lunes, 7 de octubre de 2013

Republicanos y demócratas precipitan a EEUU hacia un abismo

Republicanos y demócratas precipitan a EEUU hacia un abismo

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EEUU ha pasado toda la semana bajo la amenaza de la crisis presupuestaria. A causa de las rencillas políticas entre republicanos y demócratas el nuevo año financiero ha comenzado sin el principal documento.

Un tercio del Gobierno está de vacaciones. Los servicios más importantes se encuentran cerrados. Cientos de miles de personas no perciben salarios. Pero lo fundamental estriba en que, debido a las discrepancias entre los políticos, EEUU está en el umbral de un verdadero Armagedón: dentro de diez días al país le amenaza el colapso. Y de momento ni los demócratas (Barack Obama, entre ellos) ni los republicanos quieren ceder. Nuestro corresponsal Román Mamónov informa desde EEUU.
El problema consiste en que la Cámara baja de los representantes está controlada por los republicanos, al paso que la alta, el Senado, por los demócratas. El demócrata Obama amenazó con vetar cualesquiera intentos de los oponentes de bloquear la reforma de salud que lleva su propio nombre: Obamacare. Como resultado, el país se encuentra en un callejón sin salida. Ninguna de las dos partes puede superar la resistencia de su adversaria y ambas no quieren llegar a un compromiso:
—Lo peor de la crisis actual consiste en que se debe a una conducta absurda e irreflexiva de los republicanos en Washington. Y cuanto más dure, peor será. Hay tan solo una manera de salir de la situación absurda y dañina para el país, en la que nos han arrastrado los republicanos: el Congreso ha de aprobar el presupuesto para financiar al Gobierno sin miramientos a propensiones políticas.
Obama se ha entrevistado varias veces con los líderes de los demócratas y republicanos en el Congreso y, cada vez, el resultado ha sido nulo. Es más, el principal objeto de la disputa, Obama-sanidad, al parecer ya no preocupa a nadie. La reforma se ha iniciado, las bolsas en Internet, donde se venden pólizas de seguro, han comenzado a funcionar. En la situación actual las divergencias políticas en Washington se han desplegado en torno a una cuestión más importante: ¿Quién saldrá airoso de la crisis de marras? ¿A quién le fallarán antes los nervios? ¿Quién cederá? Por el momento, a juzgar por la campaña informativa, los demócratas llevan ventaja.
Hay un hecho sorprendente: un tercio del Gobierno estadounidense no trabaja, pero las bolsas permanecen tranquilas. Los índices durante toda la semana registran una pequeña alza. Pero la ulterior perspectiva no parece tan radiante. A la crisis presupuestaria le puede seguir un verdadero apocalipsis. El 17 de octubre al Gobierno se le termina el dinero y no lo podrá tomar prestado del mercado debido a que la deuda pública toca su máximo. Los propios republicanos deben levantar el límite, pero no se apresuran a hacerlo. El secretario de prensa de Obama, Jay Carney, dio a entender que los republicanos ni siquiera deben tratar de chantajear al presidente en cuanto al límite de anticipos:
—Estamos realmente preocupados por el hecho de que los republicanos en la Cámara de Representantes puedan usar, en la cuestión de la deuda pública, la misma táctica que aprovecharon para provocar la presente crisis presupuestaria, por la que precisamente ellos asumen la responsabilidad. Y esto puede llevar al colapso de EEUU. Pero ellos se niegan en comprender que las consecuencias del colapso serían catastróficas para el país. Y, lamentablemente, vemos que los republicanos quieren ir justamente por ese camino. La Casa Blanca no permitirá poner en tela de juicio la reputación de EEUU y no les permitirá a los republicanos tomar el país de rehén.
Según valoración de los economistas, cada día de crisis cuesta de doscientos a trescientos millones de dólares. Y el daño total a la economía, en caso de que el Gobierno quede paralizado durante una quincena, puede sobrepasar la cifra de cincuenta y cinco millardos de dólares, comparable con las pérdidas ocasionadas por el devastador huracán Katrina. Y eso si se logra evitar el colapso. Pero, si EEUU deja de pagar las cuentas, las consecuencias serán de verdad catastróficas.
vs/as/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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