Una nueva derrota para el Ejército estadounidense
“EEUU
pierde la voluntad de luchar y la capacidad de combatir”, afirma Andrew
Locher en su artículo para el diario The Trumpet, analizando el estado y
el potencial del Ejército de su país, llegó a unas conclusiones poco
prometedoras.
El autor recuerda que al comienzo
de la historia de Estados Unidos, los dirigentes del país hacían
hincapié en la necesidad de establecer unas fuerzas navales fiables para
proteger las fronteras y el comercio, ya que más del 70 por ciento de
la superficie terrestre está cubierta por agua. En la época de Reagan,
la Marina de EEUU disponía de 600 barcos. Actualmente el país
norteamericano tiene 272 buques de guerra y auxiliares. Desde 1998, el
número de barcos listos para usar, disminuyó un 20 por ciento.
Hoy
en día, cuando los costos de las nuevas tecnologías y la construcción
naval crecen drásticamente, hace falta tomar decisiones difíciles, opina
Andrew Locher. Sin embargo, a Estados Unidos no le sobra dinero para
mantener la flota en disposición de combate ni garantizar la seguridad
para el futuro. EEUU simplemente “no puede permitirse el lujo de una
Armada de 600 barcos”, señala el periodista. Muchos analistas militares
aseguran que EEUU no necesita tantos buques, ya que existen sistemas de
armas y tecnologías más avanzadas.
El artículo destaca el papel de los submarinos que se hacen cada vez más importantes que los buques de superficie.
“A causa del acuerdo START-3,
las armas nucleares empezarán a migrar desde la tierra y el aire a bajo
el agua, incorporándose a los submarinos con misiles balísticos.
Actualmente en el mar está desplegado el 50 por ciento de nuestras armas
nucleares, pero en 2018 esta cifra crecerá hasta el 70 por ciento”,
explica Locher.
Fuente: http://mundo.sputniknews.com/americalatina/20160419/1058862107/derrota-ejercito-eeuu.html#ixzz46RN2oL62
La Marina de EEUU
utiliza submarinos de tres tipos. Los submarinos nucleares equipados
con misiles de crucero se utilizan para realizar misiones comunes,
incluyendo el transporte de las fuerzas especiales. La Armada tiene
previsto suprimir los submarinos de este tipo, lo que se reflejará
considerablemente en la fuerza de choque del país, ya que llevan a bordo
150 misiles de crucero “Tomahawk”.
“Pero
nosotros no podemos permitirnos mantener este tipo de submarinos, ni
crear nuevos submarinos para reemplazarlos”, constata el autor del
artículo.
Asimismo EEUU dispone de
otra clase de submarinos de ataque de propulsión nuclear. Están
diseñados para buscar, rastrear y destruir submarinos enemigos,
incluyendo los que transportan misiles balísticos. El inconveniente de
este tipo es que tiene un número limitado de “Tomahawk” que es de 12 por
barco.
Por último, a disposición de
la Armada están los submarinos nucleares equipados con misiles
balísticos. Precisamente estos submarinos llevan la mayor parte de las
armas nucleares de EEUU, asegura Andrew Locher. En el sentido
estratégico este es el componente más valioso de la tríada nuclear
(vehículo de transporte de armas nucleares contra los objetivos basados
en tierra, mar y aire). Estos submarinos son discretos, móviles y pueden
acercarse a la meta, lo que reduce el tiempo de enfoque de los misiles.
Nadie cuestiona el valor de este tipo de submarinos. Pero el problema
es que queden anticuados y su reemplazo cueste demasiado dinero. Se
estima que para reemplazar tan solo un submarino de clase Ohio serían
necesarios más de 10 mil millones de dólares. Para cada uno La Armada ya
ha destinado más de 100 mil millones de dólares en el desarrollo y la
construcción de estos nuevos y poderosos submarinos.
El
periodista señala que las Fuerzas aéreas de Estados Unidos desarrollan
nuevos bombarderos invisibles de armas nucleares de largo
alcance.También tienen planes de modernizar los misiles balísticos
intercontinentales. Se estima que el mantenimiento de toda esta tríada
durante los próximos 10 años costará a los contribuyentes 348 mil
millones de dólares. Esta valoración de enero de 2015 la realizó la
página web Daily Beast.
“Mantener
y modernizar las fuerzas nucleares resulta inconcebible teniendo en
cuenta nuestra deuda nacional. Cada centavo invertido es de vital
importancia. Los diferentes tipos de nuestras fuerzas armadas están
luchando por el presupuesto de defensa, porque simplemente no cubrimos
las necesidades”, explica el autor.
“El
29 de marzo aparecieron varias publicaciones que decían que uno de
nuestros submarinos nucleares de choque más recientes ‘Minnesota’ está
aparcado dado que necesita reparación y no es apto para navegar. Este
barco cuesta 2.7 mil millones de dólares, formó parte de la flota en
2013, y lo calificaron como uno de los mayores éxitos en el campo de las
adquisiciones militares”.
“El submarino se construyó un año
antes del tiempo establecido, lo que era muy inusual. Pero el problema
es que tuvo defectos de fabricación. Algunas piezas del sistema de
propulsión se hicieron y se montaron violando los requisitos técnicos.
Encima hay signos de mala soldadura y otros defectos. Se hizo mal
trabajo para pasar rápido todas las pruebas”, evidencia el artículo.
Ahora EEUU está haciendo esfuerzos para solucionar estos problemas,
mientras que el barco no se utiliza para los fines previstos.
Los
mismos defectos se descubrieron en otros submarinos que cuestan cientos
de millones de dólares. El Ministerio de Justicia de Estados Unidos
está llevando a cabo una investigación para determinar si se debe abrir
una investigación criminal o tomar otras medidas punitivas.
“Nuestro
país está maldito por desobedecer las leyes de Dios. Esa maldición
inevitable destruye nuestra, en algún momento, gran superpotencia.
Cuando la Marina debe ampliar sus operaciones, actuando en condiciones
de un presupuesto limitado, este ejemplo de engaño solo refuerza la
situación desesperada en la que está EEUU. Después de haber invertido
más de seis mil millones de dólares, la Marina de Estados Unidos recibió
tres nuevas embarcaciones, que no son adecuadas para la navegación o
pueden constituir un peligro para la tripulación en caso de salir a una
misión. Necesitan reparación”, dice el artículo.
“No es sólo la pérdida de la voluntad de luchar. Estados Unidos pierde la capacidad de combatir”, asegura Andrew Locher.
“Son
cada vez más dependientes de la tecnología, la que, a pesar de todas
sus ventajas, se asocia con unos riesgos enormes. Estos barcos son una
herramienta importante para la seguridad nacional y la capacidad de
luchar. Están reemplazando la vieja maquinaria, que resulta más cara de
mantener y no es tan eficaz como la nueva. Pero ¿qué sentido tiene el
reemplazo, si los proveedores estadounidenses piensan más en el
beneficio y no en su deber de producir la maquinaria de acuerdo con las
especificaciones técnicas?”
“Nuestro
país está maldito, y los nuevos sistemas de armas no detendrán el
debilitamiento constante de nuestro poder. Como ya informó The Trumpet,
otra maquinaria, como el avión de combate F-35, se toma a servicio con
defectos conocidos. El precio, que pagarán nuestros militares, será
catastrófico”, concluye Andrew Locher.
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