domingo, 22 de septiembre de 2013

Serguéi Lavrov: los socios norteamericanos empiezan a chantajearnos

Serguéi Lavrov: los socios norteamericanos empiezan a chantajearnos

лавров интервью первый канал воскресное время

EEUU intenta chantajear abiertamente a Rusia, imponiendo a Moscú y a la comunidad mundial un plan totalmente trastocado para el arreglo de la situación en Siria. Así lo declaró en Moscú el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.

El enfoque de Occidente de la crisis siria está sumamente politizado y persigue el objetivo de demostrar “su superioridad”, y asimismo la posibilidad de “encargar la música en Oriente Próximo”. Esto nada tiene que ver con la solución de la crisis siria y con la destrucción del arma química en Siria, constató Serguéi Lavrov. Es hora de comprender que hace mucho ya que el mundo es policéntrico y es inadmisible imponerle una opinión exclusiva.
El jefe de la diplomacia rusa, que comúnmente se manifiesta de forma moderada y correcta, por vez primera hizo declaraciones tan contundentes sobre la postura de los socios occidentales de Moscú. Las hizo al Canal 1 de la televisión rusa. El tono de Lavrov prueba la aspereza que alcanzaron las discrepancias sobre el arreglo sirio entre Rusia y China, por una parte, y EEUU, Francia y Gran Bretaña, por la otra.
Serguéi Lavrov dio la entrevista la víspera de su partida a Nueva York, donde participará en la sesión de la Asamblea General de la ONU. La próxima semana es denominada “ministerial” en esa organización. Lavrov sostendrá negociaciones con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, y decenas de encuentros de alto nivel. Tal como se espera, tras el encuentro tripartito entre Lavrov, Kerry y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, puede anunciarse la fecha del inicio de la nueva conferencia sobre el arreglo sirio – Ginebra 2.
Las manipulaciones en torno al último informe de los inspectores de la ONU sobre el arma química muestran que, en realidad, a Occidente no le hacía falta ningún informe, subrayó Serguéi Lavrov:
—Francia y EEUU no ocultaban el hecho de que ningún informe les hace falta. Mucho antes de que el informe estuviese preparado, esos países declararon que hace mucho que se sabe todo y que sus datos de inteligencia son irreprochables, si bien no nos lo han mostrado completos. Y aquello que nos mostraron no convence que este episodio está relacionado con el empleo del arma química por el régimen.
Serguéi Lavrov recordó que aún antes de las investigaciones del incidente a las afueras de Damasco del 21 de agosto, en la prensa de EEUU apareció una carta abierta de veteranos de la CIA y el Pentágono al presidente Barack Obama. En ella se indicaba directamente que el empleo del arma química en Siria es una provocación. Lavrov tenía en cuenta la carta de veteranos del 8 de setiembre. Según los autores del mensaje, el actual jefe de la CIA, John Brennan, pretende repetir el escenario iraquí, intencionadamente induciendo a error al Congreso y a la opinión pública estadounidense. Los veteranos afirman, citando datos de inteligencia británicos, que Damasco no está implicado en el ataque químico. La carta simplemente fue ignorada.
Sobre la base de una interpretación tergiversada del informe sobre el incidente del 21 de agosto a las afueras de Damasco, dijo Lavrov, EEUU empezó a “presionar” a Rusia y a la comunidad mundial, con la intención de imponerles su enfoque:
Los socios norteamericanos empiezan a chantajearnos: si Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU no aprueba la resolución sobre el Capítulo VII, nosotros cesaremos el trabajo en la Organización para Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en La Haya. Se trata de un desvío absoluto de lo que habíamos acordado con John Kerry: primero la resolución de la OPAQ y solo después la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que respalda aquella resolución, pero no el Capítulo VII.
En palabras del diplomático ruso, Occidente no contempla en los acuerdos ruso-norteamericanos del 14 de setiembre (sobre la toma bajo control internacional del arma química siria) la posibilidad de librar el planeta de una cantidad sustancial de sustancias químicas, “sino la posibilidad de hacer aquello que Rusia y China no le permitió, a saber: aprobar una resolución contra el régimen sirio, que proteja a la oposición, y acusar de todo a Bashar Asad a fin de desatarse las manos para los escenarios militares:
Ellos (Occidente) no pueden reconocer que otra vez se han equivocado: igual que se equivocaron con Libia, bombardeando el país y poniéndolo al borde del derrumbe; igual que se equivocaron con Iraq, haciendo allí lo mismo y además desarrollando una operación terrestre y dejando el país en una situación desastrosa, donde cada día decenas de personas mueren en atentados. Esto ya nadie lo recuerda. Todos dicen únicamente que Bashar Asad tiene que irse, pero, obviamente, no les conviene decir que toda una serie de acciones condujeron a una catástrofe en la región.
El máximo diplomático ruso recordó que las dos terceras partes de los extremistas de la oposición son yihadistas y su objetivo en crear en Siria un califato islámico, lo que puede provocar una catástrofe en toda la región.
Serguéi Lavrov refutó asimismo las tentativas de presentar a Rusia como la única parte responsable de la destrucción de las reservas químicas sirias:
Quiero precisar que no somos garantes del desarme químico en Siria. Nosotros hemos garantizado la adhesión de Siria a la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas, sin salvedad alguna, a diferencia de los norteamericanos que se adhirieron a la convención con salvedades. Ahora Siria es parte de este documento vinculante. Y por eso el garante del cumplimiento por Siria de los compromisos que dimanan de la convención es la comunidad internacional. En este caso – la OPAQ.
Serguéi Lavrov dijo asimismo que, en su opinión, para destruir el arma química siria no hace falta enviar fuerzas internacionales a Siria. Se pueden enviar destacamentos policiales para proteger a los inspectores de la OPAQ. Y Rusia está dispuesta a hacerlo.
mj/as
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario