I. Javier y César, de apellido Duarte, los dos con los agregados
De Ochoa y Jáquez, son lo que sembró el PRI de Enrique Peña (junto con
los Borge, Medina, etcétera.) y cuyos casos están pesando negativamente
en ese partido, como en el PAN. En las urnas restarán votos a José
Antonio Meade “Mid” y a Ricardo Anaya, a tal grado que los mantiene 15
puntos abajo de Morena; lo que hace que López Obrador sea el puntero en
las encuestas, como lo fue contra Felipe Calderón y Peña, para ser
derrotado por el entonces IFE, ahora INE; el Trife y por todo el sistema
elitista que no permitió que el tabasqueño –posicionado como estaba–
ganara la Presidencia de la República que, en el presente, parece tener
al alcance de la mano. Por lo pronto, los desgobernadores
presos, los que están en capilla o huyendo (8 o 10 de ellos), son un
fardo que arrastrarán esos partidos, que ya van contra corriente rumbo
al primer domingo de julio. A los priistas-peñistas Duarte, se les tiene
como representantes de una élite oligárquica depredadora como nunca
antes hubo; y eso que tuvimos rateros que iniciaron la actual corrupción
que tiene al país económicamente devastado.
II. No han podido extraditar a César Duarte porque, en principio, Peña se resistía; pero ante la presión del actual gobernador de Chihuahua hubo de ceder a regañadientes. Y es que a ese Duarte, Peña le debe muchos favores. Igual a Javier Duarte, ya que los dos se pusieron a mano cuando Peña los necesitó para su campaña electoral de hace casi seis años. Pero al exdesgobernador de Sonora, Guillermo Padrés, sí lo tienen encarcelado por varios delitos. Uno de ellos por 10 millones de pesos, tipificado como lavado de dinero. Y es poco. Ya que el panista –de las huestes de Calderón– en verdad se atascó en la corrupción; con varias denuncias pendientes de la Fiscalía sonorense. Una de ellas por negocios con los uniformes escolares, la construcción de una presa particular, cuadras de caballos pura sangre y complicidades con sus principales funcionarios. Ha intentado que lo dejen en libertad condicional. Y el Juzgado Cuarto de Distrito le acaba de dictar formal prisión, lo que lo mantiene en donde debe estar cuando menos 20 años.
III. Estos son, hasta ahora, los representantes de la descomposición política y económica del PRI y del PAN, arrastrando entre sus patas al PRD, PVEM y MC. Son individuos que abusaron del poder y de la impunidad, hasta que el sistema ya no pudo más ser su tapadera. Por lo que Peña se vio obligado a que la PGR actuara en contra de ellos. Así que Javier Duarte y Guillermo Padrés están siendo procesados penalmente. César Duarte está escondido y sabe mucho de Peña y de Luis Videgaray. Cuando sea detenido y traído será otro escándalo político, que Peña quiere que estalle hasta después de las elecciones, para que su candidato “Mid” y el PRI no sufran más las consecuencias que los tiene en el sótano. El panista no afectará más al PAN con los embates a Ricardo Anaya, caído en la telaraña de sus negocios en Querétaro. Pero estos tres son la muestra de que mucho está podrido de corrupción, y que es necesario extirparla sancionándolos duramente.
cepedaneri@prodigy.net.mx
II. No han podido extraditar a César Duarte porque, en principio, Peña se resistía; pero ante la presión del actual gobernador de Chihuahua hubo de ceder a regañadientes. Y es que a ese Duarte, Peña le debe muchos favores. Igual a Javier Duarte, ya que los dos se pusieron a mano cuando Peña los necesitó para su campaña electoral de hace casi seis años. Pero al exdesgobernador de Sonora, Guillermo Padrés, sí lo tienen encarcelado por varios delitos. Uno de ellos por 10 millones de pesos, tipificado como lavado de dinero. Y es poco. Ya que el panista –de las huestes de Calderón– en verdad se atascó en la corrupción; con varias denuncias pendientes de la Fiscalía sonorense. Una de ellas por negocios con los uniformes escolares, la construcción de una presa particular, cuadras de caballos pura sangre y complicidades con sus principales funcionarios. Ha intentado que lo dejen en libertad condicional. Y el Juzgado Cuarto de Distrito le acaba de dictar formal prisión, lo que lo mantiene en donde debe estar cuando menos 20 años.
III. Estos son, hasta ahora, los representantes de la descomposición política y económica del PRI y del PAN, arrastrando entre sus patas al PRD, PVEM y MC. Son individuos que abusaron del poder y de la impunidad, hasta que el sistema ya no pudo más ser su tapadera. Por lo que Peña se vio obligado a que la PGR actuara en contra de ellos. Así que Javier Duarte y Guillermo Padrés están siendo procesados penalmente. César Duarte está escondido y sabe mucho de Peña y de Luis Videgaray. Cuando sea detenido y traído será otro escándalo político, que Peña quiere que estalle hasta después de las elecciones, para que su candidato “Mid” y el PRI no sufran más las consecuencias que los tiene en el sótano. El panista no afectará más al PAN con los embates a Ricardo Anaya, caído en la telaraña de sus negocios en Querétaro. Pero estos tres son la muestra de que mucho está podrido de corrupción, y que es necesario extirparla sancionándolos duramente.
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