miércoles, 2 de octubre de 2013

Alemania sujeta a las faldas de Bruselas y Washington

Alemania sujeta a las faldas de Bruselas y Washington

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En Alemania ha estallado un escándalo químico. El Gobierno ha reconocido que, dos años atrás, suministró a Siria sustancias empleadas en la producción de armas químicas. Los detalles fueron revelados a La Voz de Rusia por Manuel Ochsenreiter, director de la revista conservadora-nacional alemana Zuerst.

Alemania vendió a Siria unas trescientas sesenta toneladas de sustancias químicas, reveló este lunes el Ministerio de Economía y de Nuevas Tecnologías de Alemania. Hasta 2011, cuando en Siria estalló la crisis, el país era considerado un socio comercial estándar. Una delegación de empresarios alemanes visitó Siria en junio de 2010 para establecer relaciones comerciales con compañías nacionales, explica Manuel Ochsenreiter:
—En aquel tiempo no se hablaba ni una sola palabra sobre una “dictadura pérfida” o sobre un “dictador”, y tampoco de que no podríamos negociar con ese país. Eso ocurrió súbitamente, de la noche a la mañana, en marzo de 2011, cuando la política exterior alemana cambió con respecto a Siria. La historia de las exportaciones de sustancias químicas a Siria es la historia de relaciones normales de negocio que se transformaron en hipocresía. Alemania es una nación de exportaciones: vivimos de nuestras exportaciones y somos una de las grandes naciones exportadoras de todo el mundo, y por cierto que tenemos relaciones comerciales con muchos países.
El Gobierno alemán que en sus días aprobaba las exportaciones a Siria de sustancias de doble uso hoy la critica como si le hubiese estado vendiendo armas químicas ya hechas. Manuel Ochsenreiter considera que, con este trasfondo resulta extraño que a nadie indignen los contratos militares de Alemania e Israel:
—Nosotros no debatimos en Alemania otras cosas, por ejemplo, las exportaciones de submarinos de guerra modernos a Israel. Tel Aviv cuenta con unas doscientas ojivas nucleares. Es más, no sabemos siquiera dónde se encuentran y cuán peligrosas pueden ser. Y esos submarinos pueden disparar tales misiles. Es el cinismo puro que tiene un precio de 175 000 euros.
A juicio de Manuel Ochsenreiter, tal situación se explica por la falta de independencia de la política exterior de Alemania. En lugar de obrar en interés del pueblo alemán está orientada hacia Bruselas y Washington, concluye el periodista.
sb/sk/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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