El
gigante celeste de 500 metros de diámetro preocupa a la comunidad
científica internacional porque amenaza con impactar la Tierra.
OSIRIS- Rex es el
nombre de la misión que lanzará la NASA en septiembre para investigar
las propiedades físicas y químicas del asteroide Bennu, el cual podría
impactar la tierra entre el 2175 y el 2196, según la comunidad
científica internacional.
Una nave no tripulada será la encargada de investigar la superficie del asteroide de 500 metros de diámetro, el cual podría chocar contra nuestro planeta provocando destrucción y daños irreparables como la muerte de millones de seres humanos.
La preocupación principal de la comunidad científica internacional es motivada por el cambio de trayectoria que el cuerpo celeste podría manifestar si pasara entre la Luna y la Tierra, este hecho provocaría que el efecto de gravitación de nuestro planeta atrajera a Bennu hacia la Tierra.
La fuerza del impacto del gigante celeste es comparable con el estallido de 3 mil millones de toneladas de explosivos, afirma Dante Lauretta, profesor de Ciencia Planetaria de la Universidad de Arizona, institución que trabaja junto con la NASA en la misión.
Según la web dedicada a la misión espacial OSIRIS- Rex, el asteroide Bennu podría contener los precursores moleculares que explican el origen de la vida y la formación de los océanos en la Tierra.
En contexto
Bennu es uno de los asteroides más peligrosos porque la probabilidad de que impacte La Tierra es alta, informó la NASA en un comunicado.
Uno de los objetivos de la misión es estudiar los orígenes de nuestro sistema solar a través de las muestras recogidas. Igualmente, los investigadores responsables de la misión desean averiguar como la órbita de Bennu puede verse afectada por el calentamiento o enfriamiento que produce la luz del sol sobre su superficie.
La nave no tripulada de la NASA llegará en 2018 y regresará con una muestra de la superficie de Bennu en el año 2023.
Una nave no tripulada será la encargada de investigar la superficie del asteroide de 500 metros de diámetro, el cual podría chocar contra nuestro planeta provocando destrucción y daños irreparables como la muerte de millones de seres humanos.
La preocupación principal de la comunidad científica internacional es motivada por el cambio de trayectoria que el cuerpo celeste podría manifestar si pasara entre la Luna y la Tierra, este hecho provocaría que el efecto de gravitación de nuestro planeta atrajera a Bennu hacia la Tierra.
La fuerza del impacto del gigante celeste es comparable con el estallido de 3 mil millones de toneladas de explosivos, afirma Dante Lauretta, profesor de Ciencia Planetaria de la Universidad de Arizona, institución que trabaja junto con la NASA en la misión.
Según la web dedicada a la misión espacial OSIRIS- Rex, el asteroide Bennu podría contener los precursores moleculares que explican el origen de la vida y la formación de los océanos en la Tierra.
En contexto
Bennu es uno de los asteroides más peligrosos porque la probabilidad de que impacte La Tierra es alta, informó la NASA en un comunicado.
Uno de los objetivos de la misión es estudiar los orígenes de nuestro sistema solar a través de las muestras recogidas. Igualmente, los investigadores responsables de la misión desean averiguar como la órbita de Bennu puede verse afectada por el calentamiento o enfriamiento que produce la luz del sol sobre su superficie.
La nave no tripulada de la NASA llegará en 2018 y regresará con una muestra de la superficie de Bennu en el año 2023.
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