El distrito de Columbia (en Washington DC) votó por convertirse en el estado 53
(¿Quieres saber por qué?)
De confirmarse, sería más importante
-incluso- que la victoria de Trump. Para entender semejante afirmación
(y si eres nuevo en esto), te tengo que contar el corazón de este
sistema corporativo en el que vivimos.
En el año 1879, después de que los
banqueros asesinaran a Lincoln -dejando así prorrogada la Ley Marcial
decretada durante la Guerra Civil, y estando el país en bancarrota-, el
distrito donde residen las instituciones norteamericanas (Casa Blanca,
Capitolio, Biblioteca Nacional, etc) promulgó su propia constitución por
la que se creaba la corporación (S.A.) de los ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
(en mayúsculas), que sustituía a los “Estados Unidos para América”, la
república original.
De la misma suerte, esa constitución (y
con ella, la corporación creada) sustituyó al país fundado en 1776 y por
ello, los ministerios pasaron a ser Departamentos… de esa Corporación.
La prueba de ello es que (al igual que el
Vaticano o la city londinense) ese distrito funciona con una ley
diferente (sin impuestos) y, ahora nos enteramos, a pesar de tener derecho a tres representantes electores ¡no tienen asiento en el congreso ni en el Senado!
Es decir: se reconoce que allí funciona “una ley especial”.
Ocultada en medio de la conmoción generada por la victoria de Trump, la noticia de que los residentes en el distrito de Washington DC conocido como “Columbia” votaron a favor de ser considerado un estado más dentro de la república, merece un comentario aparte.
Lo primero: ¿a qué ciudadanos nos referimos? (Supongo que la mayor parte serán funcionarios del propio Estado).
Segundo: ¿a quién se le ocurrió semejante
idea? (Evidentemente, debió ser a un “Caballero Blanco”, es decir, a
alguien de inteligencia.
Tercero: esto coincide con la victoria de Trump y sucede (aunque no sea vinculante), a hurtadillas, sin que nadie se entere.
Conclusión. A mí me parece que ha sido una
jugada magistral para devolver Estados Unidos a la Constitución
original y derogar así la corporación USA.
El tiempo dirá si estoy en lo cierto.
Washington DC vota a favor de ser el estado número 51
- Nov. 10, 2016
- original
Un total de 227 mil 562 residentes votaron
por la estadidad, equivalente al 86 por ciento, frente a 37 mil 558 que
sufragaron en contra.
WASHINGTON.
Un abrumador 86 por ciento de los residentes del Distrito de Columbia votó a favor de convertirlo en el estado número 51 de la Unión Americana, pero enfrentan la oposición de un Congreso que continuará en manos de los republicanos por los próximos dos años.
El referendo aprobatorio, el primero de su
tipo en más de dos décadas, carece de carácter vinculante toda vez que
se limita a pedir al Consejo de la ciudad hacer la petición al Congreso
para que celebre un voto sobre la estadidad, a fin de convertirla en el
“Estado de Washington DC”.
Las cosas no lucen bien”, reconoció el exalcalde demócrata de la ciudad, Vincent Gray. “Pero creo que debemos seguir luchando y manteniendo la esperanza”, agregó.
Un total de 227 mil 562 residentes votaron
por la estadidad, equivalente al 86 por ciento, frente a 37 mil 558 que
sufragaron en contra.
La boleta del referendo preguntó a los
capitalinos si deseaban que el Distrito de Columbia se convirtiera en un
estado, con su propia Constitución, con límites geográficos y con una
forma representativa de gobierno.
Para evitar problemas como sede de los
poderes de la federación, se preservó un “distrito federal” que
comprende la zona donde se asienta la Casa Blanca, el Congreso y la
Suprema Corte.
Desde la concepción de la ciudad en 1790,
los washingtonianos carecen de voto en el Congreso estadunidense y sólo
pueden votar por el presidente de Estados Unidos. Aunque tienen
representación con voz, carecen de la fuerza del voto en ambas cámaras
legislativas.
La Constitución de Estados Unidos otorga
en su Artículo 1, Sección 8, cláusula 17 un poder absoluto al Congreso
sobre los asuntos del Distrito de Columbia, por ser sede de los poderes
federales: la Casa Blanca, el Capitolio y la Suprema Corte de Justicia.
Los residentes del Distrito de Columbia no
sólo no pueden decidir el destino de las contribuciones fiscales de sus
residentes al gobierno federal, sino tampoco el destino de los ingresos
propios, toda vez que corresponde a una decisión del legislativo
federal.
Más de mil millones de dólares anuales son
entregados por los capitalinos al Departamento del Tesoro, una cifra
mayor a la de 11 estados del país.
Pero su presupuesto debe ser aprobado por
el legislativo estadunidense, por lo cual la ciudad es tratada
económicamente como si fuera cualquier agencia federal, como la NASA o
el Departamento de Veteranos de Guerra.
En abril pasado, la alcaldesa de
Washington DC, la demócrata Muriel Bowser, decidió por primera vez en la
historia de la ciudad pedir autorización del Congreso federal para
decidir el destino de sus ingresos por 13 mil millones de dólares para
el año fiscal 2017.
La acción de Bowser fue vista como una
“declaración de independencia” del Congreso, toda vez que la alcaldesa
decidió empezar a gastar el dinero sin esperar a los legisladores, y
como la primera salva en la nueva etapa en busca de la estatidad.
Pero con la retención de los republicanos
del control del Senado y la Cámara de Representantes, que se oponen a la
estadidad para el Distrito de Columbia, sus partidarios reconocen las
dificultades de un voto sobre el tema en el Congreso federal.
Tenemos que trabajar duro para desarrollar una relación que prácticamente no existe y debemos seguir presentando el argumento de que es antiestadunidense tratar a los residentes del Distrito de Columbia como ciudadanos de segunda clase”, dijo Gray, quien presentará al distrito electoral número Siete.
gak
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