ROBERTO GARDUÑO, La Jornada
La percepción de los mexicanos
sobre la seguridad pública es que impera la inseguridad. Una cuarta
parte de los habitantes dicen haber sido víctimas de algún delito en
2013.
El Centro de Estudios Sociales
y de Opinión Pública (Cesop) de la Cámara de Diputados aplicó una
encuesta a escala nacional para evaluar el nivel de seguridad o
inseguridad que observan los habitantes a diario. Poco más de la mitad
de los entrevistados (53 por ciento) calificaron el país de inseguro.
Casi una tercera parte (29 por ciento) respondieron que es seguro. Al
preguntarles acerca de la protección en el lugar donde viven, los
ciudadanos fueron “ligeramente más optimistas”. Cuarenta y uno por
ciento respondieron que la ciudad donde se encuentran es insegura. Un
porcentaje similar (40) la calificó de segura.
El Cesop reveló que una cuarta
parte de los entrevistados (25 por ciento) respondieron que fueron
víctimas de algún delito en 2013. Entre los afectados por la
delincuencia, 52 por ciento dijeron haber sido asaltados en la vía
pública, 19 por ciento en sus domicilios y 10 por ciento en sus
automóviles.
Más de la mitad (52 por
ciento) manifestaron que los delitos fueron cometidos por bandas,
mientras 34 por ciento respondieron que el asalto lo perpetró una
persona. Los porcentajes de las horas en que se cometieron los crímenes
fueron: 20 por ciento entre la una y seis de la mañana, 21 entre las
siete y mediodía, 26 entre las 13 y las 18 horas, y 27 por ciento entre
las 19 horas y medianoche.
Sesenta y tres por ciento de
entrevistados admitieron no haber presentado denuncias ante las
autoridades. El 25 por ciento de los que sí interpusieron respondieron
que los casos se encuentran en trámite. Sólo 2 por ciento señalaron que
las autoridades consignaron a los delincuentes. Casi la mitad de los que
no presentaron denuncias argumentaron que no recurrieron a las
autoridades por considerarlo pérdida de tiempo, y el resto no fueron
ante el Ministerio Público porque “no confían en las autoridades”.
El sondeo se llevó a cabo en
mil viviendas de todo el país. Se realizó entre el 11 y 16 de diciembre
de 2013, y fue aplicado entre mayores de 18 años.
Se sustentó en el listado de
áreas geoestadísticas básicas del Instituto Nacional de Estadística y
Geografía. El nivel de confianza y margen de error se determinó de la
siguiente forma: 95 por ciento de confianza, con margen de error de 3.77
por ciento. El muestreo operativo de campo lo aplicó la Unidad de
Opinión Pública del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
Universidad Nacional Autónoma de México.
También el centro de estudios
de la Cámara de Diputados elaboró una encuesta telefónica, pero con el
propósito de obtener datos que permitieran estudiar de qué manera la
sociedad percibe el fenómeno de la violencia en los estadios, sobre todo
a raíz de los hechos ocurridos el pasado 22 de marzo en el Estadio
Jalisco.
En esa fecha, integrantes de
las barras de futbol del Club Guadalajara agredieron a policías que
cumplían la orden de retirar las luces de bengala que habían sido
prendidas en el estadio.
El sondeo arrojó el siguiente
resultado: casi la mitad de los entrevistados (46 por ciento) consideran
que es “muy peligroso” asistir a un estadio de futbol con la familia;
28 por ciento calificaron de “algo peligroso” acudir, 11 por ciento lo
tildaron de “poco peligroso” y 7 por ciento comentaron que presenciar un
encuentro de futbol en un estadio es “nada peligroso”.
Al preguntarles sobre el papel
de la autoridad para que los aficionados cumplan las normas de
asistencia a un encuentro deportivo, 66 por ciento respondieron que la
autoridad “hace poco o nada” para que se respete la norma. Treinta por
ciento señalaron que sí hace “algo o mucho”.
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