I. Conforme al análisis del politólogo Benjamín Arditi: La política en los bordes del liberalismo
(obviamente del liberalismo político, para diferenciarlo del
liberalismo económico y sobre todo del salvaje neoliberalismo económico:
David Harvey: Breve historia del neoliberalismo), hay un
vuelco a los populismos como respuesta al agotamiento-descrédito de la
democracia representativa y de partidos, en la competencia electoral
mexicana donde sobresale la Presidencia de la República. Todos de corte
religioso, está el populismo ultraderechista de Ricardo Anaya, católico a
secas (PAN-PRD.MC). El de centro-izquierda de López Obrador,
guadalupano-cristiano con alianza católica (Morena). Y el de
centro-derecha de “Mid”; el pseudo priista, fundamentalista católico y
administrador burocrático al servicio del PAN y del PRI (su padre y
manager Dionisio Meade fue diputado federal por ese partido).
Aparentemente están apoyados en la democracia electoral representativa.
Pero, tras bambalinas, amparados en el populismo con sus llamados al
pueblo.
II. Son triates que “riñen constantemente… La participación es la palabra clave de los populistas”; pregonando que los ciudadanos deben intervenir en sus mítines y a ellos recurren para que voten en julio del 2018. Y entre ellos “la continuación de la política como una guerra por otros medios” (Michel Foucault: El sujeto y el poder). Así, el populismo ha sido recurrente en quienes aspiran a gobernar y quienes están en los poderes. Y nada tiene de raro que los tres principales adversarios pongan en práctica sus peculiares populismos. “… entonces, dice Arditi, lo que estamos presenciando es otra faceta de la normalización de la representación populista en las democracias liberales”. Y aunque unos a otros se tachen de populistas, los tres lo son. Y con ese populismo, los priistas, Peña, la Tesorería de la Federación, el Trife y hasta el INE, andan divulgando que el tal “Mid” es quien tiene la llave empresarial, fiscal, bancaria y presupuestaria para abrir esas cajas fuertes para, primero, lo que se ofrezca para la campaña. Y, para sembrar confianza en los capitalistas, garantizando la continuidad peñista.
III. Esa llave envalentona a “Mid”, quien ni así sale de su mediocridad electorera; y no convence a los descontentos del PRI que lo ven como extraño. Lo único que está dando “Mid” es lástima, porque “no da pie con bola”, repitiendo al pie de la letra los guiones que le dictan y se aprende de memoria. No entusiasma ni a su esposa que lo acompaña rezando, para ver si así no lo destituyen por el peleonero de Nuño. Pero todos ellos se olvidan que existen los cerrajeros, y que Anaya, AMLO, la Zavala, “el bronco” y etc., etc., saben abrir chapas. Y cuando uno de ellos sea ungido, de inmediato le entregarán una llave para tener acceso a los dineros del pueblo. Por eso es que los de la oposición ni se afligen. Puede “Mid” ponerse junto con su escapulario la llave al cuello para abrir la Tesorería, Hacienda, el Banco de México, FMI, OCDE, el SAT y la banca privada. Sus rivales tienen cerrajero y andan despreocupados.
cepedaneri@prodigy.net.mx
II. Son triates que “riñen constantemente… La participación es la palabra clave de los populistas”; pregonando que los ciudadanos deben intervenir en sus mítines y a ellos recurren para que voten en julio del 2018. Y entre ellos “la continuación de la política como una guerra por otros medios” (Michel Foucault: El sujeto y el poder). Así, el populismo ha sido recurrente en quienes aspiran a gobernar y quienes están en los poderes. Y nada tiene de raro que los tres principales adversarios pongan en práctica sus peculiares populismos. “… entonces, dice Arditi, lo que estamos presenciando es otra faceta de la normalización de la representación populista en las democracias liberales”. Y aunque unos a otros se tachen de populistas, los tres lo son. Y con ese populismo, los priistas, Peña, la Tesorería de la Federación, el Trife y hasta el INE, andan divulgando que el tal “Mid” es quien tiene la llave empresarial, fiscal, bancaria y presupuestaria para abrir esas cajas fuertes para, primero, lo que se ofrezca para la campaña. Y, para sembrar confianza en los capitalistas, garantizando la continuidad peñista.
III. Esa llave envalentona a “Mid”, quien ni así sale de su mediocridad electorera; y no convence a los descontentos del PRI que lo ven como extraño. Lo único que está dando “Mid” es lástima, porque “no da pie con bola”, repitiendo al pie de la letra los guiones que le dictan y se aprende de memoria. No entusiasma ni a su esposa que lo acompaña rezando, para ver si así no lo destituyen por el peleonero de Nuño. Pero todos ellos se olvidan que existen los cerrajeros, y que Anaya, AMLO, la Zavala, “el bronco” y etc., etc., saben abrir chapas. Y cuando uno de ellos sea ungido, de inmediato le entregarán una llave para tener acceso a los dineros del pueblo. Por eso es que los de la oposición ni se afligen. Puede “Mid” ponerse junto con su escapulario la llave al cuello para abrir la Tesorería, Hacienda, el Banco de México, FMI, OCDE, el SAT y la banca privada. Sus rivales tienen cerrajero y andan despreocupados.
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