OPERACIÓN "MIRAGE": LAS ABDUCCIONES SECRETAS DE LA C.I.A. (5ª PARTE)
Las implicaciones de las impactantes declaraciones de Bosco Nedelcovic son amplias y desconcertantes. Más aún si tenemos en cuenta que la ingente cantidad de información desclasificada sobre el proyecto MK ULTRA, y otras experimentaciones gubernamentales, guardan muchas similitudes con las supuestas abducciones alienígenas.
Todos estos descubrimientos arrojan muchas incertidumbres sobre algunos incidentes OVNI. Recientemente el investigador Nick Redfern publicaba un reportaje titulado “Alien Abduction or Mind-Manipulation?” (2016), donde rastreaba la pista ofrecida por Nedelcovic hasta el incidente de Pascagoula: “Es un hecho raramente discutido que solamente un puñado de millas del lugar donde Parker y Hickson fueron "secuestrados por extraterrestres" existe una franja de tierra llamado Isla de Horn. Como es de esperar, es un lugar tranquilo, con arenas limpias, pantanos y una gran variedad de aves, como pelícanos y garzas. Hay hasta algunos cocodrilos. Pero hay algo más en la Isla de Horn que merece la pena señalar. En las últimas etapas de la Segunda Guerra Mundial, los militares estudiaron la posibilidad de usar la Isla de Horn como un lugar para experimentar en los campos de la guerra química y biológica. El cuerpo químico del ejército de los Estados Unidos hizo lo mismo en el año 1950 específicamente cuando su investigación llamada "control mental" y la manipulación de la mente las drogas estaba despegando.
Estamos hablando de trabajo asociado con el famoso programa MKUltra (…) Y no olvidemos que la isla de Horn se encuentra apenas a 12 kilómetros del lugar donde Calvin Parker y Charles Hickson fueron secuestrados en octubre de 1973. ¿Era el "OVNI" en realidad un helicóptero?, ¿Podría las descripciones de los extraterrestres con máscaras y manos con garras, tener una explicación terrestre: usaron los secuestradores trajes protectores de cuerpo entero, cascos y guantes gruesos vistos por dos hombres en un estado en el que sus mentes sufrían terribles alucinaciones?”.
Esto es interesante, ya que uno de los principales objetivos del MK ULTRA era el dominio de las drogas alucinógenas. Tampoco hay que olvidar que los testigos fueron abducidos dentro de unas instalaciones portuarias que tenían contratos con la Marina Estadounidense, y frecuentemente helicópteros militares sobrevolaban la zona. Charles Hickson tenía miedo de haber sido afectado por una radiación, y por ello, fueron sometidos a diferentes pruebas médicas en la cercana Base de Keesler.
En otra célebre abducción múltiple, la ocurrida en Allagash (Maine. USA), los presuntos extraterrestres sometieron a los 4 testigos a un exhaustivo examen médico, donde, les tomaron muestras de piel, sangre, orina y semen. Años después, a uno de los testigos, Jack Weiner, se le detectó un extraño “implante” en una pierna, que fue localizado y retirado por un cirujano. La pista del hallazgo se perdió cuando la muestra se envió a un patólogo militar de Washington.
Por otra parte, siguiendo estas mismas premisas, el investigador chileno Patricio Abusleme, autor del magnifico libro “La Noche de los Centinelas” (2010) cree que las maquinaciones de la CIA en Sudamérica pudieron abarcar misiones en Chile. Abusleme sospecha que el famoso incidente del Cabo Valdés (1977) que ha investigado en profundidad, también pudo ser orquestado por el grupo operativo al que pertenecía Bosco Nedelcovic. Curiosamente según confirmó Patricio Abusleme, al autor del presente reportaje, al testigo se le sometió por parte de las autoridades a un riguroso control médico: “no se ha confirmado, pero se rumoreó que se le aplicaron terapias de electroshock. Unas tres semanas después del incidente, a Valdés lo mandaron a llamar desde la capital y estuvo unos días internado en el Hospital Militar de Santiago. El propósito de eso fue realizarle pericias psicológicas y psiquiátricas para ver si el hombre estaba en sus cabales”. Además Patricio Abulesme, confirmó que los testigos sintieron una “extraña voz interior” que les ordenaba acercarse a la luz. Todos los implicados tuvieron una extraña somnolencia tras su extraño encuentro.
Pero hay detalles poco divulgados sobre este famoso incidente. por ejemplo, el cabo Valdes tuvo una extraña visita de dos individuos en 1986 o 1987, cuando estaba destinado en la base de Tucapel en Temuco. Los misteriosos interlocutores le dijeron que venían de un planeta que se encuentra detrás de la Luna y le pidieron que escribiera las letras "que más le llamaran la atención". Pero lo más desconcertante de la experiencia del Cabo Valdes, fue revelado al parecer durante una sesión de hipnosis. Así lo describió Abusleme al autor: "Después de publicar mi libro (noviembre de 2010), me entrevisté con dos de las tres personas que estuvieron presentes en la sesión de hipnosis al cabo Valdés, que tuvo lugar en 1999. Esa entrevista fue el 18 de abril de 2013. Ni siquiera los otros dos que realizaron la hipnosis tienen una copia. Entonces, lo que me contaron me lo dijeron de lo que recordaban. Dijeron que al momento de llegar a la parte en que Valdés se separó de los soldados y avanzó en dirección a la luz, entró a esa luz "por un costado" y que se vio al interior de "algo" iluminado por una luz rojiza. Y que vio a dos o tres personas "con casco blanco de piloto". Bajo hipnosis Valdes dijo que el objeto tenía "luces de posicionamiento", como las de un helicóptero".
Pero el detalle mas extraño ocurrido en dicha hipnosis viene a continuación: "Lo más increíble de esta experiencia, según me relataron los tres participantes, dignos de todo crédito, es que durante la hipnosis, el cabo Valdes comenzó a levitar… Entonces, uno de los presentes pasó su mano debajo de él, para ver si estaba apoyado sobre alguna cosa. Al percatarse de que flotaba, el tipo comenzó a proferir exclamaciones. Aparentemente, Valdés escuchó esas exclamaciones, se despertó de golpe y cayó a la cama "como un saco de papas". Se asustó mucho, tuvieron que calmarlo, etc., y hasta ahí llegó la hipnosis. Nunca la repitieron."
El investigador Alex Chionetti destacaba también la extrañeza de otra célebre abducción al autor del reportaje: "El surrealista caso Betty Andreason, fue investigado por Raymond Fuller, quien fuera parte de la National Security Agency (NSA) tuvo cierta influencia (premeditada o casual) en los posteriores sucesos ocurridos en la abduccida. La NSA tampoco debe excluirse de estas investigaciones, ya que sus tentáculos llegan más lejos de lo que muy pocos se imaginaban, hasta que Edward Snowden destapó la olla."
Pero no sólo estaríamos hablando de manipulaciones dentro del campo de las abducciones. La CIA pudo experimentar en un amplio espectro dentro del campo de la ufología, amparándose en los potentes mitos que estaban gestando los platillos volantes: hombres de negro (confiscar información y amedrentar a testigos), avistamientos (ocultar prototipos u operaciones clandestinas o provocar falsos avistamientos), mutilaciones de ganado (experimentos psicosociales y de laboratorio), abduccidos (control mental y de laboratorio de toda índole), contactados (manipulación de personas con el fin de controlar/experimentar a un grupo más amplio de seguidores), etc.. Por ello, investigadores como Jacques Vallee no han vacilado al señalar que episodios tan controvertidos y mediáticos como el secuestro del leñador Travis Walton (USA. 1975) que tanta polémica originó en su día, la abducción de Franck Fontaine (Francia. 1979), o el no menos famoso encuentro cercano de un grupo de militares con un OVNI en mitad de un bosque en Bentwaters, (Gran Bretaña. 1980), han podido ser resultado de estas operaciones de control mental.
Además, está meridianamente claro, que algunas informaciones que han originado una gran controversia en el seno de la comunidad ufológica internacional, como por ejemplo los documentos del MJ-12, probablemente sean el fruto de hábiles campañas de desinformación, aplicando las técnicas aprendidas en el proyecto MK ULTRA. A esto hay que añadir, lamentablemente, que, desde la década de los ochenta del siglo pasado, de una manera más visible y ostentosa que antaño, han irrumpido en el seno de la comunidad ufológica, diversos personajes vinculados a los servicios de inteligencia, que han diseminado todo tipo de informaciones delirantes, que han logrado entorpecer y dificultar el estudio de los OVNIs.
A principios de 1980, tuvo lugar uno de los sucesos más escabrosos de la ufología norteamericana. La prueba de que los servicios de inteligencia utilizaron técnicas de control mental para acabar con algunos investigadores OVNIs. Todo sucedió cuando el ufólogo Paul Bennewitz y el doctor Leo Sprinkle estaban investigando a una supuesta abducida, Myrna Hansen, que pensaban le habían injertado un implante, cuando fue secuestrada cerca de Cimarrón (Nuevo México) en compañía de su hijo, y trasladada a una base subterránea. Estos dos investigadores intentaron interceptar las supuestas señales de radio que el implante debía enviar a los extraterrestres. Después de varios intentos fallidos, lograron recibir una señal (ondas ELF) emitida presuntamente por los captores de la joven. Pero su sorpresa fue mayúscula, cuando la señal les condujo hasta la cercana Base Aérea de Kirtland. Bennewitz ignoraba que en dicha base se desarrollaba, en total secreto, el proyecto “Iniciativa Estratégica de Defensa” (SDI) o "Guerras de las Galaxias". Cuando el investigador quiso interferir en el sistema informático de la base en busca de información, los operadores de la USAF lo descubrieron inmediatamente.
Al principio los militares creyeron que se trataba de un espía ruso, pero tras localizar la dirección del intruso, verificaron que se trataba del ufólogo Paul Bennewitz. Para no levantar sospechas de lo que se tramaba en la Base de Kirtland, los servicios secretos con ayuda, de un ufólogo que colabora con ellos, William Moore, suministraron a Bennewitz, toda clase de informaciones ufológicas delirantes, de relaciones entre militares y extraterrestres en cooperación en bases subterráneas. La salud mental de Bennewitz se vio seriamente afectada por toda la información que estaba recibiendo. En poco tiempo, Paul Bennewitz acabó en una institución psiquiátrica, tras, probablemente, ser víctima de uno de los devastadores experimentos del proyecto MK ULTRA, con la utilización de drogas que lo llevaron a enajenarse por completo de la realidad.
Tras la confesión de William Moore en este caso, los investigadores comenzaron a sospechar que otros ufólogos podrían estar bajo nómina de la CIA u otros organismos oficiales para introducir información falsa en la comunidad de ufológica norteamericana.
ENRIQUE CASTILLO RINCON ¿CONTACTADO POR LA CIA?
Después de conocer los engranajes internos de la supuesta “Operation Mirage”, existen otros eventos OVNIs que podrían encajar perfectamente en estas operaciones de control mental gubernamental.
Buscando algunas de las claves que se han esbozado en este trabajo podemos llevarnos muchas sorpresas rastreando en la literatura ufológica. Y sin mucha dificultad encontramos un episodio que podría ajustarse a estos indicios de manipulación humana.
Es significativo, para nuestra investigación, que el contactado de Costa Rica, Enrique Castillo Rincón cumpla con muchos de estos “requisitos”. Por ejemplo, el Sr. Rincón escuchaba voces que le dictaban órdenes, y percibía extraños zumbidos en la cabeza, antes de sus presuntos encuentros con seres extraterrestres. A esto hay que añadir, que el contactado contaba que había mantenido amistad con un “suizo” que posteriormente supo que se trataba de un alienígena (¡!). Además recibió varias confusas profecías que afectaban a Venezuela, donde, tras la interpretación de Enrique Castillo Rincón, este creía que le avisaban de futuros presidentes, golpes de estado, partidos políticos, el Fondo Monetario Internacional, y demás materias “poco comunes” para una supuesta comunicación de unos seres de las Pléyades. Todos estos elementos y procedimientos no eran ajenos a los manuales de control mental de la CIA, que precisamente en Sudamérica ha destacado por querer “interferir” en los gobiernos regionales a cualquier precio. De hecho en la citada entrevista, el escritor Eric Franttini hablaba abiertamente de los intereses de la CIA por entrometerse en asuntos de otros países, cuando decía que la agencia: “ordenó la liquidación de políticos extranjeros como Lumumba, el general chileno Rene Schneider, o Trujillo; organizó operaciones con el crimen organizado italiano; organizó un programa sistemático de asesinatos selectivos en Vietnam del Sur”.
El investigador Umberto Visani en un artículo titulado “El caso de contacto extraterrestre Enrique Castillo Rincón” (2014) relataba uno de los pretendidos encuentros extraterrestres del Sr. Rincón ocurridos el 3 de noviembre de 1973 a unos 80 kilómetros de Bogotá (Colombia): “Los dos OVNIs se acercaron a Castillo, produciendo fuertes rayos de color naranja como un reflector apuntado hacia el suelo. Dos figuras con uniformes grises salieron de la luz, llevaban botas y cascos con viseras. Mientras tanto, una voz en la cabeza de Castillo le dijo que no se preocupara y le sugirió que subiera a bordo. A pesar de ser un poquito renuente, Castillo caminó dentro del campo del faro y luego fue levantado a bordo. Se vio obligado a desnudarse y se lo sometió a una descontaminación microbiana dentro de una habitación hexagonal vacía. Una puerta apareció de repente en una pared y dos hombres entraron en la habitación. Para mayor asombro de Castillo, uno de los dos hombres resultó ser Cyril Weiss, el misterioso hombre suizo que había conocido cuatro años antes. El "suizo", dijo que su verdadero nombre era Krishnamerck y acompañó a Castillo en otra habitación donde había otros seres, todos similares a Weiss”. El Sr. Rincón acudió a la cita con los “pleyadianos” después de que algunas imágenes y colores acudieran a su mente mostrándole el lugar exacto al que tenía que acudir. Al igual que Villas Boas, el contactado describió que los presuntos humanoides tenían el rostro cubierto, equipo de respiración autónoma, guantes y botas. El Sr. Rincón relataba que los seres le condujeron a un lugar, en mitad de un bosque, donde tras recibir un haz de luz procedente del cielo, fue “ascendido” hacia arriba, donde se introdujo a través de una trampilla en una “nave espacial”. Nada más subir al presunto OVNI le pidieron que se desnudara y le rociaron con un gas (al igual que narró Vilas Boas) que olía a “lima”, que pensó, en un principio, que iba a asfixiarle. Los tripulantes, de apariencia completamente humana, hablaban en voz baja entre ellos, aunque él interpretaba que era otra lengua. Por su parte, el Sr. Rincón recibía la comunicación telepáticamente.
Otro detalle sospecho de su experiencia es que antes de subir al OVNI, a través de la luz, el contactado dijo que los alrededores se agitaban y las hojas se levantaban del suelo, en un efecto que recuerda al provocado por las hélices de un helicóptero. Y también genera dudas un episodio que le ocurrió en 1974. Cuando Enrique Castillo contaba que tras un contraer una grave pulmonía, le tuvieron que suministrar penicilina y esto hizo que recordara algunos aspectos de su experiencia que tenía olvidados ¿sufrió el contactado una reacción química debido a las “drogas” que tenía inoculadas en el cuerpo?.
Y para mayor desconfianza en febrero de 1974 unos individuos de la embajada norteamericana le invitaron a acudir a Washington con la intención de “verificar” su fantástica experiencia. Tal y como describía una de sus seguidoras, Luz Mary López, en un reporte titulado “EL Contacto Extraterrestre” desmitificando el fenómeno OVNI” (2013): “Enrique Castillo Rincón para nosotros el contactado más creíble de la historia del contactismo. Este concepto se debe a que a fines de los 70’s se sometió en EE.UU. a todo tipo de pruebas por parte de un equipo médico militar, entre ellas el narcoanálisis (suero de la verdad), el polígrafo, hipnosis regresivas, toda clase de pruebas físicas y largos interrogatorios, cuyo resultado fue: este hombre ha vivido realmente lo que nos cuenta. Enrique siempre hizo el mismo relato, nunca cambió ni una coma con el correr de los años, solo tuvo 5 “encuentros físicos” con seres de las pléyades entre 1973 y 1976, el contacto se cortó el 17 de febrero de 1976 y para siempre”. Curiosamente, en las instalaciones del gobierno le inyectaron, o eso le dijeron, el “suero de la verdad” y le sometieron a diversas sesiones de hipnosis… ¿continuación del experimento iniciado en Colombia?. El Sr. Rincón alegaba, en una entrevista para televisión, que durante las “pruebas” en los Estados Unidos, junto a los médicos había visto en las instalaciones a varios agentes de la CIA, del FBI y militares.
Este punto coincide con el secuestro de Villas Boas que, como mencionábamos anteriormente, fue investigado en los Estados Unidos por oficiales de la Marina y la NASA… ¿casualidad?, ¿Qué interés podrían tener las autoridades norteamericanas en una persona que afirmaba haber viajado por el espacio con seres de las Pléyades? ...
Además para afianzar aún más el desconcierto de sus vivencias, al contrario que otros supuestos contactados con extraterrestres, donde predominaban las supuestas misiones para propagar un mensaje mesiánico, catastrofista o religioso por ejemplo, al Sr. Rincón no le “asignaron” ningún cometido u propósito especial tras sus comunicaciones. Y un último apunte. Enrique Castillo Rincón tuvo amistad con Timothy Leary, un extraño y singular personaje defensor del uso de la droga LSD, que realizó experimentos con sus alumnos, y que algunos autores vinculan con la CIA y el proyecto MK ULTRA. Las experiencias de Enrique Castillo Rincón concluyeron en 1976, de una forma poco “convencional” para unos supuestos viajeros interplanetarios, con una simple llamada de teléfono.
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