El impacto de un antiguo meteorito, ¿el inicio real del cambio climático?
Unos fragmentos que podrían explicar por qué las temperaturas se elevaron nueve grados hace 55 millones de años.
Fue un calentamiento sobrecogedor. Las temperaturas de la Tierra se elevaron nueve grados, las capas de hielo de los polos se derritieron, los océanos se volvieron ácidos y cientos de especies se extinguieron. Grandes cantidades de carbono se liberaron y provocaron un dramático cambio climático. La historia nos suena, pero esta descripción se refiere a un hecho que ocurrió hace unos 55 millones de años.
Por aquel entonces no había humanos emitiendo desmesurados gases de efecto invernadero y los primeros primates acababan de aparecer, por lo que siempre se ha especulado qué pudo desencadenar este proceso conocido con el nombre "Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno" (PETM, por sus siglas en inglés). Ahora un grupo de científicos estadounidenses ha encontrado unos fragmentos de vidrio diminutos, del tamaño de granos de arena, y afirman que son la prueba de algo revelador: esa catástrofe la causó el impacto de un meteorito.
Los investigadores hallaron ese material en forma de sedimentos submarinos en el estado de Nueva Jersey y creen que esa puede ser la zona cero. Cuando los dataron, observaron que la fecha coincidía con el período en el que la tierra comenzó calentarse más y más. "El hecho de que ocurriera justo en el momento del PETM, o es una coincidencia asombrosa o indica que existe una correlación estrecha", manifiesta Dennis Kent, uno de los autores del trabajo.
Kent sostiene que el impacto liberó miles de partículas de carbono a la vez que causó más repercusiones que acentuaron el aumento de las temperaturas, como deslizamientos de tierra en el norte del Atlántico que dejaron al descubierto capas de hielo que contenían metano. Estas capas acabaron derritiéndose y emitiendo el gas.
El grupo de investigadores está convencido del descubrimiento, pero los hay más escépticos. El científico español Victoriano Pujalte declara a El País que los fragmentos hallados parecen pertenecer a un asteoride unas 1.000 veces más pequeño que el que terminó con los dinosaurios y que "este tipo de cuerpos caen a la Tierra todo el tiempo sin causar una perturbación global". Ese cometa no hubiera podido causar semejante catástrofe él solo. "Si realmente fue el causante es porque cayó en una zona especialmente delicada, como por ejemplo un gran depósito de petróleo", especula.
Otros científicos examinarán los cristales para corroborar o desmentir la hipótesis del impacto. De momento lo real, aunque no se sepa la causa, fue el cambio drástico de temperaturas. El acontecimiento ocurrido hace 55 millones de años se suele equiparar con el actual calentamiento global.
Fue un calentamiento sobrecogedor. Las temperaturas de la Tierra se elevaron nueve grados, las capas de hielo de los polos se derritieron, los océanos se volvieron ácidos y cientos de especies se extinguieron. Grandes cantidades de carbono se liberaron y provocaron un dramático cambio climático. La historia nos suena, pero esta descripción se refiere a un hecho que ocurrió hace unos 55 millones de años.
Por aquel entonces no había humanos emitiendo desmesurados gases de efecto invernadero y los primeros primates acababan de aparecer, por lo que siempre se ha especulado qué pudo desencadenar este proceso conocido con el nombre "Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno" (PETM, por sus siglas en inglés). Ahora un grupo de científicos estadounidenses ha encontrado unos fragmentos de vidrio diminutos, del tamaño de granos de arena, y afirman que son la prueba de algo revelador: esa catástrofe la causó el impacto de un meteorito.
Los investigadores hallaron ese material en forma de sedimentos submarinos en el estado de Nueva Jersey y creen que esa puede ser la zona cero. Cuando los dataron, observaron que la fecha coincidía con el período en el que la tierra comenzó calentarse más y más. "El hecho de que ocurriera justo en el momento del PETM, o es una coincidencia asombrosa o indica que existe una correlación estrecha", manifiesta Dennis Kent, uno de los autores del trabajo.
Kent sostiene que el impacto liberó miles de partículas de carbono a la vez que causó más repercusiones que acentuaron el aumento de las temperaturas, como deslizamientos de tierra en el norte del Atlántico que dejaron al descubierto capas de hielo que contenían metano. Estas capas acabaron derritiéndose y emitiendo el gas.
El grupo de investigadores está convencido del descubrimiento, pero los hay más escépticos. El científico español Victoriano Pujalte declara a El País que los fragmentos hallados parecen pertenecer a un asteoride unas 1.000 veces más pequeño que el que terminó con los dinosaurios y que "este tipo de cuerpos caen a la Tierra todo el tiempo sin causar una perturbación global". Ese cometa no hubiera podido causar semejante catástrofe él solo. "Si realmente fue el causante es porque cayó en una zona especialmente delicada, como por ejemplo un gran depósito de petróleo", especula.
Otros científicos examinarán los cristales para corroborar o desmentir la hipótesis del impacto. De momento lo real, aunque no se sepa la causa, fue el cambio drástico de temperaturas. El acontecimiento ocurrido hace 55 millones de años se suele equiparar con el actual calentamiento global.
Comentario: El libro publicado por Sott.net y titulado "Cometas y los cuernos de Moisés", que muy pronto estará también en español, hace un gran trabajo al explicar la historia de los cometas y asteroides y su interacción con nuestro planeta. El libro también proporciona pruebas de que los grandes eventos de impacto nos son de ninguna manera "raros" en la historia humana.
Este libro es una "lectura obligada" para aquellos que quieran ponerse al día sobre este tema cada vez más importante. ¡Tu vida, o la vida de un ser querido, podría depender de ello!
"Al final, tanto el pueblo como la élite buscan un paradigma que reste importancia a las catástrofes cíclicas, pero lo hacen por diferentes razones. La gente quiere aliviar la enorme presión de una gran catástrofe certera pero impredecible, mientras que la élite quiere permanecer en el poder. El compromiso que sirve a ambos objetivos es la ilusión de una élite que es capaz de proteger a la gente de cualquier desastre.
Esta mentira funciona bien durante los periodos de calma entre dos grandes catástrofes. Sin embargo, la historia muestra que cuando las hambrunas, los terremotos y las plagas han atacado y cobrado bien caro, cuando los volcanes hacen erupción o los cometas flamean en el cielo o las tormentas de meteoros y las anomalías del tiempo aumentan, se derrumba la ilusión, la raison d'être [razón de ser] de las élites (es decir, proteger a las personas) colapsa y el objetivo ha sido y siempre será, en última instancia, las clases dominantes. Y ellos lo saben. Así que cuando Anaxágoras, Sócrates o Critias mencionaron estos hechos incómodos, fueron silenciados a través del ridículo y la calumnia, e incluso la muerte.
Los síntomas de un aumento de la actividad cometaria son sistemáticamente ocultados por las élites como fenómenos causados por el hombre. Las estelas de condensación de aviones debidas a mayores concentraciones de polvo cometario en la atmósfera son descritas como 'chemtrails' [estelas de productos químicos], rociadas por las agencias gubernamentales, las explosiones de cometas sobre nuestras cabezas cada vez más frecuentes se presentan como pruebas de misiles y el clima cambiante debido a una disminución de la actividad solar provocada por el acercamiento del compañero del Sol y su enjambre de cometas acompañantes es etiquetado como "calentamiento global antropogénico".
Al atribuir una causa a estos eventos inducidos cósmicamente a los hombres, las élites mantienen la ilusión de que tienen el control. Los "chemtrails" se pueden detener si se detienen las 'fumigaciones', las pruebas de misiles pueden ser detenidas si se puede obligar a los militares a hacerlo, el calentamiento global se puede reducir mediante el control de las emisiones humanas de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, las estelas de condensación provocadas por el aumento de la actividad cometaria, las explosiones cometarias y las perturbaciones solares y climáticas cósmicamente inducidas no pueden ser cambiadas por la élite. No sólo eso, si el público se diera cuenta de esto, también podría empezar a pensar que los "dioses están enojados" y tratar de encontrar la verdadera razón, para acabar deduciendo finalmente que el verdadero problema es la corrupción y la violencia de la élite en sus esfuerzos por obtener y mantener un mayor poder"
Extracto de Intenciones celestiales: Cometas y los cuernos de Moisés
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