MAYE PRIMERA, El País
La muestra son las últimas dos
semanas. En la medianoche del miércoles 9, una patrulla de la Oficina
de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos halló un cargamento
de 1,5 toneladas de cocaína a bordo de una lancha bimotor de madera que
viajaba hacia la costa sur de Puerto Rico y que, en medio de la
persecución, recaló en Patillas, una municipalidad boscosa ubicada a
hora y media de San Juan, la capital. En la tarde del 31 de marzo, un
bote similar que transportaba 1,77 toneladas de coca fue interceptado en
la costa norte de la isla a pocos kilómetros de Dorado, un pequeño
pueblo turístico con cuatro campos de golf. Con esa frecuencia y así de
pesados son los envíos de cocaína que circulan por el Caribe, la ruta
por donde pasa el 16% de la droga que llega a Estados Unidos desde
Colombia y Centroamérica; un 2% más que en el mismo trimestre de 2013.
“Entre los últimos tres y
cinco años, el porcentaje de cocaína viajando a través del Caribe se ha
incrementado del 5% al 16%. Hace unos años atrás unas 70 toneladas
métricas de droga pasaban por la región, y ahora son entre 90 y 100
toneladas métricas por año”. El agente especial Vito Salvatore Guarino
es el jefe de la División del Caribe de la agencia federal antidrogas
DEA, con base en Puerto Rico. En el año fiscal 2013, que acaba en
octubre, los oficiales a su cargo decomisaron 28 toneladas métricas de
esa droga y practicaron más de 1.500 arrestos vinculados con su tráfico.
Solo en los primeros dos meses del año fiscal 2014, los decomisos
sumaron nueve toneladas métricas y fueron 183 los sospechosos detenidos.
La mayor parte de la droga que
sale de Colombia a través de la ruta del Caribe –al menos 80 de esas
100 toneladas anuales- hace una parada República Dominicana. “Viajan de
noche, con los botes cubiertos, salen desde Cartagena hacia República
Dominicana y Puerto Rico. Otros usan la ruta del Caribe del Este. Pero
la mayoría de la cocaína viene a través de República Dominicana”, ha
dicho Guarino a EL PAÍS. La mitad de la carga tiene como último destino
Europa y la otra mitad, Estados Unidos; en algunos casos, el tráfico
cuenta con la protección de una burocracia regional corrupta. Hace un
año exacto, por ejemplo, el 8 de abril de 2013, un ex jefe de
operaciones de la Dirección Nacional de Control de Drogas dominicana, el
contraalmirante Francisco Hiraldo, fue extraditado a Estados Unidos y
acusado de proteger a los traficantes de drogas y de permitir el paso de
al menos 25 grandes alijos a cambio de un pago de hasta 100.000 dólares
por carga.
Jamaica, que ya solía ser el
mayor abastecedor de la marihuana que consumen los estadounidenses, se
ha convertido también en un punto de escala de la cocaína que sale de
Centroamérica con rumbo a Estados Unidos. Por segunda vez consecutiva,
así lo señala el Informe sobre la Estrategia Internacional de Control de
Narcóticos de 2014 publicado este 4 de marzo por Washington: “Las
drogas que salen de Jamaica se dirigen a los Estados Unidos, Canadá y
otras naciones del Caribe. Sin embargo, la marihuana y la cocaína
también se trafica desde Jamaica hacia Reino Unido, Bélgica, Alemania y
los Países Bajos. Jamaica está emergiendo como un punto de tránsito para
la cocaína que sale de Centroamérica con destino a los Estados Unidos, y
algunas organizaciones de tráfico de drogas intercambian la marihuana
de Jamaica por cocaína”.
El aumento del volumen de
drogas que circula por el Caribe ya había sido previsto por las
autoridades de Estados Unidos y de la Comunidad del Caribe como
consecuencia de la lucha antidrogas en México y América Central, y es
una de las preocupaciones de la Organización de Naciones Unidas desde
2012. Desde hace varias décadas, esta sido una ruta tradicional para el
tráfico de cocaína, especialmente empleada entre 1980 y 1990, durante la
era de los cocaine cowboys: una casta de traficantes que usó Miami como
puerto de entrada del 80% de la droga destinada a Estados Unidos, y
como campo de batalla campal. El número de embarcaciones cargadas de
coca que intentan la travesía sigue siendo relativamente el mismo, solo
que el peso de la carga es mayor en cada viaje.
Yury Fedotov, director de la
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), ya
había advertido en su reporte sobre el crimen organizado transnacional
de septiembre de 2012, que el desplazamiento de las rutas de tráfico
hacia el Caribe era “una amenaza”, pues los flujos de contrabando suelen
concentrarse en los países que desde el punto de vista institucional
son menos capaces de lidiar con el asunto. Hace una semana, este 7 de
abril, Fedotov anunció en Nueva York el lanzamiento de un programa
especial para ayudar a la Comunidad del Caribe (Caricom) en su lucha
antidrogas y contra el crimen organizado. El presupuesto de este nuevo
plan es de 11,7 millones de dólares, que serían invertidos en el periodo
2014-16, una vez que los “donantes habituales” –la Unión Europea,
Estados Unidos y Canadá- aporten “la financiación necesaria para empezar
el programa inmediatamente”.
En su maratoniana visita a
Trinidad y Tobago, en mayo de 2013, el vicepresidente Joe Biden discutió
el tema con los líderes de los 15 países que conforman la Comunidad del
Caribe y en aquella oportunidad recordó que Estados Unidos ha invertido
200 millones, desde 2010, en la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca
del Caribe. Sin embargo, autoridades locales y especialistas, como el
criminólogo trinitario Daurius Figuera, han criticado que Washington no
comparta suficiente información sobre sus operaciones en el área.
Últimos decomisos
7 de diciembre de 2013:
Autoridades de Jamaica decomisaron 400 kilos de cocaína en el puerto de
Kingston, dentro de un contenedor que provenía de Venezuela y sería
trasladado a Holanda.
20 de diciembre de 2013:
Agentes de la DEA hallaron 332 kilos de cocaína en latas de jugos de
fruta de la empresa trinitaria SM Jaleel & Company Ltd, en el puerto
de Norfolk, Virginia. La primera ministro de la isla, Kamla
Persad-Bissessar, dijo que la reputación de la isla en el comercio
internacional no debía verse afectada por este episodio.
22 de enero 2014: La Guardia
Costa de Estados Unidos y la flota real británica decomisaron 1,3
toneladas métricas de cocaína en el sur de República Dominicana.
27 de enero de 2014:
Autoridades dominicanas y estadounidenses detuvieron un bote con 136
kilos de cocaína cerca de la costa de Aguadilla, en el noroeste de
Puerto Rico.
20 de febrero de 2014: La
Guardia Costera de Estados Unidos retuvo 171 kilos de cocaína en la
localidad de San Petesburgo, en la costa oeste de Florida, sobre el
Golfo de México.
16 de marzo de 2014: Dos
hombres fueron detenidos por autoridades estadounidenses cuando
intentaban traficar 242 kilos de cocaína en el este de St Croix, Islas
Vírgenes.
31 de marzo de 2014: Agentes
de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos y de
la DEA decomisaron 1,77 toneladas de cocaína en la costa norte de Puerto
Rico.
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