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Europa avanza con el plan de Instex para eludir las sanciones de Estados Unidos a Irán

 

 

Tiene tres meses de retraso, al menos inicialmente solo se ocupará de los alimentos y productos médicos que no se ven afectados por las sanciones y ha sido despedido por los funcionarios estadounidenses como un “tigre de papel” ¿Pero el nuevo sistema de pagos no en dólares anunciado por el Reino Unido, Alemania y Francia el 31 de enero para permitir a las empresas europeas comerciar con Irán sin infringir las sanciones de los Estados Unidos tendrá suficiente valor político simbólico para darle un tiro en el brazo a Teherán?
Estableciendo el sistema de pagos, un vehículo de propósito especial (SPV) denominado Instrumento de apoyo a los intercambios comerciales (Instex), resultó ser un gran desafío porque no se pudo encontrar un estado miembro de la Unión Europea dispuesto a albergarlo. Los británicos, franceses y alemanes superaron esta dificultad diseñando un modelo que comparte el riesgo de represalias de los Estados Unidos. —El canal de pago tiene su sede en París, está gestionado por un banquero alemán. —Per Fischer, Jefe de Instituciones Financieras en Commerzbank entre 2003 y 2014 —Y viene con una junta con la participación del Reino Unido en la toma de decisiones.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, dijo en respuesta al registro de Instex que el éxito del mecanismo ahora dependería de las reuniones de expertos que Irán tiene que tener con los europeos, incluso entre los bancos centrales. “Es un primer paso dado por el lado europeo … Esperamos que cubra todos los bienes y artículos “, dijo Araqchi a la televisión estatal iraní.
Pero no son solo los iraníes quienes esperan a Instex. Es poco probable que entre en funcionamiento por varios meses más. – producirá algún éxito tangible. Europa también otorga una importancia real a la expansión del comercio con Irán frente a las sanciones de EE. UU. Dado que pretende afirmar la soberanía económica europea en respuesta a la política exterior unilateral de la administración Trump dirigida a los iraníes, política que pretende imponer a los europeos. La UE, por su parte, picado por el unilateralismo de la actual Casa Blanca, está estudiando planes para desafiar la dominación del dólar en el comercio mundial.

Lejos de los planes originales

Después de que se anunció Instex, El jefe de política exterior de la UE, Federica Mogherini, salió rápidamente de los bloques para declarar que el plan es que el vehículo se expanda eventualmente para permitir a las empresas europeas comerciar más libremente con Irán en una variedad de productos, incluidos aquellos sujetos a las sanciones de EE. UU. Pero Instex, en su forma actual, está muy lejos de los supuestos planes originales para convertirlo en un centro de intercambio de información del petróleo iraní a cambio de productos de Europa a través de puertos en Italia y Grecia. El petróleo, el gran generador de exportaciones de Irán, por el momento está completamente fuera de la ecuación.
“No cambiará las cosas dramáticamente, pero es un mensaje político importante para Irán para demostrar que estamos decididos a salvar el JCPOA [acuerdo nuclear con Irán] y también a los Estados Unidos para demostrar que defendemos nuestros intereses a pesar de sus sanciones extraterritoriales”. Un diplomático europeo fue citado por Reuters.
La agencia de noticias también citó a Rob Malley, un ex director de Medio Oriente en el Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos bajo el presidente Barack Obama y ahora en el grupo de expertos del Grupo de Crisis Internacional, y dijo que aunque el impacto económico del canal de pago sería modesto, había esperanza de que el simbolismo político podría ayudar a persuadir a Teherán para que se adhiriera al acuerdo nuclear. Los de línea dura en Irán siempre se han opuesto ferozmente a la decisión del centrista de Irán, El presidente pragmático, Hassan Rouhani, firmará el acuerdo multilateral a fines de 2015. Se resistieron a la medida diciendo que no se podía confiar en que EE. UU. No se retractara de los compromisos requeridos.

Las sanciones más duras

El régimen de sanciones impuesto a Teherán por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desde el año pasado, es el más duro de todos los que Washington ha seguido después de la República Islámica. Trump quiere estrangular la economía de Irán hasta el punto de que los iraníes están pidiendo un acuerdo que les permita obtener grandes concesiones en sus actividades en Medio Oriente, así como en sus programas de desarrollo de misiles balísticos y nucleares.
Anunció su política de sanciones en mayo del año pasado cuando retiró a los Estados Unidos del acuerdo nuclear que protegía a Irán de sanciones paralizantes a cambio del cumplimiento de las medidas diseñadas para garantizar que Teherán no avance hacia el desarrollo de un arma nuclear.
Trump sostiene que el acuerdo no es lo suficientemente exigente para Irán, pero los otros signatarios —Iran mismo, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China. “Nos esforzamos por señalar que Irán estaba cumpliendo un acuerdo que había sido alcanzado después de años de negociaciones minuciosas (algo que, para la ira de Trump, incluso sus propios jefes de inteligencia esta semana implicaban que era el caso). Manteniendo la línea de principios de la diplomacia internacional de que no había motivos para abandonar el acuerdo nuclear, los restantes signatarios se han mantenido en el acuerdo, mientras rechazaban, Donde puedan, contra las sanciones de asalto.
Sin embargo, un gran número de comerciantes e inversores extranjeros, por temor a ser golpeados con sanciones secundarias por los Estados Unidos, se han retirado de acuerdos post-nucleares hechos con los iraníes, y, según el FMI, la economía de Irán se ha hundido nuevamente en recesión. El comercio con Irán ahora es precario, ya que muchos canales de pago disponibles tienen enlaces del sistema financiero a los EE. UU. hacer que cualquier parte relacionada con dicho comercio sea vulnerable a las sanciones de la administración Trump.
Los bancos europeos generalmente rechazan cualquier sugerencia de involucrarse en negocios vinculados a Irán.

EE. UU .: No se espera impacto

En respuesta al anuncio de Instex, la Embajada de los Estados Unidos en Berlín dijo: “Como dejó claro el presidente, las entidades que continúan participando en actividades sancionables que involucran a Irán corren el riesgo de consecuencias graves que podrían incluir la pérdida del acceso al sistema financiero de EE. UU. Y la capacidad de hacer negocios con las compañías estadounidenses o estadounidenses”.
Agregó que los Estados Unidos no esperaban que Instex “afecte de alguna manera nuestra campaña de máxima presión económica” contra Irán.
El ministro de Relaciones Exteriores belga, Didier Reynders, reaccionó a la formación de Instex diciendo que aunque Europa sí compartía algunas preocupaciones de Estados Unidos sobre Irán “Al final del día, serán las empresas las que decidan si quieren o no trabajar en Irán. teniendo en cuenta el riesgo de sanciones norteamericanas “.
Los analistas han dicho que los EE. UU. Podrían definir Instex como un objetivo legítimo para sus sanciones sobre la base de que cualquier entidad europea con conexiones con EE. UU. o que utiliza dólares estadounidenses, que los intercambios con Irán podrían exponerse a grandes multas.
Se esperaba que Instex recibiera el respaldo de toda la UE en una reunión de ministros de asuntos exteriores europeos en Bucarest a fines del 31 de enero.
En 2017, las exportaciones de drogas de Europa a Irán tenían un valor de $ 884 millones, según datos de la ONU. Los de China e India se valoraron en $ 194 millones y $ 52 millones, respectivamente.
The Guardian informó que, si Europa colocaba una representación diplomática de alto nivel en el consejo de supervisión de Instex, podría actuar como un cortafuegos que evitaría que la administración de Trump impusiera sanciones.