¿Por qué se endeudó ‘el Edén’?
El
ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier, dejó una deuda pública de
aproximadamente 10 mil millones de pesos, a pesar de que al tomar el
cargo de gobernador recibió un adeudo menor a los 500 millones de pesos.
Con
las inundaciones que asolaron al estado, la administrción de Granier
Melo justificó el aumento de la deuda pública al inicio de su
administración. (Fotos: Archivo/Cuartoscuro)
Algunos legisladores cuestionaron el uso que se les daría a esos recursos y apuntaron que la deuda de la entidad ascendería a un nivel histórico: 10 mil millones de pesos.
La misma cifra fue referida por el nuevo gobernador tabasqueño, Arturo Núñez, quien denunció, desde que entró en funciones el pasado 31 de diciembre, el aumento de la deuda de la entidad que administra.
El antecesor de Granier Melo, Manuel Andrade Díaz, dejó una deuda de aproximadamente 450 millones de pesos, en 2007, lo que representa 9 mil 550 millones menos a la que actualmente tiene que subsanar “el Edén”.
Justifican deuda con inundaciones
En 2007, con la aprobación de la mayoría de diputados locales del PRI, el Congreso de Tabasco autorizó contratar una deuda por 4 mil 561.7 millones de pesos, a pagar en 20 años, la cual fue justificada con el fin de construir “obras de infraestructura” y resarcir los daños causados por la contingencia derivada de las inundaciones, que asolaron el territorio a finales de octubre y varias semanas de noviembre de dicho año.
El saldo total de la deuda en 2008 fue de 2 mil 68 millones de pesos y lo justificaron en la página de internet de la Cuenta Pública, (que no se encuentra disponible).
“En su mayor parte fue destinado a salvaguardar la integridad de la población tabasqueña afectada por las inundaciones del año próximo pasado”, refiere el texto respecto a los daños causados por fenómenos naturales en 2008.
En 2009, la deuda fue de mil 962.7 millones. Mientras que en 2010, la deuda de Tabasco ascendió a 2 mil 233.2 millones de pesos, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación. Para ese año, la deuda por habitante ascendía a 997.6 pesos, cantidad que superó los 316.4 pesos por persona en 2006.
En 2011, Tabasco se endeudó con 2 mil 900.1 millones de pesos; para 2012, hasta el tercer trimestre del año, los pasivos eran de 2 mil 403 millones de pesos, sin embargo la deuda se disparó con el préstamo de 4 mil 130 millones de pesos que solicitó Granier a unos días de que dejara la administración.
Desde el 2010, la Auditoría Superior de la Federación realizó un diagnóstico para la administración tabasqueña.
“El estado de Tabasco presenta un deterioro en sus finanzas públicas debido a la tendencia creciente del gasto operacional que se traduce en una caída en el ahorro interno y una disminución en la capacidad de enfrentar sus obligaciones, una baja recaudación fiscal y una alta dependencia de los ingresos federales (participaciones, aportaciones y subsidios), 97.1% del total, lo que en el mediano plazo pone en riesgo la continuidad de los flujos de pago del endeudamiento adquirido y el sostenimiento del nivel del gasto público en el corto plazo y para los gobiernos siguientes“.
El caso, aunque en menor proporción, podría compararse con el endeudamiento que dejó Humberto Moreira en Coahuila, quien recibió su administración en 2005 con pasivos de 323 millones de pesos, y a su salida, el 4 de enero de 2011, ya eran de más de 30 mil millones de pesos.
(Con información de La Jornada y la Auditoría Superior de la Federación)
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