PRD: Zambrano y Ebrard

PRD: Zambrano y Ebrard Julián Andrade

La XIV Reunión Plenaria del PRD arrojó, entre otras, una noticia bastante positiva: se quedan en el Pacto por México. Quedó claro que existe una amplia mayoría de 358 votos contra 91 de delegados que creen que el acuerdo es una vía legítima para transformar el país y, aún más, para posicionar una agenda progresista. El dato da cuenta de un partido poco reactivo a las arengas de líderes históricos, y más bien atento a las oportunidades del presente. Como en todo juego de fuerzas, hubo ganadores y perdedores. Entre los primeros se encuentra Jesús Zambrano, quien en los hechos recibió un espaldarazo de prácticamente todas las corrientes y perdió la posición de Marcelo Ebrard, quien ha señalado que el abandono del Pacto podría significar un avance para la propia izquierda, ya que se distinguiría de modo nítido del gobierno y del PRI. El diferendo, sin embargo, está lejos de terminar, ya que Ebrard anunció que impugnará los resolutivos del Congreso ante el Tribunal Electoral, pues “no existieron las condiciones para deliberar y tomar decisiones”. Pero el ex Jefe de Gobierno celebra, al mismo tiempo, que en los estatutos del partido haya quedado definida la elección de la dirigencia nacional mediante el voto directo. Vale la pena recordar aquel informe que realizó Samuel del Villar luego de la desastrosa elección de 2002, en la que participaron Jesús Ortega y Rosario Robles, y en las que se manifestaron todos los vicios que pueden ocurrir en una jornada electoral. Las conclusiones son claras: el PRD no está en posibilidades de realizar una elección directa por problemas logísticos, pero sobre todo culturales. Habrá que esperar a mediados del próximo año para ver qué es lo que realmente ocurre, ya que de ello depende no sólo la agenda de cambios, sino también el futuro de la organización. Pero aún antes de ello y respecto al Pacto por México quedan algunas dudas de cómo actuará el PRD si se reforma la Constitución como estipula la iniciativa de Reforma Energética del Presidente Enrique Peña Nieto. Es probable, sin embargo, que se continúe avanzando en los aspectos que existe consenso y que tienen un calendario establecido, el que por cierto concluye, si se cumplen los plazos, en el primer semestre de 2014, aunque la implementación de iniciativas y propuestas se prolongue hasta el 2018. Como se puede apreciar, queda un trecho largo por andar y en el que el trabajo político será clave, y ello lo saben bien Zambrano y su grupo. Habrá que sortear  la prueba de la elección interna, pero por como se van dando las cosas es bastante factible que Carlos Navarrete avance en su propósito de presidir su partido, lo que significaría que la política de acuerdos se mantendría. Las próximas semanas van a ser muy importantes, porque se tiene previsto que avance la reforma política, pero también la energética. Es ahí, después de todo, donde se verá de qué está hecho cada uno de los actores políticos relevantes de nuestro país y nadie puede descartar una sorpresa. julian.andrade@razon.com.mx Twitter: @jandradej