Hallan indicios de vida de El Chayo ex líder de La Familia Michoacana
La PGR analiza la posibilidad de que Nazario Moreno esté vivo por evidencias documentales que el Ejército encontró en una propiedad
Aurora Vega/ Enviada- 1
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Las
autoridades militares realizaron un operativo el pasado 27 de octubre
en el rancho Los Caballos, donde se encontraba Enrique Plancarte, líder
de Los Caballeros Templarios.
APATZINGÁN, Mich., 27 de
noviembre.—Con base en evidencias documentales encontradas por el
Ejército mexicano en una de las propiedades de los líderes de Los Caballeros Templarios, la Procuraduría General de la República (PGR) analiza si Nazario Moreno El Chayo o El Loco se encuentra vivo.
La 43 Zona Militar, ubicada en Apatzingán, Michoacán, entregó a la Subprocuraduría Especializada en Investigación para la Delincuencia Organizada (SEIDO) indicios y evidencias de que Nazario Moreno El Chayo y ex líder de La Familia Michoacana podría estar vivo y es el nuevo líder de Los Caballeros Templarios.
Cuando menos así lo establecen diversos documentos que fueron encontrados en un rancho denominado Los Caballos, donde elementos de la Ejército mexicano realizaron un operativo al identificar a través de patrullajes y recorridos diversos movimientos el pasado 27 de octubre, en una propiedad ubicada en el paraje conocida como El Refugio, del poblado Los Cuniques, zona cercana a Apatzingán, donde se encontraba Enrique Plancarte, líder y el principal cerebro financiero de la organización.
Armas de alto poder, entre ellas más de 100 granadas, dinero, alhajas, relojes, y sobre todo documentación de pago de nóminas, gastos, y distribución del dinero ilícito de la organización a nombre de colaboradores y otras evidencias físicas, fueron encontrados en una camioneta que estaba destinada para que Enrique Plancarte trasladara los valores a otra casa de seguridad; no lo logró ante el cerco que formó el Ejército mexicano, tuvo que abandonarlo todo para evitar ser detenido.
Según se establece en la declaración ministerial tras el inicio de una averiguación previa; el líder de Los Caballeros Templarios al verse rodeado por militares, mandó a su primer círculo de seguridad a enfrentarse con los soldados, logrando escapar tras un enfrentamiento donde murió uno de sus escoltas; sin embargo, ahí en la propiedad, no sólo dejó las armas de grueso calibre e incluso algunas pistolas con cachas de diamantes donde se escribió el nombre de Kiki, sino ahí también dejó a su esposa y sus hijos que fueron encontrados con un colapso nervioso por el sonido de los disparos.
Las evidencias encontradas por el Ejército mexicano revelan que algunos de los escritos están dirigidos a quien se presume murió en el mes de diciembre del 2010 tras un enfrentamiento con policías federales, por lo que se busca confirmar si Nazario Moreno El Chayo se encuentra vivo, ya que su cuerpo nunca fue encontrado, ni existe evidencia física alguna que demuestre que ésta sea su condición.
Las indagatorias de la PGR establecen que días después de que los elementos del Ejército mexicano lograron el importante decomiso, un abogado que representa a Enrique Plancarte solicitó la devolución no de todo lo decomisado, sino sólo un objeto: un anillo Versace que sentimentalmente significaba mucho para su patrón.
Territorio del crimen
Apatzingán es considerada la zona caliente, no sólo por su entorno físico sino porque en los alrededores y 17 municipios cercanos viven las familias de esa organización criminal.
Los Caballeros Templarios, la mutación de la organización criminal denominada La Familia Michoacana, domina no sólo la región, sino toda la entidad.
Paradójicamente, los delitos del fuero común y los llamados de alto impacto se han reducido en esa zona a su mínima expresión, ya que la organización criminal vive de la extorsión permanente a empresarios, políticos, negocios, e incluso productores del campo.
Sin embargo, la mayor parte de sus ganancias se sostienen a través de la venta de droga sintética.
De acuerdo con cifras de la PGR y del propio Ejército mexicano. Michoacán ocupa el primer lugar en el país en instalaciones de laboratorios clandestinos, mismos que se han destruido; sin embargo, se tiene evidencia de que continúan instalando otros laboratorios para la producción de las llamadas drogas de diseño.
El Ejército mexicano es la única autoridad que es respetada incluso por los integrantes de esa organización criminal.
“Ahí van dos ranas hacia zona fría, vamos verificando su localización”, se escucha en las frecuencias que son utilizadas por el crimen organizado en la zona, denomindo así a los vehículos militares y para alertar sobre operativos.
El general de Brigada DEM, Miguel Ángel Patiño Canchola, comandante de la 43 Zona Militar, en entrevista con Excélsior precisa que “Michoacán tiene zonas orográficas que permiten la siembra y el cultivo de narcóticos, y donde hemos encontrado el establecimiento de los laboratorios más grandes, entre el municipio de Aguililla y Coalcomán afectando significativamente la capacidad financiera de la organización criminal porque les resta sus operaciones y su actuación criminal”.
El Ejército mexicano ha logrado decomisos importantes en la zona, no sólo por el patrullaje continuo de la zona y la presencia permanente de personal militar en municipios donde se siembra y producen drogas, sino también por la colocación de un moderno puesto de control en la vía principal por donde cruzan todos los michoacanos, la autopista Siglo 21, donde se han instalado equipos de alta tecnología que son capaces de detectar a través de rayos gama y rayos X, cualquier tipo de mercancía en autos o camiones de carga.
El puesto militar con la más alta tecnología es capaz de encontrar cualquier producto ilícito como droga o tráfico de personas.
El general Patiño Canchola afirma que desafortunadamente Los Caballeros Templarios, al ver afectadas sus operaciones por los decomisos que realiza la 43 Zona Militar, incrementan sus cuotas de extorsión hacia la población para tratar de recuperar lo perdido.
“Les hemos quitado una cantidad enorme de recursos para sus operaciones, pero lo que pasa es que le vuelven a exigir a la gente que les dé dinero bajo amenazas”, precisó el comandante de la 43 Zona Militar.
En solo lo que va del 2012 la comandancia bajo el mando del general Miguel Ángel Patiño Canchola ha logrado el decomiso de mas de 700 armas entre largas y cortas, 208 granadas de fragmentación, 98 detenidos, más de un millón 918 mil pesos, y más de 400 mil dólares.
En este año también se ha logrado destruir más de cinco mil plantíos de mariguana y 177 plantíos de amapola.
“Todo es importante pero lo más sobresaliente es la destrucción de laboratorios clandestinos que se han incrementado en su localización y destrucción hasta en un 400 por ciento, con respecto de otros años, porque solo en este año llevamos 95, pero además de esos laboratorios formales destruidos, ha habido otros 86 eventos donde sólo se ha logrado la ubicación de sustancias químicas”, afirmó el comandante de la 43 Zona Militar Patiño Canchola.
Otro hecho importante es el decomiso por parte del Ejército mexicano de 600 vehículos que utilizaba la organización criminal para sus operaciones.
2012-11-27 07:22:00
La 43 Zona Militar, ubicada en Apatzingán, Michoacán, entregó a la Subprocuraduría Especializada en Investigación para la Delincuencia Organizada (SEIDO) indicios y evidencias de que Nazario Moreno El Chayo y ex líder de La Familia Michoacana podría estar vivo y es el nuevo líder de Los Caballeros Templarios.
Cuando menos así lo establecen diversos documentos que fueron encontrados en un rancho denominado Los Caballos, donde elementos de la Ejército mexicano realizaron un operativo al identificar a través de patrullajes y recorridos diversos movimientos el pasado 27 de octubre, en una propiedad ubicada en el paraje conocida como El Refugio, del poblado Los Cuniques, zona cercana a Apatzingán, donde se encontraba Enrique Plancarte, líder y el principal cerebro financiero de la organización.
Armas de alto poder, entre ellas más de 100 granadas, dinero, alhajas, relojes, y sobre todo documentación de pago de nóminas, gastos, y distribución del dinero ilícito de la organización a nombre de colaboradores y otras evidencias físicas, fueron encontrados en una camioneta que estaba destinada para que Enrique Plancarte trasladara los valores a otra casa de seguridad; no lo logró ante el cerco que formó el Ejército mexicano, tuvo que abandonarlo todo para evitar ser detenido.
Según se establece en la declaración ministerial tras el inicio de una averiguación previa; el líder de Los Caballeros Templarios al verse rodeado por militares, mandó a su primer círculo de seguridad a enfrentarse con los soldados, logrando escapar tras un enfrentamiento donde murió uno de sus escoltas; sin embargo, ahí en la propiedad, no sólo dejó las armas de grueso calibre e incluso algunas pistolas con cachas de diamantes donde se escribió el nombre de Kiki, sino ahí también dejó a su esposa y sus hijos que fueron encontrados con un colapso nervioso por el sonido de los disparos.
Las evidencias encontradas por el Ejército mexicano revelan que algunos de los escritos están dirigidos a quien se presume murió en el mes de diciembre del 2010 tras un enfrentamiento con policías federales, por lo que se busca confirmar si Nazario Moreno El Chayo se encuentra vivo, ya que su cuerpo nunca fue encontrado, ni existe evidencia física alguna que demuestre que ésta sea su condición.
Las indagatorias de la PGR establecen que días después de que los elementos del Ejército mexicano lograron el importante decomiso, un abogado que representa a Enrique Plancarte solicitó la devolución no de todo lo decomisado, sino sólo un objeto: un anillo Versace que sentimentalmente significaba mucho para su patrón.
Territorio del crimen
Apatzingán es considerada la zona caliente, no sólo por su entorno físico sino porque en los alrededores y 17 municipios cercanos viven las familias de esa organización criminal.
Los Caballeros Templarios, la mutación de la organización criminal denominada La Familia Michoacana, domina no sólo la región, sino toda la entidad.
Paradójicamente, los delitos del fuero común y los llamados de alto impacto se han reducido en esa zona a su mínima expresión, ya que la organización criminal vive de la extorsión permanente a empresarios, políticos, negocios, e incluso productores del campo.
Sin embargo, la mayor parte de sus ganancias se sostienen a través de la venta de droga sintética.
De acuerdo con cifras de la PGR y del propio Ejército mexicano. Michoacán ocupa el primer lugar en el país en instalaciones de laboratorios clandestinos, mismos que se han destruido; sin embargo, se tiene evidencia de que continúan instalando otros laboratorios para la producción de las llamadas drogas de diseño.
El Ejército mexicano es la única autoridad que es respetada incluso por los integrantes de esa organización criminal.
“Ahí van dos ranas hacia zona fría, vamos verificando su localización”, se escucha en las frecuencias que son utilizadas por el crimen organizado en la zona, denomindo así a los vehículos militares y para alertar sobre operativos.
El general de Brigada DEM, Miguel Ángel Patiño Canchola, comandante de la 43 Zona Militar, en entrevista con Excélsior precisa que “Michoacán tiene zonas orográficas que permiten la siembra y el cultivo de narcóticos, y donde hemos encontrado el establecimiento de los laboratorios más grandes, entre el municipio de Aguililla y Coalcomán afectando significativamente la capacidad financiera de la organización criminal porque les resta sus operaciones y su actuación criminal”.
El Ejército mexicano ha logrado decomisos importantes en la zona, no sólo por el patrullaje continuo de la zona y la presencia permanente de personal militar en municipios donde se siembra y producen drogas, sino también por la colocación de un moderno puesto de control en la vía principal por donde cruzan todos los michoacanos, la autopista Siglo 21, donde se han instalado equipos de alta tecnología que son capaces de detectar a través de rayos gama y rayos X, cualquier tipo de mercancía en autos o camiones de carga.
El puesto militar con la más alta tecnología es capaz de encontrar cualquier producto ilícito como droga o tráfico de personas.
El general Patiño Canchola afirma que desafortunadamente Los Caballeros Templarios, al ver afectadas sus operaciones por los decomisos que realiza la 43 Zona Militar, incrementan sus cuotas de extorsión hacia la población para tratar de recuperar lo perdido.
“Les hemos quitado una cantidad enorme de recursos para sus operaciones, pero lo que pasa es que le vuelven a exigir a la gente que les dé dinero bajo amenazas”, precisó el comandante de la 43 Zona Militar.
En solo lo que va del 2012 la comandancia bajo el mando del general Miguel Ángel Patiño Canchola ha logrado el decomiso de mas de 700 armas entre largas y cortas, 208 granadas de fragmentación, 98 detenidos, más de un millón 918 mil pesos, y más de 400 mil dólares.
En este año también se ha logrado destruir más de cinco mil plantíos de mariguana y 177 plantíos de amapola.
“Todo es importante pero lo más sobresaliente es la destrucción de laboratorios clandestinos que se han incrementado en su localización y destrucción hasta en un 400 por ciento, con respecto de otros años, porque solo en este año llevamos 95, pero además de esos laboratorios formales destruidos, ha habido otros 86 eventos donde sólo se ha logrado la ubicación de sustancias químicas”, afirmó el comandante de la 43 Zona Militar Patiño Canchola.
Otro hecho importante es el decomiso por parte del Ejército mexicano de 600 vehículos que utilizaba la organización criminal para sus operaciones.
Gobierno declaró muerto al capo en 2010
En diciembre de 2010, Michoacán vivió
varios días de intensa violencia desatada por los operativos
instrumentados contra los líderes de La Familia Michoacana,
justo a cuatro años de que comenzara la lucha contra el crimen
organizado del presidente Felipe Calderón precisamente en aque entidad.
El 9 de dicembre se reportarón una ola
de tiroteos y bloqueos de vialidades en 12 municipios de la entidad, que
dejaba para ese día un saldo de tres agentes federales, dos presuntos
sicarios y tres civiles inocentes muertos.
La información daba cuenta de
enfrentamientos entre integrantes del crimen organizado y policías
federales de hasta 24 horas contínuas, principalmente en Apatzingán y
Morelia.
Los combates dejaron también 50 vehículos incendiados.
Las refriegas iniciaron a las 19:00 horas del miércoles, cuando policías federales fueron emboscados en Apatzingán.
En dicho municipio, en Morelia y en
Pátzcuaro, las familias vivieron momentos de sicosis. Escuelas, oficinas
de gobierno y comercios cerraron sus puertas.
Al día siguiente, el gobierno federal confirmó la muerte de Nazario Moreno González, alias El Chayo, líder y fundador de La Familia Michoacana, quien fue abatido durante los enfrentamientos en Michoacán entre elementos federales y sicarios.
Alejandro Poiré, entonces vocero en
materia de seguridad del gobierno federal,fue quien dio la información.
Dijo también que el saldo de los enfrentamientos fue de cinco elementos
policiacos muertos, tres civiles y otros tres delincuentes.
“Diversos elementos de información
obtenidos durante el operativo coinciden en señalar en el que el día de
ayer cayó abatido Nazario Moreno González, también conocido como El Chayo o El Loco, principal líder y uno de los fundadores de la organización criminal de La Familia Michoacana.”
“Durante el repliegue y huida de los
criminales, éstos han ido recogiendo a quienes han resultado heridos y
presumiblemente fallecidos del propio grupo criminal”, dijo Poiré.
El entonces vocero de seguridad del
gobierno federal explicó que los avances de la fuerza federal provocó el
repliegue y huida de los grupos criminales, por lo que el Gabinete de
Seguridad determinó incrementar de manera significativa el número de
efectivos y
unidades aéreas y terrestres, de la Policía Federal, el Ejército y la Marina en la entidad.
unidades aéreas y terrestres, de la Policía Federal, el Ejército y la Marina en la entidad.
Un día después de confirmarse la muerte de El Chayo,
el gobierno federal ordenó el despliegue de todas las fuerzas federales
para formar unidades mixtas que patrullaron una decena de municipios de
Michoacán.
Se trataban de células de vigilancia
integradas por agentes de la Policía Federal (PF) y soldados del
Ejército y la Marina, quienes, por tierra y aire, protegieron a la
comunidad de “actos violentos.
El envío a Michoacán de mil efectivos
adicionales ocurrió luego de que personal de la PF enfrentó durante dos
días los ataques de los narcotraficantes.
Lo anterior se llevó a cabo con el fin de
cercar a los grupos delictivos que intentaron atemorizar a la
población, través del cierre de carreteras, calles y avenidas, con
vehículos arrebatados a particulares que posteriormente fueron
incendiados.
“El gobierno federal reprueba los hechos de violencia provocados por esta organización criminal.
“No escatimaremos esfuerzos para
salvaguardar la tranquilidad y la seguridad de todos los habitantes de
Michoacán”, dijo un comunicado.
“Esta organización criminal comenzó a operar bajo el nombre de La
Empresa en el año 2000, ha asolado a la población de Michoacán, no
solamente dedicándose al tráfico y producción de drogas sino a la
extorsión, al cobro de piso, al secuestro y el homicidio”, dijo Poiré.
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