Washington,
23 oct (PL) El presidente estadounidense, Barack Obama, recibirá hoy al
primer ministro pakistaní, Nawaz Sharif, en un momento en el que ambos
países tratan de pasar página a las tensiones suscitadas por los ataques
con drones del Pentágono al territorio surasiático.
Sharif urgió ayer al gobierno de Estados Unidos poner fin a estas
incursiones con aviones no tripulados, que han dejado desde 2004 cerca
de cuatro mil 700 muertos en aquella nación.
Durante un discurso
en el Instituto de Paz, el mandatario pakistaní insistió en que esos
ataques constituyen "un gran obstáculo en las relaciones" con su
histórico aliado y violan la soberanía nacional.
Además del uso
de los drones, los vínculos entre Islamabad y Washington tocaron su
nivel más bajo en mayo de 2011, cuando un comando elite estadounidense
ultimó en Pakistán a Osama bin Laden, jefe de la red extremista Al
Qaeda.
Nawaz Sharif concluirá hoy su visita iniciada el día 20 a
Estados Unidos, la primera con carácter oficial de un primer ministro
pakistaní en los últimos cinco años.
Según la Casa Blanca, esta
"visita subrayará la importancia y resistencia de las relaciones entre
Estados Unidos y Pakistán y ofrecerá una oportunidad para fortalecer la
cooperación en asuntos de preocupación mutua".
Con ese
propósito, la administración Obama pidió al Congreso autorización para
reanudar la denominada ayuda antiterrorista a Pakistán, la cual asciende
a más de 300 millones de dólares anuales, interrumpida entre 2011 y
2012, indicó el domingo una portavoz del Departamento de Estado.
Organizaciones de derechos humanos han solicitado a la Casa Blanca
acabar con el secreto que rodea sus mortíferos disparos desde aviones
sin tripulación en Pakistán y Yemen, y juzgar a los responsables de esos
ataques que consideran ilegales.
La mansión ejecutiva ha
desestimado esas acusaciones, a juzgar por las delaraciones de su
portavoz oficial, Jay Carney, quien ayer llegó a decir que los taques
con drones contra aldeas en Pakistán, así como otras operaciones
militares, se apegan a la ley internacional.
Carney sorprendió
con sus declaraciones durante una conerencia de prensa al indicar que
antes de hacer efectivos los ataques con los drones, se debe estar "casi
seguro" de que ningún civil resulte muerto.
Un estudio
realizado por las universidades de Stanford y Nueva York en septiembre
de 2012 reveló que solo el dos por ciento de las víctimas fatales en
embestidas de estos aparatos en Pakistán fueron militares que operaban
bajo el control de Al Qaeda.
tgj/dfm |
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