Científico Confirma que Donald Trump Tiene Razón Sobre la Relación de las Vacunas y el Autismo

DONALD TRUM PUEDE SER UNA PERSONA DESPRECIABLE PERO PUEDE TENER RAZÓN EN ALGUNAS COSAS.

En una serie de tweets y entrevistas a lo largo de los últimos años, el futuro presidente de EE.UU, ha declarado que cree firmemente que existe una relación entre las "monstruosas" vacunas y el autismo.

Trump sugirió que la distribución de vacunas en dosis más pequeñas, con el tiempo podría reducir las tasas de autismo en los niños. 

A pesar de ser tachado como un loco por los medios de comunicación por sus comentarios, un científico del CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), Dr. William Thompson ha confirmado las sospechas de Trump, es decir, que la relación entre las vacunas y el autismo es real. 

En la declaración del Dr. Thompson, admitió que han omitido datos de un estudio que ha demostrado que el porcentaje de autismo era más alto entre los niños afroamericanos que recibieron la vacuna triple viral antes de la edad de tres años.

"Independientemente de la materia, los padres toman decisiones acerca de la salud de sus hijos, y merecen tener la mejor información disponible para ellos".

El estudio de 2004 fue publicado en la revista Pediatrics, y demostró que los niños afroamericanos vacunados con MMR, con la edad de tres años tenían un 340% más de riesgo, para desarrollar autismo.

Los medios de comunicación siguen haciendo caso omiso de estas revelaciones

Mientras tanto, continúan etiquetando a Donald Trump como un chiflado por la relación entre las vacunas y el autismo. Trump no ha cambiado su discurso sobre el debate de las vacunas a pesar del contragolpe de los principales medios de comunicación en contra de sus observaciones. 


Además, Trump declaró en un programa de televisión de Fox News en 2012: 

"He visto a personas que tienen un niño perfectamente sano, y un mes más tarde de la vacunación, el niño ya no es un niño con buena salud."

Trump hizo comentarios similares en una serie de tweets en 2014, después de que un informe del CDC revelara que las tasas de autismo sólo en los niños de Estados Unidos habían aumentado en un 30 por ciento en los últimos dos años.