"El
gobierno autoritario de Venezuela es tan brutal, que a “la oposición”
que sale a “manifestarse” convocada por la MUD no parece quedarle otra
que atacar e incendiar hospitales", cuestiona el profesor Bosch. | Foto:
Reuters
En
entrevista para teleSUR, el profesor e investigador Matías
Bosch Carcuro analiza la actual situación en Venezuela, marcada por las
recientes movilizaciones de calle de la derecha, que en los últimos días
ha auspiciado vandalismo y focos de violencia en diversos puntos del
país.
- ¿Cómo procedería un régimen dictatorial ante las protestas que se tornan violentas?
La nueva matriz de
opinión construida por los dirigentes de la MUD, apoyados por las
grandes transnacionales de la comunicación, es que en Venezuela hay una
"dictadura", contando además con el aval del Secretario General de la
OEA, Luis Almagro, quien intentó establecer oficialmente que en
Venezuela había un quiebre del orden constitucional. Lo primero es tomar
con pinzas el concepto de dictadura. En algún momento hasta Simón
Bolívar fue dictador, y no por eso alguien justificaría hoy su
derrocamiento.
Las dictaduras y su
significado conocido en América Latina data del siglo XX, sobre todo de
la segunda mitad del mismo, época en la cual no hubo en muchos países
la menor tolerancia a la disidencia y la discrepancia, un gobernante o
junta de gobierno se erigieron en poderes absolutos, y los derechos
individuales fueron violados a gran escala. Cuando ello ha ocurrido,
jamás un grupo de opositores hubiese podido participar en elecciones,
ganarlas, ser reconocidos, ocupar puestos públicos, tener partidos,
periódicos, canales de televisión, etc.
Cuando Lilian
Tintori quiere hacerse pasar por la esposa de Martin Luther King olvida
que King nunca hizo como Leopoldo López, llamar al derrocamiento de un
gobierno, y que un grupo de sicarios lo asesinó, mientras López gozó de
un juicio transparente y apegado a la ley. Lo que pasa en Venezuela no
es ni parecido a lo que hace la policía en Chile ni Nueva York, y nadie
acusa a Bachelet ni a Obama ni Trump de ser dictadores.
En México, Colombia
y Honduras todas las semanas asesinan dirigentes y activistas y nadie
acusa a sus gobiernos de lo que se acusa al gobierno de Venezuela. Hay
una falacia total en llamar "dictadura" a lo que hay en Venezuela, y un
doble estándar terrible. A mí me parece que se falta el respeto a los
miles y miles de víctimas y familiares de víctimas que en América Latina
han padecido dictaduras, torturas, ejecuciones y destierros, cosa que
Capriles, Borges, Ramos Allup ni Tintori han soñado padecer. Tintori se
ha sacado fotos con presidentes, mientras en Chile las viudas de
ejecutados políticos aún buscan sus huesos en las arenas del desierto.
-
¿Por qué los dirigentes opositores no confían en los llamados a diálogo
del Gobierno venezolano, incluso cuando hay mediadores del Vaticano,
expresidentes de otras naciones y organismos como Unasur?
No pueden confiar,
porque eso significaría, principalmente, atenerse a las reglas del juego
democrático, que el primero que las desconoció fue Henrique Capriles en
2013, cuando tildó al gobierno electo de Nicolás Maduro como
"ilegítimo", llamó a militares a insubordinarse y a la población
"descargar la arrechera", lo que derivó en las guarimbas de 2013 y
siguieron luego en las de 2014.
>> Abril: Cronología de los destrozos de la oposición en Venezuela
Como ellos no creen
en las reglas de ganar y perder, de aceptar las reglas y aceptar las
instituciones, mucho menos pueden dialogar, que sería, una vez aceptadas
las normas y reglas del juego, poder entenderse y tener canales fluidos
de cooperación y colaboración entre poderes, primero, y entre litorales
políticos, después.
Ellos no van a dialogar porque no aceptan a Chávez, no aceptan a la
Revolución, y mucho menos aceptan a Maduro. Ellos sólo aceptan que el
chavismo sea anulado en la Historia de Venezuela, como una pesadilla
para los privilegios que siempre gozaron y que creen se merecen por
designio divino.
En ese sentido, es
increíble que logren convencer a parte de la población de una vocación
democrática y política que no tienen, gente que creían en los crímenes
de la Cuarta República y creyeron en los métodos del golpe de 2002. Si
han logrado persuadir a parte de los venezolanos sólo se debe a la
crisis económica y comercial de los últimos dos años, y la han
capitalizado e instrumentalizado, cuando todos sabemos que si ellos
hubiesen gobernado, esa crisis hubiese sido mucho peor.
- ¿Es posible que, manteniendo a los opositores en las calles, el Gobierno venezolano dimita?
Nicolás Maduro y el
gobierno bolivariano no van a dimitir. Eso es imposible. Sería violar
la Constitución, la legalidad, y sería concederle a la derecha de la MUD
un derecho que no tiene. Si quieren llegar a la presidencia de la
República, que compitan legalmente en 2019. Hay que decirlo: la derecha
venezolana y latinoamericana es golpista, no es verdad que creen ni que
respetan la Constitución, todo esto es puro montaje. Ellos son lo que
hicieron en 2002: su proyecto es barrer con el gobierno, con los poderes
públicos, la Constitución, las políticas de 2000 hasta aquí, y
restaurar un gobierno de élites, que garantice que las riquezas son para
unos pocos. Y eso no se les puede conceder, bajo ningún concepto. Si
todo se resolviera con una renuncia, las cosas fueran muy simples. Pero la
pugna de lo que hoy es la MUD con el gobierno bolivariano no es por la
falta de productos básicos ni por medicinas, es por un modelo de país.
Ahí hemos visto a Capriles con Macri, hemos visto a Lilian Tintori
haciendo campaña para Guillermo Lasso en Ecuador. Eso es lo que creen,
lo que persiguen. Esto no es que hayan elecciones para resolver una
determinada crisis, eso es una vulgar pantalla. Si ellos quieren imponer
su proyecto, pues que esperen a elecciones presidenciales de 2018, que
convenzan a la mayoría de los venezolanos y compitan limpiamente con
votos, que no esperen que el pueblo y su gobierno les entregue el poder
"porque se lo merecen como un don de clase".
-
¿Por qué en el extranjero no se condenan las guarimbas? ¿Por qué lo que
es considerando vandalismo en el exterior es mostrado por los medios de
comunicación como actos de heroísmo en Venezuela?
Como decía más
arriba, hay un doble estándar terrible. En Chile y en Argentina hay
presos políticos de los cuales no se habla. En Estados Unidos se mata a
ciudadanos negros. En España y Europa se apalea sin piedad a los
protestantes, por cosas mucho menores que lo que hacen los encapuchados
en Venezuela. Pero eso se debe a que las transnacionales de las
comunicaciones, las empresas de persuasión de masas, responden a un
interés empresarial. Su interés es demostrar con fotos y relatos que lo
de Venezuela es un proyecto fallido, un fracaso total, y que es un mal
ejemplo para los demás países, y crear las condiciones que justifiquen
si un golpe de Estado se llega a ejecutar.
Fotos de Reuters
Frente a eso, hay que denunciar la situación calamitosa de los
Derechos Humanos en todo el continente, mostrar lo que hace la policía y
los paramilitares en México, Brasil, Colombia, Honduras, Guatemala,
República Dominicana, mostrar lo que se hace a los mapuches en Chile, y
mostrar que en Venezuela no se reprime la libre expresión, sino que la
violencia se desata por grupos organizados, desde 2002, para llevar la
situación de toda protesta al límite de la crisis social.
Es un plan muy bien
estudiado, muy bien implementado, y curiosamente manipula lo que
hicieron históricamente las dictaduras de derecha para adjudicárselo
ahora a la democracia revolucionaria en Venezuela. Por eso es muy
importante que las verdades que se detecten inmediatamente se difundan
por las redes sociales que es la forma en que desde afuera podemos
ayudarles.
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