El miedo no anda en Peña

El miedo no anda en Peña

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El excesivo dispositivo de seguridad alrededor del Palacio Legislativo de San Lázaro que para el priísta EPN, el miedo no anda en burro.
Repudiado por casi dos terceras partes del electorado mexicano según los resultados del IFE, apoyado por una aparato mediático y de compra de voto más que probado por los medios que no se plegaron ante los intereses del PRI, el mandato de Peña comenzará viciado de origen.
Prueba de esto es la agresión que el activista y tuitero @roblesmaloof sufrió a manos de los gorilas del Estado Mayor Presidencial esta tarde. Su “crímen”, el intentar documentar el bloqueo que se extiende alrededor de 10 kilómetros a la redonda de San Lázaro, como vecino de la calle Fray Servando Teresa de Mier.
El “Nuevo PRI” que regresará dentro de escasos 5 días no es el de Ernesto Zedillo, sino el de Salinas, o Díaz Ordaz, déspota, brutal e intolerante a la crítica.
¿En qué democracia, díganme ustedes, el “triunfador” cierra estaciones del metro y cerca kilómetros y kilómetros a la redonda del lugar en donde tomará posesión como presidente? ¿Qué hay detrás de esta demostración de fuerza digna de dictadura tercermundista del medio oriente o de Sudamérica hace dos o tres décadas?
Cercas de más de dos metros de altura, obstaculización al libre tránsito, interrupción del transporte público y la necesidad de identificarse con credencial del IFE para acceder a la zona de excepción en los alrededores de San Lázaro, son apenas algunos de los logros de un gobierno priísta que comienza mal y que terminará peor.
Si por su probado escaso interés en temas intelectuales (recordemos el fiasco del político en la FIL de Guadalajara hace un año), algunos llaman a Peña “Burro”, bien podríamos decir sin temor a equivocarnos, que en el caso de su próxima toma de posesión como presidente de México, el miedo no anda en Peña.