Republicanos y demócratas precipitan a EEUU hacia un abismo
Foto: EPA
Un
tercio del Gobierno está de vacaciones. Los servicios más importantes
se encuentran cerrados. Cientos de miles de personas no perciben
salarios. Pero lo fundamental estriba en que, debido a las discrepancias
entre los políticos, EEUU está en el umbral de un verdadero Armagedón:
dentro de diez días al país le amenaza el colapso. Y de momento ni los
demócratas (Barack Obama, entre ellos) ni los republicanos quieren ceder. Nuestro corresponsal Román Mamónov informa desde EEUU.
El
problema consiste en que la Cámara baja de los representantes está
controlada por los republicanos, al paso que la alta, el Senado, por los
demócratas. El demócrata Obama amenazó con vetar cualesquiera intentos
de los oponentes de bloquear la reforma de salud que lleva su propio
nombre: Obamacare. Como
resultado, el país se encuentra en un callejón sin salida. Ninguna de
las dos partes puede superar la resistencia de su adversaria y ambas no
quieren llegar a un compromiso:
—Lo
peor de la crisis actual consiste en que se debe a una conducta absurda
e irreflexiva de los republicanos en Washington. Y cuanto más dure,
peor será. Hay tan solo una manera de salir de la situación absurda y
dañina para el país, en la que nos han arrastrado los republicanos: el
Congreso ha de aprobar el presupuesto para financiar al Gobierno sin
miramientos a propensiones políticas.
Obama
se ha entrevistado varias veces con los líderes de los demócratas y
republicanos en el Congreso y, cada vez, el resultado ha sido nulo. Es
más, el principal objeto de la disputa, Obama-sanidad, al parecer ya no
preocupa a nadie. La reforma se ha iniciado, las bolsas en Internet,
donde se venden pólizas de seguro, han comenzado a funcionar. En la
situación actual las divergencias políticas en Washington se han
desplegado en torno a una cuestión más importante: ¿Quién saldrá airoso
de la crisis de marras? ¿A quién le fallarán antes los nervios? ¿Quién
cederá? Por el momento, a juzgar por la campaña informativa, los
demócratas llevan ventaja.
Hay
un hecho sorprendente: un tercio del Gobierno estadounidense no
trabaja, pero las bolsas permanecen tranquilas. Los índices durante toda
la semana registran una pequeña alza. Pero la ulterior perspectiva no
parece tan radiante. A la crisis presupuestaria le puede seguir un
verdadero apocalipsis. El 17 de octubre al Gobierno se le termina el
dinero y no lo podrá tomar prestado del mercado debido a que la deuda
pública toca su máximo. Los propios republicanos deben levantar el
límite, pero no se apresuran a hacerlo. El secretario de prensa de
Obama, Jay Carney, dio a entender que los republicanos ni siquiera deben
tratar de chantajear al presidente en cuanto al límite de anticipos:
—Estamos
realmente preocupados por el hecho de que los republicanos en la Cámara
de Representantes puedan usar, en la cuestión de la deuda pública, la
misma táctica que aprovecharon para provocar la presente crisis
presupuestaria, por la que precisamente ellos asumen la responsabilidad.
Y esto puede llevar al colapso de EEUU. Pero ellos se niegan en
comprender que las consecuencias del colapso serían catastróficas para
el país. Y, lamentablemente, vemos que los republicanos quieren ir
justamente por ese camino. La Casa Blanca no permitirá poner en tela de
juicio la reputación de EEUU y no les permitirá a los republicanos tomar
el país de rehén.
Según
valoración de los economistas, cada día de crisis cuesta de doscientos a
trescientos millones de dólares. Y el daño total a la economía, en caso
de que el Gobierno quede paralizado durante una quincena, puede
sobrepasar la cifra de cincuenta y cinco millardos de dólares,
comparable con las pérdidas ocasionadas por el devastador huracán
Katrina. Y eso si se logra evitar el colapso. Pero, si EEUU deja de
pagar las cuentas, las consecuencias serán de verdad catastróficas.
vs/as/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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