viernes, 12 de agosto de 2016

El capitalismo y el hollycapitalismo en 50 conceptos


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El capitalismo y el hollycapitalismo en 50 conceptos

Publicado por lizama el 12 agosto, 2016
 
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Los fragmentos que a mi más me han interesado del articulo de Pedro Bustamante: El capitalismo y el hollycapitalismo en 50 conceptos, el cual puedes consultar completo en su sitio web (link).
NOTA: Al principio Pedro Bustamente no fue un analista de mi agrado, pero poco a poco, leyendo sus artículos e ideas, me he dado cuenta que TIENE MUCHOS CONCEPTOS ORDENATORIOS que aportar en el análisis del sistema de dominación mundial que vivimos hoy en día. RECOMIENDO VISITAR SU SITIO (link).

[01] El hollycapitalismo es la “fase superior” del capitalismo, que surge en su seno, lo “supera”, pero sigue conviviendo con él en relación de simbiosis.
[02] En rigor el capitalismo y el hollycapitalismo son dos polos conceptuales entre los que oscilan todas las situaciones reales que se presentan en el sistema.
[03] Simplificando se puede decir que hoy los centros son hollycapitalistas y las periferias son capitalistas, pero teniendo en cuenta que los centros también tienen sus periferias y las periferias también tienen sus centros.
[09] En el capitalismo los intercambios dominantes son de mercancías materiales, a las que se superponen, o en las que se encarnan, flujos libidinoso-agresivos. En el hollycapitalismo los intercambios dominantes son los de mercancías inmateriales, que tienden a coincidir con flujos libidinoso-agresivos.
[13] Tanto el capitalismo como el hollycapitalismo fomentan carencias —que son presentadas como déficits—, para que sean satisfechas mediante el consumo de los excedentes de producción. Así, el capitalismo tiende a fomentar carencias, que son presentadas como déficits de mercancías materiales —automóviles, lavadoras, etc.—, mientras que el hollycapitalismo hace lo propio con carencias emocionales —alegría, tranquilidad, seguridad, solidaridad, amor—, que son presentadas como déficits de mercancías inmateriales.

[15] En el capitalismo el trabajo y el ocio tienden a alternarse, mientras que en el hollycapitalismo el trabajo y el ocio tienden a confundirse.

[17] En el capitalismo el factor clave de la eficacia y la competitividad es la productividad, mientras que en el hollycapitalismo el factor clave es la consumitividad.
[19] Si en el capitalismo el (—) dinero paradigmático es el metálico. En el hollycapitalismo el dinero paradigmático es el fiduciario.
[27] En el capitalismo las crisis tienden a ser excepcionales, a estar localizadas en el tiempo, y a ser resueltas mediante guerras convencionales que persiguen el desgaste y la destrucción del aparato productivo y la apropiación violenta de los recursos naturales del enemigo. El ejemplo paradigmático es la crisis de 1929, la Segunda Guerra Mundial y el subsiguiente control del petróleo por parte del imperio atlantista.
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[28] En el hollycapitalismo las crisis tienden ser habituales y a estar localizadas en el espacio. Es decir, las diferentes crisis tienden a ser una única crisis que se desplaza de un lugar a otro en un mismo sistema globalizado. Tienden a ser no tanto resueltas como directamente provocadas por guerras de cuarta y quinta generación.

[33] Hay que subrayar que la producción hollycapitalista paradigmática es esencialmente crítica, transgresora y religiosa, sea en forma flujos de goce y de violencia, o sea en forma de dinero fiduciario, como falsificación por parte de la élite financiera, legalizada por los aparatos de Estado prostituidos. En esencia se trata de una ficción, de un fraude, de un creencia, en la medida en que, tanto el goce y la violencia como el dinero fiat son presentados como valores positivos, como excedentes, cuando en realidad son valores negativos, déficits. Esta es la clave para comprender el carácter constituvamente hollywoodense, ficticio, violento y religioso del hollycapitalismo.
[34] En suma, el capitalismo tiende a ser, en el régimen de orden, productivo, constructivo, si bien es cierto que en el régimen de crisis es intensamente destructivo. En el hollycapitalismo, por el contrario, ambas características se solapan, se mezclan. Pero en la medida en que capitalismo y hollycapitalismo operan en simbiosis, el capitalismo se ocupa de la producción —aunque controlado por la ciencia y la tecnología hollycapitalistas—, y el hollycapitalismo se ocupa de la destrucción, gracias a métodos de guerra de cuarta y quinta generación más sofisticados. No sólo de la destrucción material sino sobre todo de la destrucción inmaterial, moral, cultural, ideológica, psicológica, etc., de las sociedades.
[40] Hay que insistir en que estas producciones inmateriales de goce, deseo, violencia y amenaza, se relacionan estrechamente con lo ficticio, con lo hollywoodense. En la medida en que el aparato científico, tecnológico, médico, mediático, etc. que las produce ha alcanzado un alto grado de sofisticación, de manera que puede generar flujos ficticios de deseo y de amenaza muy intensos con producciones de goce y de violencia reales relativamente limitados.
[47] En otras palabras, en el capitalismo, en la medida en que se basa en la producción de mercancías materiales, impera la moral del trabajo bien hecho, de la eficiencia, del ahorro, de la austeridad. Mientras que en el hollycapitalismo, en la medida en que se basa en la producción de mercancías inmateriales ficticias, de goce y de violencia, de valor negativo enmascarado como un valor positivo, lo que impera es la amoralidad o incluso la inmoralidad.
[48] En el capitalismo la religiosidad reside sobre todo en la distinción entre las mercancías profanas y el dinero o mercancía sagrada. Esto supone que la separación entre lo sagrado y lo profano no es tan marcada, en la medida en que el dinero, aunque tienda a acumularse en el polo superior del sistema, se distribuye a lo largo de todo su espectro. En el hollycapitalismo esta polaridad entre mercancías profanas y dinero sagrado se intensifica, en la medida en que el dinero fiduciario se crea ex nihilo en el polo superior del sistema.
[49] Esto supone que el capitalismo es una religión más inmanente, más encarnada. Mientras que el hollycapitalismo es una religión más trascendente, más desencarnada, más milagrosa, en la medida en que el dinero creado ex nihilo, la sofisticación de la ciencia y la tecnología y el secretismo del poder hacen posibles fenómenos más excepcionales, más misteriosos, más sobrenaturales.
[50] Además, en el hollycapitalismo, a esta religiosidad del orden de lo material se le superpone una religiosidad del orden de lo social, que es de hecho un retorno de las religiones paganas basadas en bíoi semisagrados y semiprofanos, como son los héroes griegos, pero ahora en el marco de rituales hierogámico-sacrificiales hollywoodenses.

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