Yihad mundial: ¿religión, política o negocio?
Foto: EPA
Una
francesita de veinte años de edad intento establecer una relación con
los terroristas de una temible organización a través de Internet. Es
cierto que en éste caso la policía francesa demostró su profesionalidad:
la jovencita fue arrestada para aclarar que objetivo pretendía del
contacto con Al Qaeda.
El
trabajo profiláctico con la juventud es un asunto necesario. Sin
embargo, los hechos demuestran que los islamistas radicales en Francia
son cada vez más activos. Aunque se ocupan de casos específicos, los
gobiernos europeos prefieren cerrar los ojos ante el problema global,
asegurando, luego de cada acción de los terroristas, que se trata de un
caso aislado. Este es el punto de vista defendido, por ejemplo, por el
especialista del European Security Intelligence and Strategy Center,
Alain Chouet:
−Se
trata de un caso de la crónica criminal, hay gente joven que
frecuentemente se interesan, por Internet, en la actividad de Al Qaeda.
Al mismo tiempo, no es necesario exagerar la incidencia de éste
fenómeno: en comparación con una comunidad musulmana de cinco millones,
estos casos en Francia son muy escasos. De cualquier manera hemos tomado
las medidas policiacas y legales, que nos permiten actuar con una gran
anticipación. Tenemos una red de espionaje de política interior que
tiene una percepción completa de lo que sucede en las “comunidades en
riesgo”. La conjunción de las posibilidades jurídicas y las
posibilidades de las investigaciones de orden interior nos permiten
seguir de cerca a todos aquellos que pudieran significar un peligro en
éste sector. Esto no significa que estamos hablando de terroristas, más
bien estamos hablando de aquellos que pudieran aceptar la seducción y
unirse a los combatientes de la Yihad.
¿Pudiera
ser que en este caso funciona bien el principio popular que reza: “los
árboles no le permiten ver el bosque”? En cualquier caso, desde el
territorio de la vecina Bélgica el cuadro francés se ve de otro modo,
por completo, le relata a La Voz de Rusia el presidente de honor del senado belga, Anne-Marie Lizin:
−Tanto
en Francia como en Bélgica, observamos el hecho de que continúa el
reclutamiento de la juventud por personas de edad media para operaciones
en nombre de la yihad. Gente que viaja a combatir por dinero, existen
determinados estados que pagan tales operaciones. Las operaciones de
reclutamiento se llevan a cabo por personas de confesión sunita e
inspiración extremista. Nosotros consideramos que los estados que se
dedican a tales operaciones deberían interrumpir inmediatamente tales
acciones. Tales operaciones son repetidamente ejecutadas por Arabia
Saudita. En éste país también existe la percepción de que ellos pueden
continuar financiado el reclutamiento, incluso sin la ayuda de los
norteamericanos. Pero yo creo que esto es un engaño.
Hay datos, aun más estremecedores, en el nuevo libro del periodista francés Jean-Michel Vernochet Los desorientados
. El descubrió que en los últimos tiempos en Francia han sido
preparados alrededor de cuatrocientos combatientes wahabitas, los cuales
viajaron a combatir a favor de la oposición siria. Más temprano que
tarde regresarán a casa, pero difícilmente preferirán la vida de simples
habitantes. De manera que, la yihad, según la consideración de
Vernochet, ya está a las puertas de las ciudades europeas, pero las
instituciones continúan comportándose como si no ocurriera nada. Todavía
más, en el caso de Francia ya no se trata de actos terroristas
separados, está convencido el periodista. Según sus datos, Qatar, lo
mismo que Arabia Saudita, poco a poco están acaparando a Francia. A este
diminuto emirato con el más alto nivel de ganancias por habitante, ya
le pertenecen el club de futbol Paris Saint-German, parte de las
acciones del gigante financiero Vinci y valiosas acciones de la compañía
petrolera Total.
El
pronóstico de Vernochet nos recuerda escenas de una novela antiutópica:
los franceses no deben asombrarse si dentro de diez años los obligan, a
punta de cañones de ametralladoras, a ejecutar el rito de la
destrucción de la catedral de Nuestra Señora de París, a cortar sus
viñedos y a vestir a sus esposas e hijas con el velo islámico. Esta será
la nueva Francia wahabita.
fs/sk/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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