Serguéi Lavrov: los socios norteamericanos empiezan a chantajearnos
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El
enfoque de Occidente de la crisis siria está sumamente politizado y
persigue el objetivo de demostrar “su superioridad”, y asimismo la
posibilidad de “encargar la música en Oriente Próximo”. Esto nada tiene
que ver con la solución de la crisis siria y con la destrucción del arma
química en Siria, constató Serguéi Lavrov. Es hora de comprender que
hace mucho ya que el mundo es policéntrico y es inadmisible imponerle
una opinión exclusiva.
El
jefe de la diplomacia rusa, que comúnmente se manifiesta de forma
moderada y correcta, por vez primera hizo declaraciones tan contundentes
sobre la postura de los socios occidentales de Moscú. Las hizo al Canal
1 de la televisión rusa. El tono de Lavrov prueba la aspereza que
alcanzaron las discrepancias sobre el arreglo sirio entre Rusia y China,
por una parte, y EEUU, Francia y Gran Bretaña, por la otra.
Serguéi
Lavrov dio la entrevista la víspera de su partida a Nueva York, donde
participará en la sesión de la Asamblea General de la ONU. La próxima
semana es denominada “ministerial” en esa organización. Lavrov sostendrá
negociaciones con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry,
y decenas de encuentros de alto nivel. Tal como se espera, tras el
encuentro tripartito entre Lavrov, Kerry y el secretario general de la
ONU, Ban Ki-moon, puede anunciarse la fecha del inicio de la nueva conferencia sobre el arreglo sirio – Ginebra 2.
Las
manipulaciones en torno al último informe de los inspectores de la ONU
sobre el arma química muestran que, en realidad, a Occidente no le hacía
falta ningún informe, subrayó Serguéi Lavrov:
—Francia
y EEUU no ocultaban el hecho de que ningún informe les hace falta.
Mucho antes de que el informe estuviese preparado, esos países
declararon que hace mucho que se sabe todo y que sus datos de
inteligencia son irreprochables, si bien no nos lo han mostrado
completos. Y aquello que nos mostraron no convence que este episodio
está relacionado con el empleo del arma química por el régimen.
Serguéi
Lavrov recordó que aún antes de las investigaciones del incidente a las
afueras de Damasco del 21 de agosto, en la prensa de EEUU apareció una
carta abierta de veteranos de la CIA y el Pentágono al presidente Barack Obama.
En ella se indicaba directamente que el empleo del arma química en
Siria es una provocación. Lavrov tenía en cuenta la carta de veteranos
del 8 de setiembre. Según los autores del mensaje, el actual jefe de la
CIA, John Brennan, pretende repetir el escenario iraquí,
intencionadamente induciendo a error al Congreso y a la opinión pública
estadounidense. Los veteranos afirman, citando datos de inteligencia
británicos, que Damasco no está implicado en el ataque químico. La carta
simplemente fue ignorada.
Sobre
la base de una interpretación tergiversada del informe sobre el
incidente del 21 de agosto a las afueras de Damasco, dijo Lavrov, EEUU
empezó a “presionar” a Rusia y a la comunidad mundial, con la intención
de imponerles su enfoque:
—Los
socios norteamericanos empiezan a chantajearnos: si Rusia en el Consejo
de Seguridad de la ONU no aprueba la resolución sobre el Capítulo VII,
nosotros cesaremos el trabajo en la Organización para Prohibición de las
Armas Químicas (OPAQ) en La Haya. Se trata de un desvío absoluto de lo
que habíamos acordado con John Kerry: primero la resolución de la OPAQ y
solo después la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que
respalda aquella resolución, pero no el Capítulo VII.
En
palabras del diplomático ruso, Occidente no contempla en los acuerdos
ruso-norteamericanos del 14 de setiembre (sobre la toma bajo control
internacional del arma química siria) la posibilidad de librar el
planeta de una cantidad sustancial de sustancias químicas, “sino la
posibilidad de hacer aquello que Rusia y China no le permitió, a saber:
aprobar una resolución contra el régimen sirio, que proteja a la
oposición, y acusar de todo a Bashar Asad a fin de desatarse las manos
para los escenarios militares:
—Ellos
(Occidente) no pueden reconocer que otra vez se han equivocado: igual
que se equivocaron con Libia, bombardeando el país y poniéndolo al borde
del derrumbe; igual que se equivocaron con Iraq, haciendo allí lo mismo
y además desarrollando una operación terrestre y dejando el país en una
situación desastrosa, donde cada día decenas de personas mueren en
atentados. Esto ya nadie lo recuerda. Todos dicen únicamente que Bashar Asad
tiene que irse, pero, obviamente, no les conviene decir que toda una
serie de acciones condujeron a una catástrofe en la región.
El
máximo diplomático ruso recordó que las dos terceras partes de los
extremistas de la oposición son yihadistas y su objetivo en crear en
Siria un califato islámico, lo que puede provocar una catástrofe en toda
la región.
Serguéi
Lavrov refutó asimismo las tentativas de presentar a Rusia como la
única parte responsable de la destrucción de las reservas químicas
sirias:
—Quiero
precisar que no somos garantes del desarme químico en Siria. Nosotros
hemos garantizado la adhesión de Siria a la Convención sobre la
Prohibición de las Armas Químicas, sin salvedad alguna, a diferencia de
los norteamericanos que se adhirieron a la convención con salvedades.
Ahora Siria es parte de este documento vinculante. Y por eso el garante
del cumplimiento por Siria de los compromisos que dimanan de la
convención es la comunidad internacional. En este caso – la OPAQ.
Serguéi
Lavrov dijo asimismo que, en su opinión, para destruir el arma química
siria no hace falta enviar fuerzas internacionales a Siria. Se pueden
enviar destacamentos policiales para proteger a los inspectores de la
OPAQ. Y Rusia está dispuesta a hacerlo.
mj/as
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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