El Pacto por México, la nueva mayoría del Peña-PRI
Habrá que reconocerle a los peñistas que, como lo dijo el cantautor José Alfredo Jiménez, “sacaron juventud de su pasado”, pues han sabido sacarle la vuelta a la mayoría legislativa que no lograron en las pasadas elecciones, con todo y que Peña arrasó (con trampas llamadas Monex, Soriana, etcétera, que pasaron por alto en el Instituto Federal Electoral). Recordemos que tuvo tensiones con sus compañeros de viaje, cuando a toda costa exigía tener mayoría en las dos Cámaras del Congreso de la Unión. No la consiguieron, pero inventaron el Pacto por México, y con el apoyo-alianza del Partido Acción Nacional y del Partido de la Revolución Democrática-chuchista, tienen la mayoría con la que ha sacado leyes reglamentarias de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para darle vuelta a la tortilla y privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex), en una contrarreforma a lo conquistado desde 1938; poniendo las condiciones desde el salinismo para traicionar a mi general Lázaro Cárdenas.
¿Quiénes se quebraron la cabeza para
inventar lo del pacto? Los que hayan sido se apuntaron un buen tanto. Ya
tienen mayoría en la Cámara de Senadores y con los diputados federales.
Están muy manitos con los Chuchos del perredismo, con los restos del naufragio panista y los verdes siempre a la cola
del priísmo. Y de pilón, los aliancistas de la “maestra” Gordillo a
través de su hija senadora, su nieto diputado y su yerno, quienes buscan
sobrevivir como parásitos de un Partido Revolucionario Institucional
(PRI), que necesita quien lo espulgue para quitarle los piojos. La nueva mayoría peñista le ha dado oxígeno al proyecto del mexiquense gracias a sus transacciones y transas, para anular a la oposición. Y es que agarraron a un PRD chuchista y un PAN calderonista dispuestos a todo a cambio de las sobras del pacto.
Los priístas actúan como los “buenos”,
pero deben apurarse a sacarle jugo a su nueva mayoría durante este año,
ya que para 2014 y 2015, el pacto corre el riesgo de colapsarse y adiós
mayoría… La disputa electoral de mitad del sexenio romperá sus amarras,
pues PAN y PRD querrán resarcirse de los daños y recuperar lo perdido,
unos con Calderón, y los otros con la renuncia de López Obrador. En toma y daca con la oposición y chocolate con el dedo,
la nueva mayoría de Peña camina. Y si logran la privatización de Pemex
(aunque pierdan las elecciones presidenciales de 2018), ya Peña y
Salinas se habrán salido con la suya.
*Periodista
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