Claro, clarito: "Mi aliado es Irán"
El
presidente estadounidense electo, Donald Trump, busca mejorar las
relaciones con Moscú, pero Rusia nunca permitirá que la nueva
administración norteamericana debilite a su más firme aliado en la
región, es decir, Irán.
Según
Fars News, después de la victoria de Donald Trump en las elecciones
presidenciales de EEUU, los sueños de las monarquías árabes del Golfo
Pérsico se han disipado.
Ellas
esperaban, de hecho, la llegada al poder de Hillary Clinton para
avanzar su agenda en los temas candentes de la región mediante el
establecimiento de una zona de exclusión aérea en Siria, el
derrocamiento del régimen sirio, la apertura de nuevo de la cuestión
nuclear iraní, la prolongación de las sanciones contra Irán y el
fortalecimiento de la participación de Washington en la guerra en Yemen.
Sin
embargo, estos regímenes absolutistas no habrían perdido sus ilusiones
por completo, ya que los gobiernos de EEUU, de tendencia republicana o
demócrata, continúan poniendo en práctica algunas constantes de política
exterior. Donald Trump ha criticado, por ejemplo, el acuerdo nuclear
aunque sus promesa de anularlo parecen ahora haberse esfumado y él habla
ya sólo de una “revisión”.
Desde
el punto de vista de los saudíes, este punto podría dar lugar a una
nueva animosidad entre Washington y Teherán para provecho suyo. Los
medios saudíes han dado la bienvenida a las declaraciones de Trump sobre
la posible anulación del acuerdo nuclear. Sin embargo, su alegría
podría ser de corta duración después de que la reacción de Rusia, China,
Francia y la UE ha sido la de dejar claro que el acuerdo nuclear con
Irán no es un tratado bilateral entre EEUU e Irán sino un acuerdo
multilateral y refrendado por la ONU.
Trump
ha prometido cooperar con Rusia, que considera a Irán como un factor de
estabilidad en la región y que nunca permitirá que la administración
Trump debilitar su aliado iraní. Trump pondría, de este modo, en peligro
su ansiada relación con Moscú si intenta cuestionar el acuerdo nuclear
con Irán, además de crear tensiones con la UE y China.
En
la actualidad, Rusia y Siria pueden aprovechar la oportunidad que
presenta el cambio de presidente en EEUU, tanto más que, en una
comparación entre “lo malo” y “lo peor”, la llegada Trump al poder es
preferible a la de Clinton. Éste es un logro indirecto para Irán, ya
que, cuando los aliados de Teherán están en buenas condiciones, la
situación estratégica de Irán también será buena.
Agencias
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