Recientemente el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado que tiene un plan de ahorro en pequeños lingotes de oro
para pensionistas, trabajadores y amas de casa venezolanos. La idea es
ofrecer un instrumento de ahorro que conserve su valor a pesar de la
hiperinflación que está sufriendo en los últimos tiempos.
Cuando lo leí, pensé que por fin por parte del gobierno venezolano se ponía en práctica algo adecuado para acabar la hiperinflación y darle credibilidad a la moneda, aunque sea por el modo más bestia que es indexarla al oro. Pero cuando uno investiga más profundamente las condiciones en las que se ofrece dicho oro, se da cuenta de que no es sino un más de lo mismo en la lista de desmanes financieros venezolanos.
Empecemos por el primer momento, aunque Maduro haya ofrecido “lingoticos” a los venezolanos de 1,5 y 2,5 gramos y afirme tener miles de estos lingoticos listos (que en el fondo no es tanto, porque podemos estar hablando de tres o cuatro kilos de oro), un venezolano que emplee sus bolívares en comprar oro, no va a poder obtener el lingote físico.
Lo que el gobierno de Maduro vende son certificados
que afirma que están respaldados por “lingoticos” de oro reales que
custodiará el gobierno. Estos certificados de oro tienen una validez de
un año, no se pueden canjear jamás por oro físico y al vencimiento el
gobierno nos pagará el precio del oro, lo que probablemente sea lo que
el gobierno venezolano considere por el precio del oro en los nuevos
bolívares soberanos, que pueden imprimir tantas veces como quieran.
Adicionalmente,** el gobierno planea ofrecer diez certificados por cada “lingotico” físico**, es decir, que el gobierno de Maduro fiel a su estilo ya está hiperinflaccionando dichos certificados. Ofrecen más de los que podrían ofrecer para dar un mínimo de credibilidad.
Esto hace que el ahorro en oro recuerde bastante al Petro, esa criptomoneda que lanzó hace unos meses y de la que nadie parece acordarse. La divisa digital en principio respaldada por petróleo, se ha considerado una especie de estafa aprovechando el boom de las criptomonedas.
Y es que el gobierno de Nicolás Maduro lleva años usando las reservas de oro de Venezuela para hacer pagos internacionales mediante el Banco Internacional de Pagos de Basilea. Las reservas de oro de Venezuela llevan años disminuyendo, y se están usando por parte del gobierno Venezolano para hacer pagos y conseguir divisas debido a los problemas que tienen PDVSA (la empresa de petróleo pública). De hecho, se están llegando a acuerdos con bancos internacionales como por ejemplo el Deustche Bank como forma de conseguir divisas.
Que se estén reduciendo las reservas de oro del país, hace sospechar que el oro que ahora se ofrece a la población en bolívares llegue a existir, ya que el gobierno podría cambiarlo por divisas de verdad mucho más válidas que esa divisa que claramente están dispuestos a imprimir cuando consideren.
En mi opinión hace ya años que el gobierno de Venezuela debería haber puesto en marcha una política monetaria mínimamente sólida que no hubiera llevado al caos absoluto a dicho país.
Esto supone acabar con los tipos de cambio múltiples con el objetivo de paulatinamente ir a un sistema de flotación libre, dar independencia al Banco Central para determinar la oferta monetaria, hacer estadísticas fiables… Claramente estos certificados de “lingoticos” demuestran que el gobierno de Nicolás Maduro no opina del mismo modo y prefiere usar su creatividad para seguir en su camino al desastre.
En El Blog Salmón | Para qué puede servir a Venezuela el "Petro", el Bitcoin de Maduro
Imagen | The Puzzler
Imagen | __Else
Cuando lo leí, pensé que por fin por parte del gobierno venezolano se ponía en práctica algo adecuado para acabar la hiperinflación y darle credibilidad a la moneda, aunque sea por el modo más bestia que es indexarla al oro. Pero cuando uno investiga más profundamente las condiciones en las que se ofrece dicho oro, se da cuenta de que no es sino un más de lo mismo en la lista de desmanes financieros venezolanos.
No, nadie debería comprar oro a Maduro
Cuando lo vi me llamó la atención que una república que abraza el socialismo se hubiera lanzado a indexar su moneda del modo que opinan muchos libertarios que debería ser, mediante el oro. Hay quien opina que es el único modo de que una moneda sea real, si está indexada al oro y no se crea más que oro hay en la caja fuerte del naco central del país.Empecemos por el primer momento, aunque Maduro haya ofrecido “lingoticos” a los venezolanos de 1,5 y 2,5 gramos y afirme tener miles de estos lingoticos listos (que en el fondo no es tanto, porque podemos estar hablando de tres o cuatro kilos de oro), un venezolano que emplee sus bolívares en comprar oro, no va a poder obtener el lingote físico.
Adicionalmente,** el gobierno planea ofrecer diez certificados por cada “lingotico” físico**, es decir, que el gobierno de Maduro fiel a su estilo ya está hiperinflaccionando dichos certificados. Ofrecen más de los que podrían ofrecer para dar un mínimo de credibilidad.
Esto hace que el ahorro en oro recuerde bastante al Petro, esa criptomoneda que lanzó hace unos meses y de la que nadie parece acordarse. La divisa digital en principio respaldada por petróleo, se ha considerado una especie de estafa aprovechando el boom de las criptomonedas.
¿Existirá ese oro?
Adicionalmente uno se pregunta algo respecto a estos certificados, ¿de verdad existirán las láminas de oro que respaldan los certificados? Aparte de la parte al respecto de que se emitirán diez veces más certificados que “lingoticos”, las noticias recientes incluso hacen sospechar de ese 10% de oro real.Y es que el gobierno de Nicolás Maduro lleva años usando las reservas de oro de Venezuela para hacer pagos internacionales mediante el Banco Internacional de Pagos de Basilea. Las reservas de oro de Venezuela llevan años disminuyendo, y se están usando por parte del gobierno Venezolano para hacer pagos y conseguir divisas debido a los problemas que tienen PDVSA (la empresa de petróleo pública). De hecho, se están llegando a acuerdos con bancos internacionales como por ejemplo el Deustche Bank como forma de conseguir divisas.
Que se estén reduciendo las reservas de oro del país, hace sospechar que el oro que ahora se ofrece a la población en bolívares llegue a existir, ya que el gobierno podría cambiarlo por divisas de verdad mucho más válidas que esa divisa que claramente están dispuestos a imprimir cuando consideren.
En mi opinión hace ya años que el gobierno de Venezuela debería haber puesto en marcha una política monetaria mínimamente sólida que no hubiera llevado al caos absoluto a dicho país.
Esto supone acabar con los tipos de cambio múltiples con el objetivo de paulatinamente ir a un sistema de flotación libre, dar independencia al Banco Central para determinar la oferta monetaria, hacer estadísticas fiables… Claramente estos certificados de “lingoticos” demuestran que el gobierno de Nicolás Maduro no opina del mismo modo y prefiere usar su creatividad para seguir en su camino al desastre.
En El Blog Salmón | Para qué puede servir a Venezuela el "Petro", el Bitcoin de Maduro
Imagen | The Puzzler
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