Trump plantea a los republicanos que vayan pensando en la idea de iniciar un proceso de destitución contra la líder demócrata del Congreso, Nancy Pelosi.
“Pelosi está buscando un quid pro quo en el Senado. ¿Por qué no le hacemos un proceso de destitución a ella?”, se preguntó el viernes en su cuenta de Twitter el presidente de EE.UU., Donald Trump.
Su mensaje se publica luego de que la presidenta de la Cámara Baja se negara a decir cuándo enviará al Senado los cargos para un juicio político contra Trump, o siquiera si lo hará, manteniendo la incertidumbre de un proceso que la Casa Blanca desea dar por terminado cuanto antes.
La demócrata con su decisión de no despachar los dos artículos aprobados el miércoles en el Congreso en contra del mandatario estadounidense intenta presionar a los republicanos para que accedan a escuchar nuevos testimonios en el caso del juicio político (impeachment) en enero.
Sin embargo, el presidente del Senado, el republicano Mitch McConnell, ya ha descartado esta posibilidad y su partido acusa a los demócratas de querer extender el proceso por falta de pruebas.
El magnate neoyorquino confía plenamente en que los senadores republicanos van a rechazar en bloque los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso de EE.UU.
El Senado cuenta con mayoría republicana y los legisladores se han mostrado fuertemente reacios al impeachment. No obstante, Pelosi, la tercera autoridad de EE.UU., considera que para que se desarrolle un juicio justo es necesario escuchar los testimonios de autoridades como el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, MickMulvaney, y el exconsejero de Seguridad Nacional, John Bolton. Esta observación viene a raíz de que el Gobierno de Trump se ha negado a entregar 71 documentos y el propio mandatario ha impedido que declaren 12 testigos.
La Cámara de Representantes no podrá enviar los artículos hasta que los legisladores vuelvan de su descanso de fin de año el 7 de enero, como muy pronto, mientras que los senadores republicanos regresan a sus puestos de trabajo el día 3, aunque no podrán votar hasta el día 6, según informa los medios locales.
Sea cual sea el resultado del proceso de destitución de Trump, los demócratas han logrado salir con la suya al incluir a este republicano en la lista de los mandatarios sometidos a un impeachment que hasta ahora solo han sido dos: Andrew Johnson, en 1868; y Bill Clinton, en 1998.
Localizan y rastrean a Trump gracias a los señales del teléfono de un agente secreto de su entorno
El periódico The New York Times logró localizar al presidente de EE.UU., Donald Trump, y rastrear sus movimientos gracias a las señales que emitía el teléfono de uno de los agentes del Servicio Secreto de su entorno.
Para conseguirlo, el medio estudió un archivo de registros de más de 50.000 millones de señales de teléfonos inteligentes de "una muestra aleatoria de 2016 a 2017" que permitieron conocer la ubicación de más de 12 millones de personas en EE.UU. mientras se desplazaban por algunas de las ciudades más importantes del país.
Desde el periódico indican que necesitaron "solo unos minutos, con la ayuda de información disponible públicamente, para desanonimizar los datos de ubicación y rastrear el paradero del presidente Trump".
Un mapa detallado
El medio ha elaborado un mapa para mostrar la ruta que siguió el presidente el día de la visita a EE.UU. del primer ministro japonés, Shinzo Abe, en febrero de 2017.
La posición "de alguien en el séquito del presidente" se fija inicialmente a las 7:10 (hora local) en los terrenos del Club Mar-a-Lago de Trump en Palm Beach (Florida), donde se encontraba el presidente, durante aproximadamente una hora.
Después, el dueño del teléfono rastreado se dirigió al TrumpNational Golf Club en Jupiter, también en Florida, "a unos 30 minutos al norte del hotel, haciendo 'ping' nuevamente a las 9:24 a.m. a las afueras del complejo". El periódico explica que Trump se encontraba allí jugando al golf con el primer ministro nipón.
En esta ubicación el agente permaneció al menos hasta las 13:12, tras lo cual se dirigió al Trump International Golf Club en West Palm Beach, donde los dos políticos almorzaron en privado. A las 17:08, el dispositivo regresó a Mar-a-Lago, donde Trumpcenó con Abe esa noche.
Desde The New York Times han constatado que el Servicio Secreto se negó a comentar la investigación del periódico, así como las políticas de la agencia sobre datos de ubicación.
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