dan en lo que consideran una obsesión contra el gobierno del Presidente Putin, principal sostén de al Assad. Para ellos, Obama se dejó atrapar en la lógica de la guerra fría respecto a Rusia y China, sin tomar en cuenta que ambos estados están dispuestos a luchar a muerte contra el EI porque temen que el terrorismo se tome el poder en Siria.
Basan su posición en un informe que redactaron la ‘Defense Intelligence Agency’, DIA, y el Estado Mayor Conjunto, bajo la jefatura del general Martin Dempsey. Sostiene este informe que la caída de al Assad traería consigo el caos y una posible toma del poder por los extremistas, semejante a lo ocurrido antes en Libia. Este documento evalúa la información proveniente de múltiples fuentes y de datos de inteligencia de orígenes tanto humano como técnico. En él se da unpanorama sombrío e incoherente de la administración del Presidente Obama, por continuar el financiamiento y la entrega de armamentos a rebeldes supuestamente moderados.
En el 2006, la embajada de Estados Unidos en Damasco, entregó un análisis sobre los “puntos débiles” y sobre cómo “aumentar la probabilidad” de desestabilizar a al Assad. Recomendó a Washington cooperar con Arabia Saudita y con Egipto para estimular el sectarismo y la atención en “los esfuerzos de los sirios por combatir los grupos extremistas” –disidentes kurdas y sunnitas– “con el fin de dar a entender que había debilidades, señales de inestabilidad y réplicas incontroladas”. Recomendó, además, que “el aislamiento de Siria” se debía estimular mediante el apoyo estadounidense al Frente de Salvación Nacional, que lo encabezaba Halim Khaddam, ex vicepresidente sirio financiado por los sauditas y la Hermandad Musulmana.
Según este documento, Arabia Saudita y Qatar, aliados de EE.UU., enviaban desde Libia a Siria, a través de Turquía, armamento para ser utilizados en el derrocamiento de al Assad. Sostiene que: “lo que había comenzado como un programa secreto estadounidense para armar y apoyar a los rebeldes moderados que combaten a al Assad, había sido adoptado por Turquía y se había convertido en un programa general a nivel de armamento y logística en favor del conjunto de la oposición, incluyendo al Frente al Nusra y el EI, que los supuestos moderados se habían evaporado y el Ejército Sirio Libre, ESL, no era más que un vestigio de lo que alguna vez existió en una base aérea en Turquía”. En conclusión, no había ‘oposición moderada’ contra al Assad y EE.UU. entregaba armamento a fundamentalistas que bajo ninguna circunstancia debían reemplazar a al Assad.
Según Seymour Hersh, el general Michael Flynn, director de la DIA entre 2012 y 2014, confirmó que esa agencia advirtió a la dirección política de las consecuencias nefastas que traería el derrocamiento de al Assad, porque los yihadistas controlan a la oposición. Dijo que “Si el público estadounidense estuviera al corriente de los datos de inteligencia que nosotros producimos diariamente, al nivel más confidencial, se caería de espaldas… Nosotros entendíamos la estrategia a largo plazo de Daesh y sus ofensivas, y discutíamos también sobre el hecho de que Turquía daba la espalda cuando se hablaba del avance del Estado Islámico en Siria”. Sin embargo, los informes de la DIA “eran rechazados con firmeza” por la administración Obama. “Yo tenía la impresión de que no querían oír la verdad”. En resumidas cuentas, la política de Obama era incoherente porque quería que al Assad dejara el poder, pero la oposición era dominada por extremistas. Entonces, ¿quién iba a sustituirlo?
Luego de la muerte de Kadhafi, el 20 de octubre de 2011, la CIA organizó desde Libia y a través de Turquía el tráfico de armas para la oposición siria. La operación se realizó con el consentimiento del Departamento de Estado, Hillary Clinton era la mandamás de ese entonces. El 11 de septiembre de 2012, el embajador de Estados Unidos en Libia, Christopher Stevens, fue asesinado durante una manifestación que terminó con el incendio del consulado de EE,UU, en Bengazi. El día anterior, el Embajador se había reunido con el representante de una firma de flete marítimo con base en Trípoli, que era conocida por ser la encargada del envío de armamentos.
Como los fortines de armas de Kadhafi eran una verdadera cueva de Alí Babá de la que se amamantaba el terrorismo internacional y como “No había manera de detener las entregas de armas que habían sido autorizadas por el presidente [Obama]… La solución era invocar la chequera”. Se sugirió a la CIA que Turquía poseía armas mucho más baratas que “podían ser entregadas a los rebeldes sirios en pocos días, y sin utilizar la vía marítima”. Por lo que le incitó a los turcos que no eran leales a Erdogan a entregar a los yihadistas, que operaban en Siria, todo el armamento obsoleto de su arsenal, incluyendo carabinas M1 de los tiempos de la Guerra de Corea y muchas armas soviéticas.
Arabia Saudita, Qatar y Turquía incrementaron el financiamiento y las entregas de armas al Frente al Nusra y al EI. Para enero del 2014, el EI había tomado control de Raqqa, que convirtió en su capital. Al Assad controlaba el 80% de la población siria, pero había perdido la mayor parte de su territorio. Los entrenamientos de los rebeldes moderados por parte de la CIA resultaron un soberano fracaso, continúa Hersh. Días después de que 70 rebeldes moderados se pasaron al Frente al Nusra, el Pentágono reconoció que sólo “4 ó 5” de sus reclutas seguían luchando contra el EI.
John Brennan, el director de la CIA, se desesperó ante tanto fracaso y convocó a los jefes de la inteligencia estadounidense y a los árabes sunnitas de todo el Medio Oriente a una reunión en Washington, quería persuadir a Arabia Saudita de no respaldar más a los extremistas en Siria. Los sauditas lo escucharon como quien oye llover y “regresaron a su país para reforzar el apoyo a los extremistas pidiéndonos más respaldo técnico. Y nosotros dijimos ‘OK’ y nos encontramos respaldando a los extremistas”. Pero los sauditas no eran el único problema, también el gobierno de Erdogan había respaldado al Frente al Nusra y al EI durante años. Continúa Hersh, “Nosotros le dijimos a Erdogan que pusiera fin al flujo de yihadistas extranjeros que llegan a Turquía, pero él tiene el sueño de restaurar el Imperio Otomano”.
Un ex consejero de la Casa Blanca sobre asuntos rusos le dijo a Hersh que antes del 11 de septiembre, Putin decía: “Nosotros (rusos y estadounidenses) tenemos las mismas pesadillas sobre lugares diferentes”. Se refería al problema del califato de Chechenia y a nuestros problemas anteriores con al Qaeda; sin embargo, la administración Obama sigue condenando a Rusia por su respaldo a al Assad, pese a que se debería garantizar que no fuera derrotado en Siria. La cierto es que Putin no quiere que Siria caiga en manos de los extremistas, porque luego extenderían su mandato a Jordania y al Líbano.
También sostuvo que Putin quiere evitarle a al Assad el magnicidio de Kadhafi. Le dijeron que Putin miró tres veces el video de su muerte atroz, donde se muestra cómo el líder libio fue sodomizado con una bayoneta. Un informe de la inteligencia estadounidense concluía que Putin se había consternado con el fin de Kadhafi y se reprochó haberlo abandonado y “no haber desempeñado un papel más importante en segundo plano” en la ONU cuando Occidente presionó para obtener la zona de exclusión aérea para destruir el gobiero libio. “Putin creía que, si no se implicaba junto a Bachar al Assad, él sufriría la misma suerte –la mutilación– y que él mismo vería la destrucción de sus aliados en Siria”.

Análisis de lo que pasa en Siria
El capítulo Siria es la continuación del que comenzara en Afganistán, Irak y Libia, y que intenta remodelar el Medio Oriente según los intereses geopolíticos del IMG, lo que fueplanificado desde hace mucho tiempo como una estrategia para garantizar la seguridad de Israel. La verdadera razón la da en un artículo para la revista ‘Politico’, el abogado Robert Kennedy júnior, sobrino del expresidente norteamericano John F. Kennedy. “Nuestra guerra contra Bashar al Assad no comenzó por las protestas civiles pacíficas de la Primavera Árabe en 2011”, sino en 2000, “cuando Catar ofreció construir un gasoducto por un valor de 10.000 millones de dólares que atravesara Arabia Saudita, Jordania, Siria y Turquía”, sostiene Kennedy.
Ese gaseoducto hubiera garantizado a la monarquías del golfo Pérsico tener una ventaja decisiva en el mercado mundial de gas, Catar, aliado cercano de EE.UU., que posee dos principales bases militares y la sede del Mando Central de Estados Unidos en Oriente Medio, se hubiera fortificado. Al no firmar al Assad ese acuerdo y aceptar la construcción de otro gaseoducto, que debería ir hasta Irán a través de Líbano y Siria y que habría permitido que Irán se convirtiera en uno de los mayores proveedores de gas a Europa, se ganó la enemistad de los países árabes de mayoría sunita, que consideraban que tal proyecto iba en contra de sus intereses.
Luego de esta negativa, las agencias de inteligencia de EE.UU., Catar, Arabia Saudita e Israel comenzaron a financiar a la oposición de Siria y a preparar una revuelta para derrocar al régimen de al Assad. No les importó que el Gobierno de Siria fuera laico y mucho más moderado que las monarquías suníes ni que ese país fuera secular y poseyera una élite pluralista ni que al Assad abogara por la liberalización ni que, entre otras cosas, después de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York hubiera aportado a la CIA muchainformación, concluye el articulista. Además, según Seymour Hersh, en el 2002, al Assad entregó a EE.UU. cientos de documentos sobre las actividades de la Hermandad Musulmana en Siria y en Alemania e impidió un atentado de al Qaeda contra la V Flota estadounidense en Bahréin.
Para atacar a Siria, el IMG ha empleado como caballo de Troya a Turquía, por medio de ella hace mucho pide el cambio de gobierno de Damasco, por no haberse sometido a las demandas de Washington. Durante varios años,Turquía ha sido una pieza clave en los planes de Washington para el Medio Oriente, para lo cual ha mejorando su capacidad militar en el Mar Negro y en las fronteras con Irán y Siria, y ha sido la encargada de reclutar combatientes contra los gobiernos de Libia y Siria. Desde junio de 2011, habla de una invasión de Siria para establecer una “zona divisoria” y un “corredor humanitario”. En agosto del2011, desplegó soldados retirados y su reserva militar hacia la frontera con Siria.

Todo para derrotar al EI
En Siria no existen “rebeldes moderados”, este eufemismo, que nadie logra explicar todavía pese a que el presidente Putin pregunta en qué se distingue la oposición moderada de la inmoderada, lo aclara el senador McCain, que reconoce como moderados a los yihadistas entrenados por la CIA, para los que, en una violación flagrante del derecho internacional, solicita misiles sofisticados que impidan los bombardeos de la aviación rusa que en Siria exterminan los centros de mando, los arsenales, los almacenes de munición y explosivos, las fábricas de armas, los nudos de comunicación y los campos de entrenamiento de los yihadistas, que aterrorizados abandonan sus posiciones y se baten en retirada.
Puesto que el EI es el grupo terrorista más fuerte y mejor organizado, es un grave error no cooperar con el presidente Al Asad, que lucha contra el EI. Posteriormente se puede lograr una solución pactada y una transición ordenada, que evite el vacío de poder como el que se dio luego del ahorcamiento de Hussein en Irak y del linchamiento de Gadafi en Libia.
El presidente Obama declaró que “EE.UU. está dispuesto a colaborar con cualquier nación, incluidas Rusia e Irán, para resolver este conflicto”, pero parecería que donde manda capitán también mandan marineros, porque muchos aliados suyos no lo escuchan. Sin embargo, los presidentes Obama y Putin establecieron un “mecanismo de interacción” para evitar eventuales situaciones críticas, pero no existe un acuerdo acerca de cómo enfrentar juntos este crucial problema ni de qué manera coordinar las acciones que permitan extirpar el tumor maligno llamado EI.

Alepo, fin de la aventura del IMG en Siria
El fracaso total de la política de dominación del IMG se daría con la derrota en el Oriente Medio de los terroristas del EI, que se desespera ante el constante ataque aéreo de Rusia, los avances del Ejército Sirio y ve que el juego se finiquita con la toma de la provincia siria de Alepo por parte de las Unidades Kurdas de Protección Popular, YPG, cuyo objetivo es combatir y expulsar al EI de los territorios que controla en Siria y cerrar la frontera permeable con Turquía.
En Alepo está por finalizar la película. Rusia había señalado que sólo era posible derrotar al EI en colaboración con Siria, algo que el IMG nunca aceptó. “Que primero se vaya Bashar al Assad y luego veremos qué pasa”, dijeron convencidos de la veracidad de las palabras de Putin de que sin la colaboración de EE.UU. era muy difícil derrotar al EI. Pensaron: “¡Ah! Con que nos necesitan para derrotarlo, pues no vamos a participar para que se estanquen en Siria como nosotros estamos estancados en Afganistán e Irak”. Y ahora, cuando ven que el tiro les va a salir por la culata, se juegan la carta turca.
En la provincia Siria de Alepo, las YPG están derrotando a los combatientes del EI. Según el representante del Kurdistán sirio en Moscú, Rodi Osman, “Los kurdos controlan un territorio significativo de Siria, disponen de destacamentos armados propios, sin que nos propongamos separarnos de Siria; nuestro objetivo es alcanzar una autonomía democrática como parte de ella; derechos para todos los que habitan en Siria, sean kurdos, árabes, turcos o yazidíes”.
Por eso, Erdogan los tacha de terroristas, ataca desde Turquía sus posiciones en el norte de Siria y decide crear una zona de seguridad en territorio sirio, todo esto para ayudar al EI, y advierte a los combatientes kurdos que cesen en su empeño de extender sus posiciones. Le está hablando a un pueblo que en su propio país defiende su propio territorio. Después, el Primer Ministro turco, Davutoglu, sostiene que estos ataques son una represalia contra las YPG, a las que denomina “terroristas de la milicia kurda de Siria”. Todo lo que pasa, en buenas palabras, se llama agresión.
Para evitarla, Rusia presenta en el Consejo de Seguridad de la ONU un anteproyecto de resolución que exige “poner fin a toda acción que atente contra la soberanía y la integridad territorial de Siria y viole la resolución 2254 (sobre el arreglo en Siria) torpedeando los esfuerzos para encauzar el proceso de paz”. Suena bastante racional. ¡Pero no! Este anteproyecto es rechazado por EE.UU., Francia, el Reino Unido y otros tres miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Rechazo que posibilita más aún el intento de Turquía de tomar el norte de Siria por la fuerza y defender así al EI.
Aunque las posibilidades de que Turquía invada Siria son altas, más que nada luego del ataque terrorista del 17 de febrero en Ankara, sucede que en ese caso el Ejército Turco se enfrentaría no sólo al sirio, convertido ahora, según escribe el periódico británico ‘The Independent’, en “el más fuerte, el mejor entrenado y con la mayor experiencia en la batalla en todo el mundo árabe… ¡Qué no se olviden sus vecinos de esto!”, sino también a la aviación rusa y al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica, que no son un pelo de cochino.
Tampoco hay que olvidar que, según la Constitución de Turquía, el Ejército es el garante del laicismo de la sociedad turca, por lo que es poco probable que las Fuerzas Armadas de Turquía estén dispuestas a acompañar a Erdogan en su aventura por imponer el islamismo en Siria, pues luego lo impondría en Turquía. Su Estado Mayor considera que una hipotética invasión de tropas turcas a Siria sería posible luego de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU o de una decisión solidaria del Parlamento, el Consejo de Seguridad y el Estado Mayor de Turquía. O sea, nunca. Por lo que se debe esperar que el Ejército de Turquía no envíe tropas a Siria y que, a lo máximo, continúe atacando las bases de los kurdos en Siria, en lo que está de acuerdo con Erdogan, y realice operaciones de fuerzas especiales que garanticen sus intereses, pero nunca una invasión, porque podría darse un enfrentamiento directo con Rusia, lo que no le interesa para nada.
Vale la pena recordar que en la Conferencia de Seguridad Internacional en Múnich, el Primer Miinistro Ruso, Dmitri Medvédev, se pronunció en contra de cualquier operación terrestre en Siria. “Nadie está interesado en una nueva guerra, y una operación terrestre (en Siria) sería una guerra en todo su sentido y de larga duración”. Declaró que Rusia tomará decisiones sobre las operaciones de su Fuerza Aérea en Siria en función del desarrollo de los acontecimientos, de sus intereses nacionales y los acuerdos con Damasco. Dijo también que “Rusia está dispuesta a reanudar el diálogo con la UE y EE.UU.”, pero puntualizó que Occidente debe “dar un primer paso”. Según el canciller ruso, Serguéi Lavrov, toda operación terrestre en Siria “sólo agravaría el conflicto”.
Mientras tanto la inmensa mayoría del pueblo sirio: los que sobreviven en las zonas ocupadas por el EI; los que están a salvo en Damasco; los que se ocultan bajo los escombros de las ciudades sirias; los que están con al Assad y los que luchan contra él; los que se han refugiado en Europa y esperan regresar; los que no lo harán; y, en general, toda la población de Siria ruega porque cese la matanza y esta guerra que ha causado la muerte de cerca de 300.000 sirios.

Acuerdo Rusia-EE.UU., el comienzo de la paz
¿Y con qué se ha respondido a esta demanda del pueblo sirio? Con el acuerdo de cese de hostilidades en Siria alcanzado entre Rusia y EE.UU., condición sine qua non para poner fin no sólo al conflicto sirio sino para evitar una nueva guerra mundial, que nadie quiere, y al que se han adherido el gobierno sirio y más de 100 grupos armados opositores. En él se establece el inicio del alto el fuego en Siria para el 27 de febrero a las 00:00. El plan prevé la participación de todos los que acepten el acuerdo y de él quedan excluidas las organizaciones terroristas como el Estado Islámico y el Frente al Nusra, que continuarán siendo atacadas hasta su completa aniquilación, anunció el presidente Putin en un comunicado sobre la tregua en Siria. Es que, Rusia y Estados Unidos tienen mucho que compartir para combatir al EI. Putin y su gobierno están de verdad implicados en la lucha contra el terrorismo islámico, conocen de sus técnicas operativas y pueden compartir información de inteligencia; en cambio, EE.UU. puede pagar grandes cantidades de dinero para obtener datos verídicos de fuentes bien informadas de los altos mandos de las milicias rebeldes.
Hasta el medio día del 26 de febrero, los grupos armados de la oposición y las Fuerzas Armadas de la República Árabe Siria deben acordar el cese de fuego según la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad, que contempla la normalización pacífica de la crisis siria y el cese de disparos de cohetes, morteros y misiles guiados antitanque; asimismo, todos los bandos no deben intentar adquirir territorios de otros bandos y facilitar el acceso de la ayuda humanitaria a todos los sectores afectados.
Luego de que los presidentes Putin y Obama aprobaran la iniciativa de alto el fuego en Siria, empezaron las críticas a la viabilidad del acuerdo, pese a que el Ministerio de Defensa de Rusia ha entregado al agregado militar de EE.UU. en Moscú el mapa de las operaciones que se llevan a cabo en Siria. “Francamente queremos decir que en estas voces suenan llamados a la guerra y no a la paz”, sostuvo el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. Por lo pronto, la oposición de Siria ha declarado que respetará el cese al fuego durante dos semanas, la milicia kurda también ha hecho un anuncio similar. Ahora queda concentrar todas las fuerzas en que se cumplan los acuerdos sobre el cese del fuego; por su parte el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Mijaíl Bogdánov afirmó que de cumplirse “los acuerdos sobre el alto el fuego pueden ser un ejemplo de las acciones conjuntas de la comunidad internacional”.
Puede ser que Rusia y EE.UU. se peleen, y duro, pero ambas potencias comprenden que una guerra entre ellas, con los armamentos actuales, acabaría con todo el planeta. Por eso la guerra será sólo mediática y virulenta pero no atómica, pues la locura de Erdogan puede ser grave, pero no da para contagiar a tantos.
Si la situación se llegara a complicar más aún, en Turquía podría darse un golpe de Estado, como los que ya hubo en numerosas ocasiones en el siglo pasado, algo que Erdogan no debería olvidar a menos que, parafraseando a José María Velasco Ibarra, se quisiera lanzar sobre las bayonetas.
Fuente:  rebelion.org


 

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