YouTube censura el canal de noticias de Corea del norte
La cadena de televisión de Corea del norte tenía una cuenta abierta en
Youtube que emitía informativos y ruedas de prensa en vivo y en directo.
Ahora Google, propietario de Youtube, la ha censurado.
La excusa es que obtenía beneficios a través de la publicidad para el gobierno, medida que violaría las sanciones impuestas por Estados Unidos.
En marzo el Departamento del Tesoro de Estados Unidos prohibió a todas las empresas e individuos estadounidenses hacer cualquier tipo de negocios con el departamento de propaganda norcoreano.
Ahora Google censura la cuenta de la televisión para cumplir fielmente con lo que le ordena su gobierno.
Luego a Corea del norte se le acusa de ser un Estado “hermético”, “cerrado” y demás.
La explicación de la censura es bastante simple: los imperialistas no quieren que nadie -salvo ellos mismos- informe de lo que ocurre en Corea del norte, que no exista un punto de vista independiente, alternativo.
El lenguaje que se utiliza para explicar este tipo de fenómenos no puede caer en saco roto. Si Corea del norte censura Youtube, es intolerable. Pero si ocurre al revés y es YouTube quien censura a Corea del norte, entonces es normal y lógico. Hay que cumplir con las leyes que aprueba el Congreso de Estados Unidos.
Pero, ¿qué pasa con las leyes que aprueba el Parlamento de Corea del norte?, ¿esas no valen para nada?
Hay una usuaria muy conocida en YouTube, la británica Louis Cole, cuyas grabaciones tienen 1,8 millones de seguidores, que este verano realizó un reportaje de siete vídeos sobre Corea del norte en el que se le olvidó echar la basura habitual que hay que arrojar en estos casos: derechos humanos, libertades, etc.
Los vídeos mostraban las actividades de la gente normal del país, sus diversiones y entretenimientos. Entre otros ataques, la revista Vanity Fair, destinada para el consumo de los gilipollas integrales, se lanzó a por ella. Aseguró que los vídeos eran propaganda del gobierno de Corea del norte.
La excusa es que obtenía beneficios a través de la publicidad para el gobierno, medida que violaría las sanciones impuestas por Estados Unidos.
En marzo el Departamento del Tesoro de Estados Unidos prohibió a todas las empresas e individuos estadounidenses hacer cualquier tipo de negocios con el departamento de propaganda norcoreano.
Ahora Google censura la cuenta de la televisión para cumplir fielmente con lo que le ordena su gobierno.
Luego a Corea del norte se le acusa de ser un Estado “hermético”, “cerrado” y demás.
La explicación de la censura es bastante simple: los imperialistas no quieren que nadie -salvo ellos mismos- informe de lo que ocurre en Corea del norte, que no exista un punto de vista independiente, alternativo.
El lenguaje que se utiliza para explicar este tipo de fenómenos no puede caer en saco roto. Si Corea del norte censura Youtube, es intolerable. Pero si ocurre al revés y es YouTube quien censura a Corea del norte, entonces es normal y lógico. Hay que cumplir con las leyes que aprueba el Congreso de Estados Unidos.
Pero, ¿qué pasa con las leyes que aprueba el Parlamento de Corea del norte?, ¿esas no valen para nada?
Hay una usuaria muy conocida en YouTube, la británica Louis Cole, cuyas grabaciones tienen 1,8 millones de seguidores, que este verano realizó un reportaje de siete vídeos sobre Corea del norte en el que se le olvidó echar la basura habitual que hay que arrojar en estos casos: derechos humanos, libertades, etc.
Los vídeos mostraban las actividades de la gente normal del país, sus diversiones y entretenimientos. Entre otros ataques, la revista Vanity Fair, destinada para el consumo de los gilipollas integrales, se lanzó a por ella. Aseguró que los vídeos eran propaganda del gobierno de Corea del norte.
Todo es propaganda de Corea del norte, excepto lo que ellos digan.
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