La
exesposa del asesino del bar Pulse de Orlando, Sitora Yusufiy, recibió
instrucciones por de la FBI de abstenerse de comentar a medios
noticiosos sobre la homosexualidad de Omar Mateen, quien la madrugada
del domingo pasado mató a 49 personas e hirió a otras 53, ya que es
costumbre que cuando un blanco comete un crimen de esta naturaleza dicen
que era una persona inestable psicológicamente, pero cuando el
responsable es árabe dicen que es terrorista o extremista.
Marco Días, el actual prometido de Yusufiy, habló con periodistas de la televisora brasileña SBT, a quienes les dijo que agentes del Buró Federal de Investigación de Estados Unidos se entrevistaron con ella poco después de la matanza más grande de la historia del país norteamericano y le pidieron no comentar que ella, su familia y otros creían que Mateen era gay.
Según Días, Yusufiy creía que su ex marido era gay y que el padre de él le dijo homosexual en varias ocasiones frente estando ella presente.
“El FBI le pidió que no le dijera esto a los medios estadounidenses,” reiteró.
Desde que el propio Mateen proclamó su lealtad al grupo extremista autoproclamado Estado Islámico o Daesh al tiempo que mataba gente indiscriminadamente dentro del centro nocturno, políticos, funcionarios de alto nivel y comentaristas de Estados Unidos los etiquetaron como “terrorista islámico”.
Sin embargo, la versión que Mateen era gay no declarado, sugiere que la masacre que él cometió pudo estar motivada por un profundo sentimiento personal de odio.
La FBI y otras corporaciones policiales de Estados Unidos se han apegado a la teoría de que el ataque está relacionado al “terrorismo islámico” y que le hayan pedido a la ex esposa de Mateen mantener silencio sobre su inclinación sexual, indica que quieren minimizar la importancia de la naturaleza personal del ataque para destacar que fue por razones de afiliación terrorista.
Marco Días, el actual prometido de Yusufiy, habló con periodistas de la televisora brasileña SBT, a quienes les dijo que agentes del Buró Federal de Investigación de Estados Unidos se entrevistaron con ella poco después de la matanza más grande de la historia del país norteamericano y le pidieron no comentar que ella, su familia y otros creían que Mateen era gay.
Según Días, Yusufiy creía que su ex marido era gay y que el padre de él le dijo homosexual en varias ocasiones frente estando ella presente.
“El FBI le pidió que no le dijera esto a los medios estadounidenses,” reiteró.
Desde que el propio Mateen proclamó su lealtad al grupo extremista autoproclamado Estado Islámico o Daesh al tiempo que mataba gente indiscriminadamente dentro del centro nocturno, políticos, funcionarios de alto nivel y comentaristas de Estados Unidos los etiquetaron como “terrorista islámico”.
Sin embargo, la versión que Mateen era gay no declarado, sugiere que la masacre que él cometió pudo estar motivada por un profundo sentimiento personal de odio.
La FBI y otras corporaciones policiales de Estados Unidos se han apegado a la teoría de que el ataque está relacionado al “terrorismo islámico” y que le hayan pedido a la ex esposa de Mateen mantener silencio sobre su inclinación sexual, indica que quieren minimizar la importancia de la naturaleza personal del ataque para destacar que fue por razones de afiliación terrorista.
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