martes, 26 de noviembre de 2013

Putin concluye la visita oficial a Italia

Putin concluye la visita oficial a Italia

Putin concluye la visita oficial a Italia

Durante su visita de dos días a Italia el presidente ruso Vladímir Putin se reunió (el 25 de noviembre) con el papa Francisco, con su homólogo, Giorgio Napolitano, y con el exprimer ministro y enviado especial de Naciones Unidas para el Sahel, Romano Prodi.

El viaje del mandatario ruso suscitó un gran interés aun antes de iniciarse. Es comprensible, ya que no se trataba solo de las negociaciones económicas y de otras cuestiones relativas a las relaciones bilaterales, sino de la estrategia para solucionar los conflictos en Oriente Próximo. Entretanto, algunos expertos ya calificaron de “histórico” el encuentro de Putin con el Sumo Pontífice.
En Italia y, especialmente, en el Vaticano, la visita del presidente ruso despertó muchas expectativas. No solo por la supuesta mediación del jefe del Kremlin para lograr un encuentro entre el papa Francisco y el patriarca de la Iglesia ortodoxa Rusa, Kiril, en busca de la reconciliación entre ambas corrientes del cristianismo. Las negociaciones de Putin y el máximo representante católico tienen una gran importancia aparte de este enrevesado asunto, aunque el Papa no desaprovechó la ocasión para mandar a través del presidente ruso un “saludo” al patriarca Kiril.
El Vaticano, a diferencia de Roma, coincide con Rusia en la necesidad de mantener el orden legal y los principios morales en los contactos interestatales, en particular en el sirio. El Papa valoró positivamente el papel de Rusia y su presidente en la política internacional que debe basarse en la ley y la moral.
El papa Francisco y Putin conversaron sobre la protección de las minorías cristianas en el conflicto sirio y en África, en la que están interesadas tanto los católicos como los ortodoxos, ya que en estas regiones se encuentran muchos de los lugares sagrados del cristianismo. La reunión, según indican los expertos, representará un fuerte impulso para que se fomente el diálogo entre las religiones y los Estados.
Tras una audiencia privada de unos treinta y cinco minutos de duración, el Papa y su invitado se intercambiaron regalos que, en esta ocasión, llegaron en forma de un mosaico con una panorámica de los jardines vaticanos que Francisco obsequió a Putin.
Por su parte, el presidente de Rusia, entregó al Papa la representación de la Virgen de Vladímir, una de las imágenes más veneradas en la Iglesia ortodoxa, cuyo original data del siglo XII.
Más tarde Putin mantuvo conversaciones con el presidente de Italia, Giorgio Napolitano. Los líderes también hablaron de la situación en Siria y discutieron los acuerdos bilaterales que, según lo previsto, se firmarán hoy durante el segundo día de la visita del presidente ruso a Italia.
Además Putin se reunió con el exprimer ministro italiano y el enviado especial de Naciones Unidas para la región africana para el Sahel, Romano Prodi. Los políticos discutieron problema de inmigración, un tema especialmente importante para la mayoría de los países europeos hoy en día, incluida Italia, según apuntó el mandatario ruso. Romano Prodi, por su parte, propuso a Moscú participar en los programas de ayudas a África. Vladímir Putin prometió que estudiaría detalladamente esta propuesta:
−En cuanto a las propuestas de colaboración en África no estoy preparado para hablar de ello ahora en detalle, pero le aseguro que participaremos en el programa y estudiaremos minuciosamente los proyectos presentados.
Cabe señalar, además, que Italia es uno de los socios estratégicos de Rusia en comercio exterior. Solo China, Países Bajos y Alemania superan a los italianos en intercambio comercial con el país eslavo, mientras Italia es el segundo mayor importador del gas ruso después de Alemania. Cada año aumenta el volumen de inversiones en proyectos ruso-italianos, como, por ejemplo, la construcción del gasoducto South Stream para el transporte de gas natural de Rusia hasta el Mar Negro a través de Bulgaria, hasta Italia y Austria. Al mismo tiempo crece el intercambio de turistas entre los dos países y se fortalecen los contactos en el sector espacial.
El hecho de que Italia forme parte de la OTAN no impide el intenso y fluido diálogo político, sin tensiones, entre Moscú y Roma, cosa que no sucede en los casos de Londres y Washington. En gran parte esto se debe a los esfuerzos del presidente Napolitano, uno de los políticos más experimentados y prestigiosos del Viejo Mundo.
ap/sk/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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