Arabia Saudí pide destitución de ministro de Exteriores egipcio. Egipto rehúsa
Arabia
Saudí reclama la destitución del ministro egipcio de Exteriores y le
imputa la responsabilidad de las disensiones que tienen lugar entre Riad
y El Cairo.
Según el periódico egipcio Al Masriun, Arabia Saudí ha condicionado el arreglo de sus tensiones con El Cairo a la destitución del Sameh Shukri, ministro de Exteriores.
Riad reprocha a El Cairo su voluntad de normalizar sus relaciones con Teherán y se ofusca en la reciente entrevista entre Shukri y el ministro de Exteriores iraní, Mohammed Yavad Zarif, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU en septiembre pasado.
Una fuente diplomática egipcia dijo el diario Al Masriun que el régimen saudí se vio contrariado también por la presencia de los egipcios en la Cuarta Cumbre Afro-Árabe, boicoteada por Arabia Saudí y otros ocho países árabes, incluyendo Marruecos, por la presencia de la bandera de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), reconocida por la mayoría de estados africanos, en la sala.
Sin embargo, estos factores no son los únicos que han irritado a Riad.
Rechazo al wahabismo
El ministro egipcio ha denunciado el pensamiento wahabí de los dirigentes saudíes, calificándolo como la fuente del terrorismo takfiri que asola Oriente Medio. Además, él se ha mostrado favorable a las políticas del nuevo presidente libanés, Michel Aoun, importante aliado del presidente sirio, Bashar al Assad.
Shukri fue el primer ministro de Exteriores de un país árabe en visitar Beirut después de la elección de Aoun. Él se reunió también con el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, y con el primer ministro encargado de formar gobierno, Saad Hariri.
Por otro lado, la reacción mitigada de la diplomacia egipcia ante la adopción de la ley JASTA por parte del Congreso norteamericano ha molestado al régimen saudí.
Tensiones en fase irreversible
En relación a la demanda de Arabia Saudí de destituir al jefe de la diplomacia egipcia, El Cairo ha declarado que tal exigencia constituye una injerencia flagrante en los asuntos internos de Egipto.
Abdullah al Ashaal, antiguo viceministro de Exteriores de Egipto, ha manifestado que las diferencias entre Riad y El Cairo no se verían arregladas por la destitución de Shukri.
“Si las relaciones entre Riad y El Cairo pudieran ser normalizadas con la destitución de Shukri, Abdul Fattah al Sisi habría ya pensado en eso, pero las tensiones han alcanzado un nivel irreversible”, afirmó.
Él señaló que “el rey Salmán y Sisi están divididos en el tema de los Hermanos Musulmanes. Arabia Saudí ayudó a Sisi en su día a derrocar a los Hermanos Musulmanes, pero no quería que el nuevo presidente egipcio los dispersara por otros países. Es en este punto donde los dos gobiernos han comenzado a chocar puesto que los saudíes y los Hermanos Musulmanes comparten intereses comunes y Riad está ahora utilizando al grupo para promover sus intereses en la región”.
Source: Periódicos
Según el periódico egipcio Al Masriun, Arabia Saudí ha condicionado el arreglo de sus tensiones con El Cairo a la destitución del Sameh Shukri, ministro de Exteriores.
Riad reprocha a El Cairo su voluntad de normalizar sus relaciones con Teherán y se ofusca en la reciente entrevista entre Shukri y el ministro de Exteriores iraní, Mohammed Yavad Zarif, en los márgenes de la Asamblea General de la ONU en septiembre pasado.
Una fuente diplomática egipcia dijo el diario Al Masriun que el régimen saudí se vio contrariado también por la presencia de los egipcios en la Cuarta Cumbre Afro-Árabe, boicoteada por Arabia Saudí y otros ocho países árabes, incluyendo Marruecos, por la presencia de la bandera de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), reconocida por la mayoría de estados africanos, en la sala.
Sin embargo, estos factores no son los únicos que han irritado a Riad.
Rechazo al wahabismo
El ministro egipcio ha denunciado el pensamiento wahabí de los dirigentes saudíes, calificándolo como la fuente del terrorismo takfiri que asola Oriente Medio. Además, él se ha mostrado favorable a las políticas del nuevo presidente libanés, Michel Aoun, importante aliado del presidente sirio, Bashar al Assad.
Shukri fue el primer ministro de Exteriores de un país árabe en visitar Beirut después de la elección de Aoun. Él se reunió también con el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, y con el primer ministro encargado de formar gobierno, Saad Hariri.
Por otro lado, la reacción mitigada de la diplomacia egipcia ante la adopción de la ley JASTA por parte del Congreso norteamericano ha molestado al régimen saudí.
Tensiones en fase irreversible
En relación a la demanda de Arabia Saudí de destituir al jefe de la diplomacia egipcia, El Cairo ha declarado que tal exigencia constituye una injerencia flagrante en los asuntos internos de Egipto.
Abdullah al Ashaal, antiguo viceministro de Exteriores de Egipto, ha manifestado que las diferencias entre Riad y El Cairo no se verían arregladas por la destitución de Shukri.
“Si las relaciones entre Riad y El Cairo pudieran ser normalizadas con la destitución de Shukri, Abdul Fattah al Sisi habría ya pensado en eso, pero las tensiones han alcanzado un nivel irreversible”, afirmó.
Él señaló que “el rey Salmán y Sisi están divididos en el tema de los Hermanos Musulmanes. Arabia Saudí ayudó a Sisi en su día a derrocar a los Hermanos Musulmanes, pero no quería que el nuevo presidente egipcio los dispersara por otros países. Es en este punto donde los dos gobiernos han comenzado a chocar puesto que los saudíes y los Hermanos Musulmanes comparten intereses comunes y Riad está ahora utilizando al grupo para promover sus intereses en la región”.
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