Washington,
20 nov (PL) El costo económico de la epidemia de opioides en Estados
Unidos durante 2015 fue de aproximadamente 504 mil millones de dólares,
según un estudio sobre el tema que publicará hoy la Casa Blanca.
El Consejo de Asesores Económicos (CEA) de la mansión ejecutiva adelantó
ayer que esa cifra es más seis veces mayor que las estimaciones
anteriores en la materia, y representa aproximadamente el 2,8 por ciento
del Producto Interno Bruto del país.
De acuerdo con ese grupo, un informe privado de 2016 calculó que los excesos, abusos y dependencia de los opiáceos recetados -una categoría poderosa y adictiva de analgésicos- costaron 78 mil 500 millones de dólares en 2013.
La mayor parte de ese número se atribuyó al gasto en atención médica y justicia penal, junto con la pérdida de productividad.
El consejo explicó que su estimación es significativamente mayor porque la epidemia ha empeorado, como indica el hecho de que las muertes por sobredosis se duplicaron en la última década.
A decir de la estructura de asesores económicos, otros análisis se centraron exclusivamente en los opioides recetados, mientras que el informe que ve la luz hoy también tiene en cuenta los ilícitos, incluida la heroína.
'Las estimaciones previas del costo económico de la crisis de los opiáceos lo subestiman mucho al infravalorar el componente más importante de la pérdida: las muertes resultantes de las sobredosis', argumentó.
El grupo sostuvo que otros estudios no consideraron en toda su dimensión el número de muertes por opiáceos, y si cálculos anteriores señalaron que en 2015 hubo más de 33 mil decesos por sobredosis vinculadas con estas sustancias, el CEA subió esa cifra a cerca de 41 mil.
Los nuevos datos se dan a conocer después de que el 26 de octubre el presidente Donald Trump declarara una emergencia de salud pública por el alto consumo de opioides.
En sus argumentos sobre el tema el mandatario reconoció que Estados Unidos es el país que más consume esas sustancias en el mundo y afirmó que este territorio está lidiando con la peor crisis de drogas de su historia.
Pese a ello, el gobernante republicano no llegó a declarar una emergencia nacional, como había indicado previamente que haría.
Medios locales se refirieron al anuncio como una medida parcial, pues una emergencia de salud pública, a diferencia de una nacional, no libera fondos adicionales, sino que depende del presupuesto existente para ser redirigido.
'Declarar una emergencia nacional liberaría la financiación de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, el despliegue de trabajadores de salud pública y las solicitudes estatales de ayuda federal, entre otras cosas', apuntó entonces la cadena CBS News.
En su discurso de finales del mes pasado Trump lamentó que la epidemia cobró 64 mil vidas en esta nación en 2016, 175 cada día.
tgj/mar
De acuerdo con ese grupo, un informe privado de 2016 calculó que los excesos, abusos y dependencia de los opiáceos recetados -una categoría poderosa y adictiva de analgésicos- costaron 78 mil 500 millones de dólares en 2013.
La mayor parte de ese número se atribuyó al gasto en atención médica y justicia penal, junto con la pérdida de productividad.
El consejo explicó que su estimación es significativamente mayor porque la epidemia ha empeorado, como indica el hecho de que las muertes por sobredosis se duplicaron en la última década.
A decir de la estructura de asesores económicos, otros análisis se centraron exclusivamente en los opioides recetados, mientras que el informe que ve la luz hoy también tiene en cuenta los ilícitos, incluida la heroína.
'Las estimaciones previas del costo económico de la crisis de los opiáceos lo subestiman mucho al infravalorar el componente más importante de la pérdida: las muertes resultantes de las sobredosis', argumentó.
El grupo sostuvo que otros estudios no consideraron en toda su dimensión el número de muertes por opiáceos, y si cálculos anteriores señalaron que en 2015 hubo más de 33 mil decesos por sobredosis vinculadas con estas sustancias, el CEA subió esa cifra a cerca de 41 mil.
Los nuevos datos se dan a conocer después de que el 26 de octubre el presidente Donald Trump declarara una emergencia de salud pública por el alto consumo de opioides.
En sus argumentos sobre el tema el mandatario reconoció que Estados Unidos es el país que más consume esas sustancias en el mundo y afirmó que este territorio está lidiando con la peor crisis de drogas de su historia.
Pese a ello, el gobernante republicano no llegó a declarar una emergencia nacional, como había indicado previamente que haría.
Medios locales se refirieron al anuncio como una medida parcial, pues una emergencia de salud pública, a diferencia de una nacional, no libera fondos adicionales, sino que depende del presupuesto existente para ser redirigido.
'Declarar una emergencia nacional liberaría la financiación de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, el despliegue de trabajadores de salud pública y las solicitudes estatales de ayuda federal, entre otras cosas', apuntó entonces la cadena CBS News.
En su discurso de finales del mes pasado Trump lamentó que la epidemia cobró 64 mil vidas en esta nación en 2016, 175 cada día.
tgj/mar
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